El naval renuncia al gran proyecto gallego de reparaci¨®n de buques en Vigo
El sector aplaza el plan que le librar¨ªa de depender de la construcci¨®n de barcos
En una sala de juntas del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, un pu?ado de empresarios acordaba el pasado 10 de agosto poner en punto muerto uno de los mayores proyectos de la industria naval gallega. El Centro de Reparaciones Navales, empresa fundada en diciembre de 2006 por 55 auxiliares del sector, le devolv¨ªa a los 36 socios que todav¨ªa quedan el importe de sus aportaciones. Cada firma mantiene una acci¨®n de 18.000 euros, a modo testimonial, para no dar carpetazo definitivo al proyecto.
El plan se gest¨® en plena ¨¦poca de vacas gordas, cuando los astilleros y sus proveedores disfrutaban de barra libre de liquidez en los bancos y de carga de trabajo para varios a?os. Se sumaron medio centenar de empresas -algo in¨¦dito-, que vieron venir el final de la fiesta. Sab¨ªan que tarde o temprano la cartera de pedidos de los grandes (Vulcano, Barreras, Freire) decaer¨ªa, como est¨¢ ocurriendo, y se volvieron hacia el corredor mar¨ªtimo de Fisterra, que cada a?o atraviesan 45.000 buques. "Podemos organizarnos para convertirnos en un punto de atracci¨®n y reparar todos los grandes barcos que llevamos a?os construyendo", reflexionaba entonces Jos¨¦ Garc¨ªa Costas, vicepresidente de Barreras y presidente del Centro de Reparaciones. Las pymes intu¨ªan que a todos esos potenciales clientes de servicios de taller que todav¨ªa no captaban trabajando por separado se pod¨ªan sumar pronto los grandes metaneros con destino a Reganosa y los usuarios de los puertos exteriores.
Para conseguir armar una gran plataforma de servicios navales organizaron la compra de las instalaciones de Metalships en Teis (Vigo) y de sus dos diques flotantes de 127 y 162 metros de eslora. Eran los ¨²nicos de Espa?a que permit¨ªan reparar barcos de hasta 160 metros de eslora, la herramienta que les faltaba para ponerse en el mapa. Pero el acuerdo se les escurri¨® entre los dedos. "Al final creo que Manuel Rodr¨ªguez [el presidente de Rodman] tens¨® demasiado la cuerda", recuerda Rafael Outeiral, de la empresa Nodosa, que todav¨ªa es accionista del Centro de Reparaciones. Rodr¨ªguez pidi¨® 55 millones de euros por el paquete: 80.000 metros cuadrados de instalaciones al borde del mar, los diques y los terrenos de la antigua conservera N¨²?ez Rey que se utilizaban como almac¨¦n.
Los impulsores del proyecto, la Asociaci¨®n de Industriales Metal¨²rgicos (Asime), esperaban poder duplicar la mano de obra del naval y facturar 75 millones de euros en 2010. Durante meses Jos¨¦ Garc¨ªa Costas se reuni¨® con la Xunta, entonces dirigida por el bipartito, buscando ayudas a la financiaci¨®n. El Igape y la sociedad de capital riesgo XesGalicia intentaron avalar buena parte de los cr¨¦ditos que hac¨ªan falta mientras los socios suscrib¨ªan varias ampliaciones de capital.
Empezaron los problemas: las empresas peque?as, con poca capacidad, no pudieron asumir el ritmo de compra de acciones. Pero el escollo definitivo lleg¨® desde Bruselas, que proh¨ªbe las subvenciones a la construcci¨®n naval (Metalships no deja de ser un astillero), lo que les llev¨® a negociar otro emplazamiento dentro de la r¨ªa que tambi¨¦n fall¨®.
Cuatro a?os despu¨¦s, el capital inicial de 10 millones de euros se ha quedado en 600.000. "La sociedad sigue viva", advierte Garc¨ªa Costas. "Ahora no es el momento, pero esperaremos a que haya otra oportunidad". Desde Asime, su director Enrique Mall¨®n cree que hay que pasar p¨¢gina: "El Centro de Reparaciones no es noticia. Estamos abriendo mercado en Brasil, buscando oportunidades en Alemania, tenemos que exportar".
El responsable de Nodosa deja la pregunta en el aire: "?C¨®mo nos ir¨ªa ahora si hubi¨¦ramos hecho semejante inversi¨®n?".
El blog de Tahoces
El 16 de febrero de 2009, el funcionario ?ngel Bernardo Tahoces, hoy director general de Industria, escrib¨ªa en su blog un documentado art¨ªculo sobre el sector naval.
"La actividad de la construcci¨®n y reparaci¨®n naval en Galicia", dec¨ªa, "acredita una facturaci¨®n superior a los 1.400 millones de euros anuales seg¨²n la patronal del sector [...] El futuro de la construcci¨®n y reparaci¨®n naval es sumamente positivo y esperanzador". Ante este panorama se preguntaba: "?Qu¨¦ est¨¢ haciendo el Gobierno gallego en su conjunto, que no la Conseller¨ªa de Industria individualmente, y el Gobierno de Espa?a ante un sector industrial de pujanza y con futuro en unos tiempos de profunda crisis y recesi¨®n? La respuesta es contundente, NADA". As¨ª, con letras may¨²sculas, Tahoces respond¨ªa a sus propios interrogantes.
Insist¨ªa en que "la falta de ayudas" del gobierno bipartito estaba condenando al "olvido definitivo" del proyecto vigu¨¦s de reparaciones mientras la Xunta permanec¨ªa, seg¨²n ¨¦l, "impasible ante la p¨¦rdida de estas oportunidades esenciales en la dinamizaci¨®n econ¨®mica de Galicia". Meses despu¨¦s de publicar el art¨ªculo, el PP gan¨® las elecciones y Tahoces se convirti¨® en n¨²mero dos de la Conseller¨ªa de Econom¨ªa que dirige Javier Guerra.
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