La realidad de la impostura

?Se imaginan a Oliver Sacks transformado en personaje de ficci¨®n? Oliver Sacks, s¨ª, el c¨¦lebre neur¨®logo ingl¨¦s que ha convertido sus libros sobre casos cl¨ªnicos, como El hombre que confundi¨® a su mujer con un sombrero, en impactantes best sellers. Pues Sacks es, sin duda, el ¨¢lter ego del doctor Weber, uno de los personajes principales de la ¨²ltima y poderosa novela de Richard Powers, El eco de la memoria. La novela trata sobre nuestra fr¨¢gil identidad, sobre la conciencia, la memoria, la soledad, la culpa y tambi¨¦n el amor. Habla de la est¨²pida destrucci¨®n del planeta por parte del hombre y de la fuerza de la naturaleza, que nos sobrevivir¨¢ cuando hayamos provocado nuestro propio fin. Nada nos echar¨¢ de menos. Y la novela hace todo esto mientras indaga qui¨¦n provoc¨® el accidente que casi acaba con la vida del joven Mark Shluter en una carretera helada de Nebraska.

Mark sale del coma aquejado de una extra?a patolog¨ªa, el s¨ªndrome de Capgras, que le impide reconocer a su hermana, su hogar y hasta su perra. Para el joven se trata de impostores, actores y escenarios que pretenden suplantar la realidad. Atormentado por esa permanente sensaci¨®n de falsedad, Mark decide investigar el accidente que ha destruido su vida. Pero los ¨²nicos testigos de lo sucedido son el medio mill¨®n de grullas que, como cada invierno, se detienen en el r¨ªo Platte para recuperar fuerzas antes de proseguir su largo viaje hacia el norte. Adem¨¢s de las aves, hay dos pistas: la llamada an¨®nima que avis¨® del accidente y una misteriosa nota que apareci¨® en el hospital, junto a la v¨ªctima. En ayuda de Mark acuden su hermana, Karin, y el c¨¦lebre neur¨®logo Gerald Weber. Pero la patolog¨ªa del joven subraya parad¨®jicamente la fragilidad de quienes le rodean y hasta del propio pa¨ªs, todav¨ªa estremecido por el 11-S.

El eco de la memoria gan¨® el National Book Award, uno de los premios literarios m¨¢s importantes que se conceden en Estados Unidos. Es la novena novela de Richard Powers (Illinois, 1957) y, como las anteriores, despliega la brillante inteligencia cient¨ªfica y narrativa de su autor. Abruman, a veces, los datos y las explicaciones neurol¨®gicas, pero la historia, como un r¨ªo impetuoso, lleva al lector sin pausa hasta el sorprendente final. De Powers hay traducidas al castellano otras tres novelas: Galatea 2.2, Ganancia y El tiempo de nuestras canciones.