El chivo expiatorio
En Francia la crispaci¨®n identitaria, manifestada ahora con la expulsi¨®n de los gitanos, viene de arriba. Est¨¢ orquestada por las campa?as sobre la identidad nacional de un Gobierno obsesionado por la reelecci¨®n
Y pondr¨¢ Aar¨®n sus dos manos sobre la cabeza del macho cabr¨ªo vivo, y confesar¨¢ sobre ¨¦l todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados". Lev¨ªtico 16: 21.
El chivo expiatorio, por supuesto, y no en teor¨ªa, sino en la pr¨¢ctica. La teor¨ªa ha sido muy ¨²til: fueron chivos los jud¨ªos en la Alemania de la crisis econ¨®mica del 29; tambi¨¦n el dictador demonizado Sadam Husein y su pueblo tras el 11 de septiembre, una "p¨¢gina pasada" hoy con 100.000 muertos. La receta es tan est¨²pida que es asombroso que todav¨ªa funcione.
La explicaci¨®n econ¨®mico-filos¨®fica de las indecentes medidas de expulsi¨®n del pueblo roman¨ª en Francia y otros pa¨ªses europeos, ll¨¢mense gitanos, tsiganes o gypsies, es compleja pero f¨¢cil de digerir. Mientras las riquezas mundiales sigan tan mal repartidas como en la actualidad, la inmigraci¨®n ser¨¢ una realidad. Y la designaci¨®n de los inmigrantes como chivos expiatorios "criminalizados" es el ¨²ltimo instrumento para proteger la cohesi¨®n nacional cuando se hunden los sistemas de valores tradicionales.
La receta del chivo expiatorio es tan est¨²pida que es asombroso que funcione todav¨ªa
De los 500 millones de ciudadanos europeos, aproximadamente 10 millones son gitanos
En Francia, todo comenz¨® en julio de 2010 cerca de Orle¨¢ns. Unos franceses de la comunidad gitana saquearon una gendarmer¨ªa e hirieron a los agentes despu¨¦s de que muriera en un tiroteo uno de los suyos. El jefe del Estado respondi¨® ordenando la expulsi¨®n inmediata de varios miles de rumanos de la comunidad gitana a su pa¨ªs. Muchos aceptaron el viaje y los 400 euros que les ofrec¨ªan, porque saben que pueden volver dentro de unos meses, con Rumania dentro del espacio Schengen de libre circulaci¨®n. Pero la campa?a contra ellos se extendi¨® a las "personas itinerantes". Una andanada de afirmaciones e intenciones discriminatorias y racistas fue difundida por los ministros Hortefeux y Besson, as¨ª como por el presidente Sarkozy. Se habla de "desnaturalizar" a las personas de origen extranjero. Se anuncia la revocaci¨®n de la nacionalidad francesa para personas "naturalizadas" o para personas nacidas en Francia de padres de origen extranjero, adem¨¢s de otras medidas delirantes que exigen a los franceses nacidos en el extranjero, o de padres franceses nacidos en el extranjero, que ofrezcan "pruebas" de su nacionalidad francesa para la simple renovaci¨®n de su documento de identidad.
Las reacciones en el extranjero son conocidas. The New York Times titula "Xenofobia: expulsar al no franc¨¦s". The Times evoca a la Gestapo. The Wall Street Journal habla de "maniobra populista". Para el S¨¹ddeutsche Zeitung, "Nicolas Sarkozy multiplica los gestos", cosa que es cierta. La Stampa teme la llegada de los gitanos procedentes de Francia a Tur¨ªn... El diario b¨²lgaro Sepa evoca la "deportaci¨®n oficial m¨¢s masiva de Europa desde la II Guerra Mundial", pese a que Bulgaria es m¨¢s responsable que cualquier otro pa¨ªs de la dram¨¢tica situaci¨®n de sus gitanos, rumanos o no. Y art¨ªculos que recuerdan sin matices ni efem¨¦rides que lo justifiquen la redada del Vel d'Hiv de julio de 1942. Pero tambi¨¦n reacciones acertadas en el tono y el contenido como la del Devoir de Quebec, para el que "esta escalada contra los inmigrantes, gitanos y otros marginales se contradice con la trilog¨ªa republicana -libertad, igualdad, fraternidad- y con el art¨ªculo 1 de la Constituci¨®n, que garantiza la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos, sin distinci¨®n de origen, raza ni religi¨®n".
Ante esta demostraci¨®n de buena conciencia internacional, las reacciones francesas han pasado inadvertidas. Sin embargo, el 18 de agosto el editorial de Le Monde condenaba con m¨¢s firmeza que de costumbre la pol¨ªtica "c¨ªnica de un jefe de Estado que parece querer, ante todo, asegurarse la victoria en 2012. El presidente construye ese mismo muro. El de los prejuicios, los estereotipos, los enemigos interiores. Con su brutalidad f¨ªsica y verbal, el poder cierra la puerta a toda reflexi¨®n inteligente".
Despu¨¦s llegaron las de algunos socialistas y miembros de la mayor¨ªa presidencial. Y personalidades como Daniel Castagne, vicepresidente del Tribunal de Primera Instancia de Nantes, que, obligado a ordenar la evacuaci¨®n de un campamento ilegal de gitanos, denuncia "en nombre del pueblo franc¨¦s", "las carencias del Estado". "Los Rom no se mueven dentro de nuestros c¨®digos r¨ªgidos pero tienen derecho a una vivienda, una escuela y un m¨¦dico", dice la actriz francesa Fanny Ardant en nombre de la asociaci¨®n Dosta de Lucha contra los prejuicios y los estereotipos sobre los gitanos. Y ahora la campa?a "Contra la xenofobia de Estado", lanzada por 130 organizaciones con el apoyo de partidos, sindicatos y de la Uni¨®n Roman¨ª y su presidente, Juan de Dios Ram¨ªrez-Heredia, con un llamamiento a "organizar acciones de solidaridad y manifestaciones tambi¨¦n en el extranjero, ante las embajadas"; la primera se llev¨® a cabo el 4 de septiembre en la Place de la R¨¦publique en Par¨ªs y en varias ciudades.
Ahora bien, la pol¨ªtica incalificable del Gobierno franc¨¦s no impide ver lo que ocurre en otros lugares. Seg¨²n los datos del diario Le Figaro, de los 500 millones de ciudadanos europeos, aproximadamente 10 millones son "gitanos". En 2008, Italia empez¨® a fichar a los habitantes de los campamentos de n¨®madas y a tomarles las huellas digitales. En Alemania, existe la orden de expulsar "por etapas" a unos 10.000 roman¨ªes sin permiso de residencia. En el Reino Unido, se proyecta la creaci¨®n de una nueva figura delictiva que permitir¨ªa a los polic¨ªas detener a quienes se nieguen a expulsar de sus tierras a los 200.000 gypsies que las ocupan de forma ilegal. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a la Rep¨²blica Checa por matricular obligatoriamente a los ni?os gitanos en escuelas especiales para discapacitados mentales. Pese a las ayudas sociales de la UE, en 2008 la ONU reclam¨® a Atenas que tomara "medidas urgentes" para mejorar la "desesperada" situaci¨®n de los gitanos. En Suecia, los gitanos son una minor¨ªa reconocida, pero el 80% de los adultos est¨¢n en paro y la mayor¨ªa de los ni?os no acaba la educaci¨®n primaria. Espa?a es el pa¨ªs que sale mejor parado: el Plan de Acci¨®n para el Desarrollo de la Poblaci¨®n Gitana 2010-2012, con un presupuesto de 107 millones de euros a lo largo de tres a?os, prev¨¦ acciones en materia de "educaci¨®n, sanidad y vivienda, as¨ª como a favor de las mujeres" para los 800.000 gitanos que viven en el pa¨ªs.
En cuanto a Francia, tal vez enferma de identidad pero, sobre todo, de un Gobierno maniqueo y obsesionado por la reelecci¨®n, sigue siendo, con todo, "el pa¨ªs de Europa con m¨¢s budistas, jud¨ªos y sobre todo musulmanes, ateos y agn¨®sticos", escribe el historiador y polit¨®logo Patrick Weil. El pa¨ªs en el que la adhesi¨®n al principio de laicidad es m¨¢s elevado y el sentimiento de pertenencia a una misma naci¨®n m¨¢s fuerte que en ning¨²n otro lugar de Europa, seg¨²n el Pew Research Center. "En el Reino Unido, solo el 7% de los musulmanes se sienten brit¨¢nicos por encima de todo, mientras que en Francia son un 42% los que se sienten sobre todo franceses, incluso sin serlo oficialmente". Es tambi¨¦n, seg¨²n un sondeo de The Financial Times-Louis Harris, el ¨²nico pa¨ªs de Europa en el que la mayor¨ªa de los musulmanes (74%) tiene una opini¨®n favorable de los jud¨ªos y el ¨²nico en el que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n (69%) dice tener uno o varios amigos musulmanes, frente al 38% de los brit¨¢nicos y el 28% de los estadounidenses.
?Se trata, pues, de un fracaso total de la integraci¨®n a la francesa? De ninguna manera, aunque quede mucho por hacer, sobre todo respecto a los j¨®venes desempleados y sin educaci¨®n de las banlieues. Nos encontramos, m¨¢s bien, ante la fabricaci¨®n de un chivo expiatorio. "Desde 2007, las decisiones tomadas por las m¨¢ximas instancias del Estado enturbian todo y agudizan las tensiones", escribe Patrick Weil. La crispaci¨®n identitaria viene de arriba, orquestada por las campa?as sin justificaci¨®n alguna sobre la identidad nacional o por la creaci¨®n del Ministerio de Inmigraci¨®n, todo ello salpicado de peque?as expresiones discriminatorias e incluso racistas por parte de quienes deber¨ªan dar ejemplo y no evocar los fantasmas de otras ¨¦pocas.
"?Pens¨¦moslo! Aquel a quien se castiga no es quien ha cometido el delito. Es siempre el chivo expiatorio". Friedrich Nietzsche.
Nicole Muchnik es escritora y pintora. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.