Momento de unidad
Muchas dudas y un mont¨®n de incertidumbres me sugiere el anuncio de ETA. De entrada, garant¨ªas de que sea el final de su locura, ninguna. Esperada la tregua por la necesidad de Batasuna de volver a la legalidad y por el cambio de convicci¨®n de sus nuevos dirigentes, la respuesta de ETA me resulta insuficiente. Y me duele que sea un gesto hacia EA-HB y no la aceptaci¨®n de la exigencia de la ciudadan¨ªa.
La prudencia y unidad de criterio en el PSOE, PP, IU, PNV y Aralar es inexcusable. Y a corto plazo, necesitaremos un an¨¢lisis de los especialistas sobre cu¨¢l es la voluntad real de ETA. Porque esta vez no pueden enga?arnos, desde su debilidad, con un periodo de avituallamiento, ni con una jugada para crear contradicciones a los dem¨®cratas.
Por ello el PP deber¨ªa confiar a Zapatero y al lehendakari el liderazgo en la respuesta, desde la responsabilidad de Estado y la transparencia con la sociedad. Sea como fuere, la ciudadan¨ªa no deber¨ªa quedar de nuevo al margen del proceso en una espera desmovilizadora y como mera espectadora. Lo que sucedi¨® en la anterior tregua.
Me reitero en que ha de dar pasos en b¨²squeda de la regeneraci¨®n moral de la sociedad vasca, un clima superador del odio que propicie avances hacia la concordia c¨ªvica y situar al mundo pol¨ªtico de ETA ante la reflexi¨®n por el grave da?o causado. Porque ganar la paz no significa lograr la convivencia y la libertad para todos.
No sabemos nada del cese de las amenazas a empresarios por el TAV, ni del recuerdo a las v¨ªctimas -que no su utilizaci¨®n partidista-. Y a ellos dirijo la mirada emocionada. Porque si ganamos la paz ser¨¢ para compartirla.
Od¨®n Elorza es alcalde de San Sebasti¨¢n (PSE)
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