M¨¢s est¨ªmulos, por favor

La asesora econ¨®mica saliente de la Casa Blanca Christina Romer afirma que el paquete de est¨ªmulo de 814.000 millones de d¨®lares del a?o pasado se qued¨® corto. Eso podr¨ªa indicar que aquellos que abogan por m¨¢s acci¨®n fiscal est¨¢n ganando terreno dentro del Gobierno. Pero a falta de una nueva crisis econ¨®mica, la pol¨ªtica electoral juega en contra del aumento del est¨ªmulo.

No es que Romer piense que todo el gasto y el cr¨¦dito fiscal -inicialmente calculados en 787.000 millones de d¨®lares- no hayan funcionado m¨¢s o menos como se esperaba. Cree que, sin ellos, la econom¨ªa de Estados Unidos estar¨ªa ahora en una situaci¨®n mucho peor. Pero en su discurso de despedida del mi¨¦rcoles, Romer afirm¨® que el equipo econ¨®mico no hab¨ªa previsto la virulencia de la recesi¨®n. As¨ª que, a pesar del est¨ªmulo, el desfase de la producci¨®n y la tasa de paro son ahora mucho peores de lo que ellos esperaban a principios de 2009. Pero incluso con aquellas suposiciones originales excesivamente prometedoras, el an¨¢lisis que Romer hizo entonces indicaba que el plan de est¨ªmulo deb¨ªa ser mayor, de alrededor de 1,2 billones de d¨®lares.

Su punto de vista chocaba con el del asesor rival Lawrence Summer -que no quer¨ªa que el presidente Barack Obama viese siquiera aquella opci¨®n m¨¢s cara- y con el del jefe de personal de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, puesto que ambos pensaban que el plan deb¨ªa tener menor envergadura por razones tanto econ¨®micas como pol¨ªticas. Ellos ganaron aquel debate. Pero Romer sigue pensando que hacen falta medidas gubernamentales adicionales: m¨¢s gasto y m¨¢s recortes de impuestos. Y dado que la Casa Blanca parece estar plante¨¢ndose la opci¨®n de un nuevo est¨ªmulo, puede que ahora el presidente tienda a estar de acuerdo con ella.

Sin duda, el discurso de Romer dar¨¢ esperanzas a los cr¨ªticos liberales como el columnista y economista Paul Krugman, que ha estado instando agresivamente al equipo de Obama a hacer m¨¢s. Y si los dem¨®cratas sufren una derrota hist¨®rica en las elecciones de mitad de mandato de noviembre, las observaciones de Romer podr¨ªan ser un pilar fundamental del razonamiento que aboga por la sustituci¨®n de Summer y puede que incluso la del secretario del Tesoro, Timothy Geithner. La intensa expectaci¨®n ante los cambios en el equipo econ¨®mico del Gobierno queda ilustrada por la velocidad con la que esta semana se ha propagado por Wall Street y Washington un rumor, ahora disipado, acerca de que el alcalde Michael Bloomberg iba a sustituir a Geithner.

Pero ni siquiera un cambio radical de personal cambiar¨¢ el hecho de que, casi con seguridad, la Casa Blanca tendr¨¢ que hacer frente a un Congreso m¨¢s hostil en 2011. Los liberales enfadados querr¨¢n m¨¢s gasto, y los conservadores envalentonados, m¨¢s bajadas de impuestos. Dise?ar un acuerdo pol¨ªtico viable que tenga sentido desde el punto de vista econ¨®mico y no inquiete a los vigilantes de los bonos supondr¨¢ un desaf¨ªo enorme. Romer deber¨ªa sentirse aliviada, puesto que la tarea le corresponder¨¢ a otro. -