Recambio sin cambio
Moncloa rechaza la oportunidad de remodelar el Gobierno para reforzar su autoridad y coherencia
La vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega sorprendi¨® ayer descartando que vaya a haber remodelaci¨®n del Gobierno con motivo de la salida del mismo del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Se hab¨ªa dado por supuesto que ser¨ªa la ocasi¨®n que necesitaba Zapatero para abordar un cambio m¨¢s amplio en la composici¨®n del Ejecutivo. El argumento de Fern¨¢ndez de la Vega para descartar esa posibilidad fue que el "¨²nico objetivo del Gobierno es trabajar por la recuperaci¨®n econ¨®mica", pero se supone que ese ser¨ªa tambi¨¦n el objetivo de la remodelaci¨®n.
La sorpresa fue reforzada por la afirmaci¨®n de la ministra de Sanidad, Trinidad Jim¨¦nez, de que no se plantea abandonar esa responsabilidad ministerial si es elegida (en las primarias) candidata por el PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Seg¨²n De la Vega, la salida de Corbacho tiene que ver "con el proceso electoral de Catalu?a", lo que sugiere una cierta incompatibilidad entre ambos desempe?os. Pero esto no encaja con lo dicho por Jim¨¦nez, que incluso cit¨® antecedentes de ministros (Piqu¨¦, L¨®pez Aguilar) que siguieron si¨¦ndolo tras ser designados candidatos, y solo en v¨ªsperas de las elecciones dejaron el puesto.
Al margen de si la iniciativa de la salida de Corbacho fue suya o sugerida por Zapatero (las fuentes divergen al respecto), el hecho tiene una doble dimensi¨®n, seg¨²n desde donde se observe. Desde el punto de vista del Gobierno, ser¨ªa una oportunidad para plantear un cambio acorde con el giro pol¨ªtico de Zapatero en respuesta a las urgencias de la crisis. Descartada por razones atendibles la presentaci¨®n de la cuesti¨®n de confianza, una remodelaci¨®n ministerial dar¨ªa solidez al giro. Especialmente, si los concretos cambios que se efect¨²en responden a criterios de competencia y eficacia y no tanto a motivaciones de imagen o a compromisos de cuotas diversas, como ha sido costumbre.
Vista desde Catalu?a, la recuperaci¨®n de Corbacho responder¨ªa al inter¨¦s del PSC por movilizar el voto socialista cl¨¢sico, esencialmente el del cintur¨®n industrial de Barcelona, tras dos legislaturas presididas por el debate del Estatuto y sus derivaciones pol¨¦micas, y en las que han aparecido s¨ªntomas de desafecci¨®n de un sector del electorado que vota en las generales y se abstiene en las auton¨®micas.
Los presidentes de Gobierno suelen ser reticentes a cambiar sus Gobiernos porque hacerlo supone reconocer un cierto error en los nombramientos. A esa raz¨®n impl¨ªcita, Zapatero ha a?adido otra, expl¨ªcita, que tiene fundamento. La de que en momentos de zozobra, cambiar de colaboradores retrasa la toma de decisiones; al menos el tiempo necesario para que los nuevos se pongan al d¨ªa. Esto puede remediarse en parte recurriendo a personal t¨¦cnico con experiencia para los segundos niveles. Y en todo caso la remodelaci¨®n ser¨ªa tambi¨¦n la ocasi¨®n para reforzar una coherencia entre los ministros que en los ¨²ltimos meses brilla por su ausencia.
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