Turqu¨ªa: una prueba para la esperanza
El refer¨¦ndum sobre la reforma constitucional del domingo decide si los turcos cambian el actual sistema de tutela militar y judicial para acelerar el acercamiento a Europa, u optan por un retroceso nacionalista
El refer¨¦ndum del pr¨®ximo domingo en Turqu¨ªa ha provocado mucho ruido y una gran polarizaci¨®n, sobre todo al cargarse de un mensaje que pregunta hacia d¨®nde va a encaminarse el pa¨ªs desde el punto de vista de su estabilidad social y su normalizaci¨®n pol¨ªtica.
Profundamente divididos en una serie de temas importantes, millones de turcos van a manifestarse, con su voto o su abstenci¨®n (como ya han declarado que van a hacer algunos kurdos), sobre varias cuestiones. Dir¨¢n si a¨²n conf¨ªan en el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), el partido gobernante, y su l¨ªder, Recep Tayyip Erdogan. Indicar¨¢n si tienen m¨¢s esperanzas depositadas en Kemal Kili?daroglu, que ha sustituido a Deniz Baykal como presidente del Partido Popular Republicano (CHP), la principal fuerza de oposici¨®n, con un programa incondicionalmente kemalista y alejado de la socialdemocracia.
La votaci¨®n es una oportunidad para resolver el oscuro pasado de opresi¨®n del pa¨ªs Lo importante es saber si Turqu¨ªa es capaz de vencer sus miedos y adoptar valores europeos
Catedr¨¢tico de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica. Universidad de Oviedo
Los partidarios de los grupos nacionalistas dejar¨¢n claro si aprueban o no las posturas adoptadas por sus partidos: los turcos que votaron al Partido Popular Nacionalista (MHP) parecen muy divididos entre s¨ª, mientras que los votantes kurdos -que son millones- han mostrado su desolaci¨®n por la decisi¨®n del Partido de la Paz y la Democracia (BDP), prokurdo, de boicotear por completo los comicios. En las familias de muchos de esos votantes sigue fresco el recuerdo del cruel y despiadado golpe militar de 1980 y consideran que el paquete de reformas que se somete a refer¨¦ndum es una oportunidad de resolver el oscuro pasado de opresi¨®n del pa¨ªs. En ese sentido, habr¨¢ que ver el enfrentamiento del domingo como una moci¨®n de confianza sobre todos los actores representados en el Parlamento.
?Qu¨¦ ofrece el paquete de reformas? Un examen de las enmiendas que propone nos ayuda a comprenderlo enseguida: sugiere cambios en 26 art¨ªculos, sobre todo para reforzar unos derechos humanos b¨¢sicos, ya existentes (igualdad de sexos, protecci¨®n de la vida privada, libertad de circulaci¨®n, creaci¨®n de la oficina del defensor del pueblo, etc¨¦tera), e introducir un derecho nuevo (la discriminaci¨®n positiva).
Propone cambios que pretenden consolidar el imperio de la ley; por ejemplo, elimina la generosa impunidad de la que han disfrutado hasta ahora los miembros civiles y militares de la vieja burocracia. Aparte de limitar la jurisdicci¨®n de los tribunales militares en favor de los civiles, contiene un nuevo plan para la elecci¨®n y composici¨®n de los dos ¨®rganos superiores del problem¨¢tico aparato judicial, el Tribunal Constitucional y el Consejo Supremo del Poder Judicial (la UE, aunque reitera que el paquete es insuficiente como medida democratizadora, apoya esos cambios en el sistema judicial).
Por ¨²ltimo, e igualmente importante, es el art¨ªculo propuesto para eliminar la impunidad de la que han gozado los generales que llevaron a cabo el golpe sangriento de 1980 y sus colaboradores.
Es decir, en el refer¨¦ndum se juega el futuro y se juega el pasado. Y adem¨¢s nos servir¨¢ para saber si los turcos tienen fe en la continuaci¨®n de las reformas y desean que sigan adelante, que ayuden a acercar al pa¨ªs a las estructuras de la UE. El hecho de que el refer¨¦ndum se celebre justo en el 30? aniversario del golpe hace que est¨¦ cargado de simbolismo y que tambi¨¦n sirva a los ciudadanos para preguntarse si est¨¢n verdaderamente dispuestos a enfrentarse con el pasado.
El refer¨¦ndum es un nuevo hito en la delicada transformaci¨®n de Turqu¨ªa en una democracia predecible, fiable, pr¨®spera y con estabilidad interna. Su experiencia hist¨®rica de opresi¨®n, el car¨¢cter de las cuestiones internas, los problemas cr¨®nicos de identidad ¨¦tnica, la lucha para desembarazarse de la tutela militar, es decir, su lucha constante por la libertad y los derechos, son aspectos con los que a los espa?oles les resultar¨¢ f¨¢cil identificarse.
Como Espa?a, un pa¨ªs tambi¨¦n orgulloso y en otro tiempo vulnerable, Turqu¨ªa experiment¨® gran sufrimiento y divisiones sociales. Las profundas brechas pol¨ªticas, manifestadas en las mentalidades democr¨¢ticas y militaristas, se volvieron a¨²n m¨¢s visibles bajo el Gobierno del AKP.
El motivo de que as¨ª sucediera fue que, gracias a los cambios radicales ocurridos a comienzos de la ¨²ltima d¨¦cada, al sustituir casi al 80% de los miembros de la clase pol¨ªtica tradicional en las elecciones de 2002, los turcos, por fin, consiguieron borrar los equilibrios consolidados en un r¨ªgido sistema tutelar que hab¨ªa servido de base para una alianza entre pol¨ªticos corruptos, la burocracia kemalista, un aparato militar intervencionista que actuaba pr¨¢cticamente como un "Estado dentro del Estado" y un sistema judicial terriblemente infectado por la ideolog¨ªa del Estado.
Los retos de entonces son a¨²n m¨¢s o menos los mismos, con la diferencia de que el AKP ha conseguido sobrevivir a repetidas amenazas de perturbaci¨®n del sistema democr¨¢tico. Ha tenido ¨¦xito con sus pol¨ªticas econ¨®micas, se ha hecho poco a poco con el control de algunas ¨¢reas de la Administraci¨®n, ha trabajado para el acercamiento a la UE, ha aprobado reformas y ha ampliado los poderes de los fiscales para poner en marcha investigaciones sobre los responsables de la guerra sucia contra los kurdos y, cosa m¨¢s importante, entre las altas instancias del Ej¨¦rcito, en busca de posibles planes de golpes de Estado.
A mediados de este a?o se llevaron a cabo varios procesos legales que llamaron mucho la atenci¨®n, con centenares de sospechosos, muchos de ellos ex oficiales de alto rango y oficiales en activo. La prensa, que inform¨® con libertad a pesar de las restricciones impuestas por los jueces, contribuy¨® a revelar la espantosa actividad clandestina desarrollada en el Ej¨¦rcito durante el ¨²ltimo decenio y rompi¨® los tab¨²es existentes en la sociedad. Los abogados kurdos se sienten esperanzados por el hecho de que se hayan abierto varias causas sobre la "guerra sucia", y los expertos turcos en derechos humanos recuerdan que los casos de tortura (en otro tiempo, una acusaci¨®n habitual contra Turqu¨ªa) se han reducido al m¨ªnimo, a casos individuales, gracias a la modernizaci¨®n de una polic¨ªa que era brutal.
Pero los cambios positivos no parecen convencer a la sociedad en su conjunto de que Turqu¨ªa est¨¢ progresando. Para muchos turcos de clase media, educados y que viven en las ciudades, lo importante era si el AKP, que tiene ra¨ªces islamistas, ten¨ªa un programa oculto para establecer un Gobierno autoritario mediante una islamizaci¨®n paso a paso. Muchos siguen pens¨¢ndolo. A pesar de los avances visibles, el AKP sigue sin convencer del todo al hombre de la calle y tiene una imagen negativa, sobre todo, entre las mujeres. Luego est¨¢n tambi¨¦n las fuerzas que nunca han cre¨ªdo en las virtudes de la democracia, por adhesi¨®n a la ideolog¨ªa proteccionista del kemalismo o por la categor¨ªa social de la que disfrutan.
Bajo la superficie de la imagen de divisi¨®n, existe una fuerte corriente de transformaci¨®n de la sociedad, controlada por un sistema autoritario que logr¨® sobrevivir gracias a la guerra fr¨ªa y retras¨® el progreso debido a la impunidad de sus generales.
Por consiguiente, no se trata de elegir entre el s¨ª y el no. El s¨ª puede debilitar el sistema tutelar asestando golpes democr¨¢ticos a uno de sus bastiones m¨¢s poderosos, las altas instancias judiciales; puede mantener encendida la llama del cambio, para acelerar el proceso reformista que exige la UE y preparar el terreno para una Constituci¨®n totalmente nueva. Una victoria del no, en cambio, podr¨ªa abrir la puerta a un retroceso, reanimar a las fuerzas antidemocr¨¢ticas con su programa antireformas y poner en marcha una nueva movilizaci¨®n del nacionalismo como respuesta a las demandas kurdas de autonom¨ªa pol¨ªtica y cultural. Introducir¨ªa adem¨¢s una etapa de Gobiernos d¨¦biles tras las elecciones del pr¨®ximo a?o. Y eso abrir¨ªa un nuevo periodo en el que Turqu¨ªa ser¨ªa un elemento imprevisible en la pol¨ªtica y la econom¨ªa.
Lo importante, por tanto, el domingo, ser¨¢ saber si Turqu¨ªa es capaz de vencer sus miedos, conserva su esperanza de adoptar los valores europeos y sabe apreciar esta hoja de ruta -aunque est¨¦ borrosa- para salir de una "casi democracia". Dada la ligera ventaja que tiene el s¨ª sobre el no (53% frente a 47%, seg¨²n sondeos fiables), parece que va a ser as¨ª.
Yavuz Baydar, periodista turco, es defensor del lector de Sabah y columnista de Today's Zaman. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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