Anulado el despido de la madre que pidi¨® reducci¨®n de horario
N¨¦lida Pisco es conductora de autob¨²s en Santiago
N¨¦lida Pisco, la conductora de la compa?¨ªa Autobuses de Calo (Hedegasa) que fue despedida el pasado 22 de febrero tras solicitar la reducci¨®n de la jornada laboral para atender a su hija, deber¨¢ ser readmitida en su puesto despu¨¦s de que el Juzgado de lo Social n¨²mero 1 de Santiago de Compostela haya declarado nulo su despido.
La sentencia, seg¨²n hizo p¨²blico ayer el sindicato CIG, obliga a la empresa a "readmitir a la trabajadora en las mismas condiciones que reg¨ªan antes de su despido y a asignarle una ruta que se adapte a su reducci¨®n de jornada". Adem¨¢s, seg¨²n In¨¢cio Pav¨®n, de la ejecutiva de la Federaci¨®n de Transportes de la CIG, Autobuses de Calo ha sido condenada a abonar a Pisco el salario correspondiente a los meses que han transcurrido desde el despido ilegal. "Con esta sentencia queda reconocido que hubo una situaci¨®n de clara discriminaci¨®n de g¨¦nero", se?alan desde el sindicato.
El calvario vivido por Pisco se remonta a 2009, cuando naci¨® su ¨²nica hija. Una vez concluida la baja por maternidad, la trabajadora solicit¨® la reducci¨®n de jornada por cuidado de hijos, las horas de lactancia y el disfrute de las vacaciones que ten¨ªa pendientes para afrontar la crianza de la ni?a. Pisco deseaba amamantar a su hija, siguiendo adem¨¢s el consejo m¨¦dico ante la alergia a una prote¨ªna l¨¢ctea que padece la peque?a, nacida prematuramente.
La empresa se neg¨® a concederle lo que la Ley de Igualdad contempla como un derecho. Acudi¨® a los tribunales en noviembre del pasado a?o y la juez le dio la raz¨®n: la sentencia determin¨® que Pisco deber¨ªa cumplir un horario de 35 horas semanales en turno de ma?ana. Cuando se reincorpor¨®, la direcci¨®n de la empresa no le asign¨® ninguna ruta y se vio obligada a pasar la jornada laboral sentada en su coche en el exterior de la nave. Pisco y la CIG denunciaron entonces la "discriminaci¨®n, presiones y amenazas" sufridas por la conductora. La compa?¨ªa, en la que trabajaba desde 2006, le entreg¨® la carta de despido en febrero y Pisco decidi¨® luchar en los tribunales por su derecho a la conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral.
Durante estos meses, seg¨²n la CIG, la Xunta no ha respondido a ninguna de las tres solicitudes de reuni¨®n que present¨® el sindicato. Autobuses de Calo disfruta de una concesi¨®n p¨²blica otorgada por la Administraci¨®n auton¨®mica que ha sido recientemente prolongada por diez a?os m¨¢s. "Una de las condiciones para otorgar esta pr¨®rroga es la contrataci¨®n de mujeres", denuncia In¨¢cio Pav¨®n, algo que considera una muestra de la "actitud hip¨®crita" de la Xunta.
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