Dimitrios Ioanidis, dictador en la sombra
Fue jefe de la temida polic¨ªa militar griega de la 'junta de los coroneles'
Dimitrios Ioanidis ha sido el personaje m¨¢s oscuro de la historia contempor¨¢nea de Grecia. Dictador en la sombra, jefe de la temida polic¨ªa militar de la junta de los coroneles (1967- 1974) y art¨ªfice a su pesar de la invasi¨®n turca de Chipre en 1974 -organiz¨® el golpe de Estado que desaloj¨® del poder al arzobispo Makarios-, el dictador sin cargo muri¨® el pasado 16 de agosto en un hospital de Atenas por una insuficiencia respiratoria. Ten¨ªa 87 a?os, y los ¨²ltimos 35 los hab¨ªa pasado en la prisi¨®n ateniense de Korydalos, donde la dictadura que ¨¦l mismo ayud¨® a crear recluy¨® a decenas de opositores, condenado por alta traici¨®n al Estado.
Son pocas las im¨¢genes que se conservan del dictador fantasma Ioanidis, que naci¨® en 1923 en Atenas en el seno de una acomodada familia originaria de la regi¨®n del Epiro. En diciembre de 1973, un mes despu¨¦s de la revuelta estudiantil del Polit¨¦cnico de Atenas, que fue sofocada a sangre y fuego por la dictadura y constituy¨® el golpe de gracia para esta, la revista estadounidense Time le describ¨ªa como "una figura espectral, parecida a Beria
[la mano derecha de Stalin]"; como un ser austero y solitario. Pero el perfil bajo no le impidi¨® manejar todos los hilos del poder entre 1967 y 1974, aun mordiendo la mano de quien le aup¨® a lo m¨¢s alto.
Ioanidis ingres¨® en la academia militar en 1940 y durante la II Guerra Mundial prest¨® servicio en una unidad de la resistencia frente a los nazis. De esa ¨¦poca data su furibundo anticomunismo. Tras la contienda desempe?¨® su oficio sin galones ni lustre en oscuros negociados castrenses. Cuando el golpe de Estado del 21 de abril de 1967 derroc¨® al rey Constantino y los coroneles tomaron el poder, nominalmente fue Yorgos Papad¨®pulos quien se puso al frente de la junta, como la llaman los griegos, pero entre bambalinas Ioanidis agarr¨® las riendas. Su papel al frente de la ESA, la polic¨ªa militar griega, sembr¨® de p¨¢nico las filas de la oposici¨®n, pero tambi¨¦n las de la ciudadan¨ªa, temerosa de ser multada por nimiedades tales como llevar barba o minifalda.
Tras la revuelta del Polit¨¦cnico, Ioanidis desaloj¨® del poder a su, en teor¨ªa, mentor Papad¨®pulos por considerarle demasiado blando y le sustituy¨® por Fed¨®n Gizikis, otro t¨ªtere en sus manos. Al a?o siguiente, en julio de 1974, e inflamado por la desquiciada idea de la ¨¦nosis, la uni¨®n o incorporaci¨®n de Chipre a la madre Grecia, organiz¨® el golpe de Estado que destituy¨® al Gobierno del arzobispo Makarios. Fue el pretexto que estaba esperando el Ej¨¦rcito turco para invadir el norte de la isla, ocupaci¨®n que se mantiene hasta hoy. La descabellada aventura chipriota de Ioanidis supuso el punto final de la dictadura.
Consciente de que la exhibici¨®n p¨²blica y el poder desgastan, Ioanidis asumi¨® con gusto el anonimato.
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