La modernidad aerodin¨¢mica de Fuller
La independencia de Estados Unidos como colonia inglesa trajo como consecuencia la necesidad de inventar un mundo nuevo en un territorio literalmente bald¨ªo y desconocido. El ¨²ltimo de los episodios de aquella conquista lo protagonizaron dos personajes que coincidieron en diferentes ocasiones a lo largo de su vida y que se estimaron mutuamente. Me refiero a John Cage (1912-1992) y Buckminster Fuller (1895-1983), ¨²ltimos descendientes de una estirpe de aventureros que tuvo que servirse del ingenio para sobrevivir a las adversidades que surg¨ªan en la ocupaci¨®n de nuevos territorios. Fuller represent¨® lo mejor del esp¨ªritu norteamericano: capacidad de innovaci¨®n, sentido promocional y pragmatismo t¨¦cnico.
Foster, que colabor¨® con Fuller durante los ¨²ltimos a?os de su vida, ha llevado a cabo la realizaci¨®n de un cuarto prototipo de aquel m¨ªtico autom¨®vil
Sin lugar a dudas, Buckminster Fuller fue todo un pionero en un siglo XX prol¨ªfico en la creaci¨®n de personajes que idearon y produjeron los hechos y los inventos m¨¢s incre¨ªbles e ins¨®litos, desde teor¨ªas cient¨ªficas y artilugios mec¨¢nicos hasta obras de arte que sorprendieron al mundo por lo inusitado de sus propuestas. Despu¨¦s de que en el siglo XIX el conocimiento se fragmentara en ciencias espec¨ªficas y estas en especialidades, los sabios como Goethe dejaron de existir para dar paso a la raza de cient¨ªficos y t¨¦cnicos expertos en las minucias, h¨¢biles en lo concreto, profundos en los detalles pero, por lo general, tediosamente met¨®dicos y sin ingenio. Por eso sorprenden personajes como Buckminster Fuller que, desde una geometr¨ªa pragm¨¢tica, sin apoyo algebraico, ejerci¨® de ingeniero y cart¨®grafo. La lista de personajes que lucharon contra las convenciones puede ser extensa, pero pocos como Bucky Fuller hicieron tabla rasa de lo que se sab¨ªa hasta entonces, sin despreciarlo, y reinventaron el mundo a la medida de sus intuiciones.
Fuller ha pasado a la historia por sus c¨²pulas geod¨¦sicas cuando logr¨® aparecer retratado en la portada de la revista Time, pero, en verdad, su importancia es muy grande en la cultura estadounidense, ya que ¨¦l representa la modernidad en un pa¨ªs profundamente conservador. Mientras que la asunci¨®n de la modernidad en Europa fue un tema de car¨¢cter filos¨®fico y cultural, en Estados Unidos se redujo a un asunto t¨¦cnico que se resolvi¨® cuando la mecanizaci¨®n tom¨® el mando. Es aqu¨ª donde el ingenio de Fuller acierta en la diana inventando un autom¨®vil con pretensiones de llegar a ser el supercoche anfibio del futuro o una especie de avi¨®n terrestre sin alas. Fracasado el proyecto, no se rindi¨® y propuso construir casas de aluminio livianas que pudieran ser f¨¢cilmente transportables. De ah¨ª pas¨® a idear c¨²pulas basadas en la indeformabilidad del tetraedro, consiguiendo sus famosos cascarones geod¨¦sicos, como el construido para la Expo 67 de Monreal, con sus 76 metros de di¨¢metro y una altura de 61 metros. Sin contar con sus ideas sobre una "ciencia del dise?o" o un nuevo sistema de proyecci¨®n cartogr¨¢fica que permiti¨® una representaci¨®n ins¨®lita del planeta Tierra.
La utop¨ªa de Fuller, de la que surge un aut¨¦ntico raudal de propuestas e inventos, consist¨ªa en el intento de cambiar el mundo por medio de contribuciones individuales y con ello beneficiar a toda la humanidad. La filosof¨ªa intuitiva de Fuller tiene su origen en el trascendentalismo de Ralph Waldo Emerson que impregnaba la Universidad de Harvard, en la que comenz¨® Fuller unos estudios universitarios que abandon¨® pronto. Emerson hab¨ªa predicado una v¨ªa intuitiva, basada en la capacidad de la conciencia individual, de la que particip¨® Fuller en todas sus empresas.
Como "cient¨ªfico del dise?o" acu?¨® la f¨®rmula "hacer m¨¢s con menos", lo que le llev¨® a idear formas y estructuras que redujeran costes de producci¨®n o de energ¨ªa, como coches aerodin¨¢micos o c¨²pulas geod¨¦sicas livianas, esto le condujo a desarrollar una serie de conceptos que expuso en gran cantidad de libros que edit¨® y para los que ide¨® neologismos como "efemeralizaci¨®n", "sinergia" y "tensegridad". Por poner un ejemplo, esta ¨²ltima palabra surge de la contracci¨®n de los t¨¦rminos tensional e integrity y la utiliz¨® para designar las estructuras cuya estabilidad depende del equilibrio que se consigue entre fuerzas de tracci¨®n y compresi¨®n cuando son puestas en tensi¨®n.
Su pensamiento trascendentalista y sus experiencias mec¨¢nicas le condujeron a ser consciente de lo limitados que son los recursos que posee la Tierra, siendo uno de los primeros que se preocup¨® por conseguir dise?os de bajo consumo y por el empleo racional de los recursos, denunciando la dependencia del petr¨®leo y abogando por la energ¨ªa solar y e¨®lica, cuando a¨²n no exist¨ªan posibilidades para conseguirlas, acu?ando en sus escritos la imagen de la "nave espacial Tierra".
La editorial Ivorypress presenta ahora un libro donde se muestra uno de estos inventos de Bucky Fuller, su Dymaxion Car, un autom¨®vil que desarroll¨® en los a?os treinta, que se mov¨ªa a m¨¢s de cien kil¨®metros por hora y que era capaz de evolucionar como una bailarina. Despu¨¦s de haber transcurrido m¨¢s de setenta a?os de la producci¨®n de los ¨²nicos tres prototipos de aquel invento fallido, el c¨¦lebre arquitecto ingl¨¦s Norman Foster, que conoci¨® y colabor¨® con Fuller durante los ¨²ltimos a?os de su vida, ha llevado a cabo, a su costa, la realizaci¨®n de un cuarto prototipo de aquel m¨ªtico autom¨®vil de tres ruedas que pretend¨ªa ser una mezcla de barco, avi¨®n y coche, aunque en realidad el veh¨ªculo s¨®lo pod¨ªa rodar por una carretera provisto con el motor V8 de un Ford, pero el talante visionario de su inventor previ¨® que aquel autom¨®vil estaba destinado a revolucionar los medios de transporte. Precisamente fue el car¨¢cter visionario, futurista y ut¨®pico de su creador lo que ha dotado de cierta profundidad ideol¨®gica al invento, siendo hoy admirado como una aut¨¦ntica obra de arte.
El empe?o de Norman Foster, al realizar una r¨¦plica lo m¨¢s exacta posible del tercero de los prototipos del Dymaxion Car, es tambi¨¦n encomiable. Para ello, ha tenido que operar como un historiador sobre los documentos, los datos y las im¨¢genes que han sobrevivido al tiempo y como un arque¨®logo sobre los pecios del naufragio de aquella empresa de Fuller. El resultado es la construcci¨®n pieza a pieza de un coche, trabajando durante tres a?os hasta conseguir resolver todos los enigmas sobre sus mecanismos y detalles. El autom¨®vil conseguido merece la pena, se trata de un veh¨ªculo de aspecto futurista, con forma de gota de agua, para ofrecer la menor resistencia al viento y con tres ruedas, para conseguir la m¨¢xima estabilidad. El dise?o se inspir¨® en los zepelines, y para conseguir la eficacia formal que Fuller deseaba invirti¨® la disposici¨®n hasta entonces tradicional de los elementos del autom¨®vil, ubicando el motor atr¨¢s, con el radiador hacia el interior y una tronera para tomar aire, la tracci¨®n delantera y la direcci¨®n en la ¨²nica rueda trasera, que funciona como el tim¨®n en un barco.
A la vez que dise?aba y constru¨ªa el prototipo no par¨® de recurrir a las m¨¢s ingeniosas formas de promoci¨®n, empezando por el propio t¨ªtulo del autom¨®vil, Dymaxion, palabra que surge de la contracci¨®n, inventada por el publicista Waldo Warren, al reunir las palabras m¨¢s repetidas por Fuller en sus explicaciones: dinamismo, m¨¢ximo y tensi¨®n. ?l mismo fund¨® una revista, Shelter, en la que public¨® en 1932 una descripci¨®n del coche fant¨¢stico con unas fotograf¨ªas de un modelo en madera realizado por su amigo el escultor Isamu Noguchi. Visto en retrospectiva, la empresa de fabricar un coche como Dymaxion estaba abocada al fracaso, sobre todo teniendo en cuenta los avances que en esa d¨¦cada realizaron ingenieros como Hans Ledwinka, Ferdinand Porsche o Pierre Boulanger, pero la fe voluntariosa y ut¨®pica de Fuller y sus socios fue admirable, tanto como la de Norman Foster al reconstruir no s¨®lo el veh¨ªculo sino toda la historia de ese momento del dise?o t¨¦cnico.
Bucky Fuller & Spaceship Earth. Ivorypress Art + Books. Comisarios: Norman Foster y Luis Fern¨¢ndez-Galiano. Hasta el 30 de octubre. Comandante Zorita, 48. Madrid. Buckminster Fuller. Dymaxion Car. Foster + Partners. Ivorypress, 2010. 223 p¨¢ginas. 59,90 euros.
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