Que viene el lobo rojo
Este a?o o¨ªremos hablar, y mucho, de oto?o caliente. La crisis econ¨®mica, la huelga general y la proximidad de las elecciones municipales (y auton¨®micas fuera de Andaluc¨ªa) aportar¨¢n suficiente combustible para elevar la temperatura hasta l¨ªmites insoportables.
Los tres grandes partidos andaluces han mostrado sus cartas. Veamos primero las propuestas de los populares.
El PP aprovech¨® la presentaci¨®n de candidatos a las municipales en la Axarqu¨ªa malague?a para remachar un doble mensaje: quieren elecciones anticipadas y que gobierne la lista m¨¢s votada.
Torrox fue la localidad elegida para que Mariano Rajoy y Javier Arenas inauguraran el curso pol¨ªtico en Andaluc¨ªa. Una elecci¨®n sorprendente. Porque en Torrox no gobierna la lista m¨¢s votada, el PSOE, sino una extra?¨ªsima coalici¨®n integrada por IU, andalucistas, independientes y ?un concejal del PP!
Los socialistas de Torrox sacaron seis concejales y casi cuatro veces m¨¢s votos que los populares, pero est¨¢n en la oposici¨®n. Curiosa forma de demostrar con los hechos lo que se grita en un mitin.
Confiados porque la crisis econ¨®mica ha colocado a los socialistas en clara desventaja, los dirigentes del PP exigen que las elecciones auton¨®micas (y tambi¨¦n las generales) se celebren ya, no vaya a ser que la lenta recuperaci¨®n econ¨®mica comience a dar frutos y se recomponga el maltrecho PSOE. Mientras, descalifican con trazo grueso los planes de impulso econ¨®mico de la Junta, como el presentado el martes por el presidente Jos¨¦ Gri?¨¢n, que es para Arenas "un timo".
En segundo lugar, insistir¨¢n en esa falacia legal de que gobierne la lista m¨¢s votada. Como un mal jugador, pretenden cambiar el reglamento en mitad del partido. Es decir, la ley electoral.
Arenas sabe que, aunque en estos momentos las encuestas le sit¨²an por encima del PSOE (aunque est¨¢ peor valorado que Gri?¨¢n), tiene muy dif¨ªcil, por no decir imposible, la mayor¨ªa absoluta que le permita gobernar en Andaluc¨ªa.
La sociedad andaluza, como muestran esos sondeos, se declara mayoritariamente de izquierda o centro-izquierda. Y aunque los populares aglutinan en sus filas todo el voto conservador, desde la extrema derecha al centro, temen que las leg¨ªtimas y constitucionales coaliciones entre otros partidos parlamentarios les impidan alcanzar la presidencia de la Junta.
Por ello, Arenas ya va lanzando el mensaje, que escucharemos hasta hartarnos, de lo malo que ser¨ªa un gobierno de coalici¨®n PSOE-IU. Al grito de ?que viene el lobo rojo!, piensan movilizar, a¨²n m¨¢s, el voto conservador. Metiendo miedo, como hicieron cuando en Sevilla se form¨® una coalici¨®n de izquierdas.
Pero a los populares se les ve mucho el plumero. Torrox no es un ejemplo aislado. En Jerez fue alcaldesa Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo, a pesar de que el PP qued¨® el tercero en las municipales de 2003. Y mientras aqu¨ª piden que gobierne la lista mas votada, se oponen frontalmente a que se aplique en el Pa¨ªs Vasco a trav¨¦s de un posible acuerdo entre Zapatero y el PNV.
Por lo dem¨¢s, habr¨¢ que resaltar las dotes de adivino de Arenas, que ha vaticinado que ni Zapatero ni Gri?¨¢n ser¨¢n candidatos para renovar las presidencias que ocupan en la actualidad.
Y nos dar¨¢ la tabarra con lo mucho que ha gastado la Junta en remodelar (salvar de la ruina, en realidad) el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia. Como si los presidentes auton¨®micos del PP no trabajaran en edificios hist¨®ricos. El gallego N¨²?ez Feij¨®o, en el Palacio de Rajoy (curioso nombre), un monumental edificio neocl¨¢sico ubicado en la Plaza del Obradoiro. Camps, en el palacio tardog¨®tico de la Generalitat.
Pero es que el PP, y en particular Arenas, son especialistas en hacer lo contrario de lo que predican.
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