Creyentes, agn¨®sticos y muchos ateos
Acabado el espejismo estival el curso retoma con los mismos mantras con los que acab¨®. El presidente Montilla, poco dado a las aventuras, ha mantenido su intenci¨®n mil veces expresada de acabar la legislatura. Apurar el gobierno le aporta una posici¨®n de ventaja medi¨¢tica y de control de la agenda, que deber¨ªa favorecerle cuando las expectativas del PSC parecen dif¨ªciles de empeorar seg¨²n las encuestas.
Antes de disolver, el presidente cuenta con poder presentar alg¨²n ¨¦xito econ¨®mico a su electorado, muy castigado por la crisis y decepcionado por la renuncia a las pol¨ªticas sociales que ha impuesto la ortodoxia econ¨®mica europea para salir de la crisis. Montilla cuenta tambi¨¦n con que el tiempo enfr¨ªe los ¨¢nimos del electorado indignado por la sentencia del Estatuto e, inasequible al desaliento, mantiene la antena a la escucha del mundo exterior por si de la sede del PSOE en Ferraz llega alguna se?al de vida inteligente. ?O piensa Zapatero que puede sobrevivir pol¨ªticamente si le abandona Catalu?a?
Artur Mas y su 'guardia pretoriana' tienen por delante unos meses durante los que deber¨¢n hacer juegos malabares
Montilla -que sigue creyendo, seg¨²n asegura su campa?a- emite se?ales amenazadoras sobre el planteamiento de una reforma constitucional que obligue al PSOE a comprometerse en la arquitectura federal. La pregunta es cu¨¢ntos ciudadanos mantienen la fe en el federalismo del PSOE.
Como en todas las Iglesias, los socialistas catalanes tambi¨¦n cuentan con el equivalente de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, representada por Carme Chac¨®n, que junto con Felipe Gonz¨¢lez, no ha dudado en bendecir la sentencia del Constitucional desmarc¨¢ndose de la posici¨®n del presidente de la Generalitat y secretario general de su partido. La ministra de Defensa puede olvidar en la construcci¨®n de su carrera hacia la sucesi¨®n de Zapatero que su fuerza depende del batall¨®n que tenga a su espalda y que fue Felipe Gonz¨¢lez el primero que entendi¨® que el PSC no era una sucursal.
Aunque Montilla contin¨²a creyendo y Chac¨®n est¨¢ en ¨¦xtasis religioso, las encuestas muestran que la fe de su electorado, y de algunos correligionarios, flaquea. Incluso alg¨²n agn¨®stico de peso ha abandonado la duda y se ha descolgado de las listas. El presidente Montilla nombrar¨¢ un n¨²mero dos sin problemas de cantera, pero Montilla se ha dejado vencer por la desconfianza que otras veces le ha hecho astuto y Antoni Castells se ha dejado llevar por el ego entregando a CiU una magn¨ªfica arma electoral. ?Si quien deb¨ªa defender la financiaci¨®n como un ¨¦xito pierde la fe y se descuelga del cartel, quien va a ponerlo en valor? La pol¨ªtica se hace desde las listas, como saben muy bien Joaquim Nadal y Montserrat Tura, que no lo debe de haber pasado precisamente bien viendo c¨®mo un departamento que dignific¨® y en el que se dej¨® la piel se convert¨ªa en el pimpampum.
Dilatando la convocatoria, Montilla espera tambi¨¦n que el tiempo y la impaciencia perjudiquen la coherencia interna del discurso de CiU. Los nacionalistas tienen por delante algunos meses durante los que deber¨¢n hacer juegos malabares. Artur Mas y su guardia pretoriana deber¨¢n intentar, como en el circo, mover simult¨¢neamente los platos del derecho a decidir, el concierto econ¨®mico y la imagen de responsable aliado en el Gobierno del Estado sobre las finas varas chinas de un electorado que mayoritariamente no quiere estridencias y que se alimenta con las fugas de electores de todo el arco ideol¨®gico, desde el PP hasta el PSC. El discurso moderado de Mas -por no citar a Duran- chirr¨ªa cuando Felip Puig llama al PNV a no apoyar los Presupuestos Generales del Estado y le anima a hacer caer al Gobierno.
Quiz¨¢s un sector de CiU cree que suena cre¨ªble que el partido que se opuso al Estatut, que hizo una campa?a de catalanofobia y que interpuso el recurso de inconstitucionalidad se ilumine y ceda gracioso el concierto econ¨®mico para Catalu?a o interprete como un canto a la diversidad la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de independencia. Quiz¨¢ tambi¨¦n es una cuesti¨®n de fe y ya se sabe que la fe o te ilumina o no hay manera. Por mucho que uno lo intente.
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