Cada vez m¨¢s hacia Espa?a
No hay datos precisos sobre los rumanos de etnia gitana que viven en Espa?a. Una gran mayor¨ªa se encuentra en situaci¨®n irregular, sin aparecer en ning¨²n registro, y los que residen legalmente no hacen constar la etnia a la que pertenecen: en los censos europeos no se pregunta este dato. Las cifras que manejan las diversas fuentes son meras estimaciones, entre las que media un abismo. En cualquier caso, se trata de un colectivo grande, porque los rumanos son la primera nacionalidad por n¨²mero de inmigrantes en nuestro pa¨ªs: 800.000 residentes en regla, seg¨²n datos recientes. La cifra real de los que viven, en su mayor¨ªa trabajando en la econom¨ªa sumergida o mendigando, podr¨ªa superar el mill¨®n. De ellos, entre 100.000 y 300.000 son de etnia gitana.
"No contamos a los gitanos, todos son ciudadanos rumanos", dicen en la embajada
Hace dos a?os, la embajada rumana en Madrid calculaba que el 10% de sus ciudadanos en Espa?a eran de esta etnia, mientras las ONG siempre han hablado de cifras muy superiores. Hoy, la misma legaci¨®n diplom¨¢tica se cierra en banda. "No contamos a los gitanos, todos son ciudadanos rumanos, sin m¨¢s". Pero la situaci¨®n de los gitanos es mucho m¨¢s delicada y compleja. "No est¨¢n empadronados. Viven cuatro o cinco familias en una casa y s¨®lo una est¨¢ en situaci¨®n regular", dice Daniela Radu, que dirige la asociaci¨®n Rom Madrid y es gitana rumana casada con un espa?ol. Muchos de sus compatriotas viven en asentamientos o poblados a lo largo y ancho de la geograf¨ªa espa?ola.
A poco m¨¢s de diez minutos del centro de Madrid se alza uno de los m¨¢s famosos, La Ca?ada Real Galiana. En ¨¦l viven unas 40.000 personas, muchos de ellos inmigrantes marroqu¨ªes y rumanos de etnia gitana. No muy lejos de La Ca?ada surgen las chabolas de El Gallinero, otro asentamiento infrahumano en el que se han refugiado unos 800 rumanos de esta etnia. En Andaluc¨ªa, Levante y Catalu?a se encuentran concentraciones gitanas de este tipo. "Muchos trabajan en la construcci¨®n o en el campo", dice Florian Strat, que trabaja en Valladolid en una ONG dedicada a la protecci¨®n de los menores de esta etnia. "Hay un problema grave con los ni?os, porque est¨¢ aumentando mucho la delincuencia, y eso da mala imagen ante los espa?oles". Algunos son tra¨ªdos expresamente de Rumania por las mafias dedicadas a explotar la mendicidad.
El panorama es similar en el caso de los gitanos b¨²lgaros, algo m¨¢s de una cuarta parte de los cerca de 200.000 b¨²lgaros que residen en Espa?a. Cultivan una especialidad: son los m¨²sicos callejeros que tocan en el metro o en las plazas m¨¢s concurridas de las ciudades espa?olas. B¨²lgaros y rumanos, ciudadanos europeos desde principios de 2007, son libres de desplazarse por todo el territorio de la UE y de trabajar -con restricciones- en cualquiera de los pa¨ªses comunitarios desde que concluy¨®, en 2009, la moratoria de dos a?os que se les impuso tras la adhesi¨®n.
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