Las ra¨ªces de Camps

Con su irresistible vis c¨®mica, reforzada esta vez mediante imaginarias pataditas en el suelo, el presidente Camps inaugur¨® en Alicante el nuevo curso del PP de la Comunidad Valenciana con una brillante lecci¨®n de bot¨¢nica aplicada a la pol¨ªtica. A diferencia de los socialistas, que no defienden "nuestra tierra, nuestra identidad y nuestro orgullo", los populares son como las naranjas, que resisten las heladas y los calores. La victoria del PP en las auton¨®micas se da por supuesta: "No hay quien mueva a quien tiene las ra¨ªces en esta tierra". Ausente Rajoy del acto, Esteban Gonz¨¢lez Pons, uno de los tapados para sustituir a Camps en las auton¨®micas de mayo si las vicisitudes judiciales viniesen mal dadas para el PP, fue el encargado de cubrir de elogios superlativos al Muy Honorable presidente y de anunciar su candidatura electoral.

El presidente de la Generalitat valenciana inaugura el curso con una lecci¨®n de bot¨¢nica pol¨ªtica

Pero la implantaci¨®n de los populares en la Comunidad Valenciana no nace de esa m¨ªmesis tel¨²rica con el paisaje. Dos rodrigones han ayudado decisivamente al crecimiento de su hegemon¨ªa: la utilizaci¨®n predemocr¨¢tica de las Cortes valencianas para pisotear los derechos de las minor¨ªas y el ben¨¦volo tratamiento dispensado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) al presidente Camps, imputado por un delito de cohecho pasivo impropio relacionado con el caso G¨¹rtel.

Sin embargo, una sentencia dictada a finales de julio por el Constitucional, aceptando los cinco recursos de amparo interpuestos a lo largo de 2009 por el grupo Compromis contra la Mesa de las Cortes valencianas, mostr¨® la fragilidad de esa abusiva ventaja parlamentaria. El alto tribunal resuelve que la Mesa rechaz¨® sin motivaci¨®n 29 preguntas dirigidas al Gobierno de la Generalitat por los diputados de Compromis (sobre los contratos de la Administraci¨®n con el entramado G¨¹rtel, la contaminaci¨®n por residuos t¨®xicos en Mislata, las adjudicaciones de licencias de radio y televisi¨®n y el plan de emergencia exterior del pol¨ªgono El Serrallo de Castell¨®n), as¨ª como una proposici¨®n no de ley (en beneficio de un consejero provincial valenciano de la preguerra). La sentencia -el ponente fue el magistrado Manuel Arag¨®n- desmonta el incongruente artilugio utilizado para tratar de justificar la caprichosa negativa: la exclusi¨®n por el Reglamento de la C¨¢mara de las cuestiones referidas a personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas sin trascendencia p¨²blica dentro de la comunidad o de naturaleza estrictamente jur¨ªdicas. El alto tribunal concluye que esa arbitraria decisi¨®n vulnera el derecho de los diputados a ejercer sus funciones representativas, vinculadas con el control del Gobierno en el caso de las preguntas y con la promoci¨®n del debate pol¨ªtico en el supuesto de las proposiciones no de ley.

En el ¨¢mbito penal las ra¨ªces de Camps tambi¨¦n empiezan a pudrirse. Aunque el presidente de la Generalitat, imputado por aceptar el regalo de trajes y otras prendas de vestir obsequiados por la trama G¨¹rtel, fue sobrese¨ªdo por el TSJCV en agosto de 2009, el Supremo ha casado hace unas semanas esa resoluci¨®n y devuelto las actuaciones procesales a Valencia para que prosiga la instrucci¨®n. De a?adidura, un informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales del pasado 20 de julio sobre las actividades de la organizaci¨®n mafiosa capitaneada por Francisco Correa y sus connivencias con el PP incorpora nuevos hechos delictivos -desde el cohecho propio al tr¨¢fico de influencias, pasando por la financiaci¨®n irregular del PP- al inventario de las ilegalidades cometidas, de las que probablemente tendr¨¢ que responder el presidente Camps.

Si bien la inhibici¨®n del Tribunal Superior de Justicia de Madrid -destinatario del informe policial- en favor del TSJCV por razones de aforamiento se halla moment¨¢neamente bloqueada por el obstruccionismo del PP, el dise?o defraudatorio de la financiaci¨®n irregular de los populares valencianos denunciada es m¨¢s simple que el mecanismo de un chupete. En una operaci¨®n triangular di¨¢fana, varias compa?¨ªas beneficiarias de adjudicaciones otorgadas por diversas consejer¨ªas de la Generalitat pagaron mediante facturas ficticias el importe de las comisiones ilegales, adeudadas clandestinamente al PP (cientos de miles de euros) como soborno por sus labores de intermediaci¨®n, a Orange Market, una empresa de la trama Correa acreedora de servicios igualmente ocultos prestados al Partido Popular durante la campa?a electoral. Cuando la justicia -sea el TSJCV o el Supremo- se pronuncie sobre el asunto, seguramente Camps perder¨¢ el ¨²ltimo palo del sombrajo que hasta ahora le hab¨ªa protegido de las inclemencias del tiempo.