?Espa?a fue blanco de Al Qaeda antes del 11-S?
A inicios del verano de 2001, cuando Amer Azizi regres¨® a Espa?a desde Afganist¨¢n, la decisi¨®n de atentar en nuestro pa¨ªs hab¨ªa sido tomada. ?La participaci¨®n en las guerras de Afganist¨¢n e Irak fue el detonante?
No es de extra?ar que los espa?oles, como en general los europeos, relacionen la amenaza que el terrorismo internacional supone para las sociedades occidentales con la implicaci¨®n de sus respectivos Gobiernos en las intervenciones militares en pa¨ªses cuyas poblaciones son mayoritariamente musulmanas. Mantienen adem¨¢s a tropas en esos pa¨ªses desarrollando labores de muy diversa ¨ªndole.
A la hora de valorar la amenaza inherente que supone esa violencia globalizada de inspiraci¨®n islamista, esas circunstancias han de ser sopesadas. En ellas se entremezclan la pol¨ªtica nacional, con su vertiente de asuntos exteriores, con dimensiones propias de la de seguridad y defensa. Pero no necesariamente constituyen el factor determinante -puede incluso que ni siquiera se trate del m¨¢s destacado- de cuantos deben ser tenidos en cuenta. Hay otros relevantes, como la ideolog¨ªa subyacente al fen¨®meno terrorista o determinados asuntos que se entienden mejor en clave de pol¨ªtica interior.
El 11-M ha sido y sigue siendo interpretado como consecuencia de la foto de las Azores
Pero ya est¨¢bamos en el punto de mira de los 'yihadistas' antes de implicarnos en Irak
Sigue d¨¢ndose por descontado que lo que verdaderamente puso a Espa?a en el punto de mira de Al Qaeda fueron dos factores. Primero, el muy visible alineamiento de La Moncloa con la Casa Blanca y Downing Street en la decisi¨®n de invadir Irak, reflejado de manera gr¨¢fica en la bien conocida foto de las Azores. Segundo, el despliegue de uniformados espa?oles en Irak a partir de agosto de 2003, apenas cinco meses despu¨¦s de que tropas estadounidenses y brit¨¢nicas iniciaran las acciones b¨¦licas que concluyeron, provisionalmente, con la toma de Bagdad.
La misi¨®n espa?ola se prolong¨® hasta poco despu¨¦s de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid y el posterior cambio de partido en el Gobierno , tras las elecciones generales celebradas tres d¨ªas despu¨¦s de aquella infame fecha. De hecho, los atentados del 11-M han sido y contin¨²an siendo interpretados b¨¢sicamente como una consecuencia del previo posicionamiento del Ejecutivo del Partido Popular sobre la cuesti¨®n iraqu¨ª y la implicaci¨®n militar en ese prolongado conflicto.
Sin embargo, no es menos razonable pensar que Espa?a ya era blanco de la ira de Osama Bin Laden y de sus seguidores con anterioridad a la invasi¨®n de Irak y al env¨ªo de soldados espa?oles all¨ª. Quiz¨¢ lo ¨¦ramos desde que, a comienzos de 2002, un contingente de nuestros ej¨¦rcitos iniciara su participaci¨®n en la misi¨®n de paz desarrollada por la OTAN en Afganist¨¢n, dentro de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).
En alguno de sus comunicados, los propios terroristas del 11-M aludieron a ello y justificaron la decisi¨®n de volver a atentar en nuestro suelo al comprobar que no se contemplaba la retirada de Afganist¨¢n. La polic¨ªa frustr¨® el plan al localizar el piso alquilado por la c¨¦lula yihadista en Legan¨¦s en el que siete de sus miembros se inmolaron, el 3 de abril de 2004, tratando de ocasionar el mayor da?o posible.
Casi cuatro a?os despu¨¦s, una organizaci¨®n de talibanes paquistan¨ªes asociada con Al Qaeda, Therik e Taliban Pakistan, reconoci¨® estar detr¨¢s del fallido atentado suicida contra el metro de Barcelona que en enero de 2008 preparaban varios individuos condenados luego por la Audiencia Nacional. Los talibanes paquistan¨ªes se refirieron entonces al papel de Espa?a en Afganist¨¢n.
Hay, sin embargo, motivos para pensar que Espa?a se convirti¨® en blanco preferente de Al Qaeda antes de que en 2002 nuestros soldados se desplegaran en Afganist¨¢n. M¨¢s concretamente, es posible que la voluntad de perpetrar un gran atentado en territorio espa?ol se remonte nada menos que al oto?o de 2001. Fue entonces cuando la c¨¦lula que Al Qaeda hab¨ªa establecido en Espa?a a mediados de los noventa fue desmantelada por la polic¨ªa.La mayor parte de sus integrantes, incluido el entonces l¨ªder de la misma, conocido por su sobrenombre de Abu Dahdah, fueron encarcelados.
No es una casualidad que entre los individuos que desempe?aron papeles fundamentales en el entramado terrorista del 11-M hubiese algunos que estuvieron estrechamente relacionados con aquel n¨²cleo yihadista, aunque por unas u otras razones no fueran detenidos en la operaci¨®n que desbarat¨® la mencionada c¨¦lula. Aquella operaci¨®n fue precipitada por los lig¨¢menes que la c¨¦lula espa?ola manten¨ªa con la de Hamburgo, es decir, con la de los terroristas del 11-S. Abu Dahdah y sus secuaces llevaban ya desde hace tiempo siendo objeto de investigaci¨®n policial y judicial por las autoridades espa?olas al igual que por las de otros pa¨ªses europeos y extraeuropeos.
Sin embargo, ahora existen nuevas razones para sospechar que Al Qaeda puso a Espa?a en su punto de mira no ya antes de que se produjera la invasi¨®n de Irak en 2003 o del env¨ªo de soldados espa?oles a Afganist¨¢n en 2002, sino antes de que la c¨¦lula que hab¨ªa formado en nuestro pa¨ªs resultara sustancialmente desarticulada por la polic¨ªa en el oto?o de 2001, dos meses despu¨¦s de los atentados de Nueva York y Washington. M¨¢s a¨²n, antes incluso del mismo 11-S.
Todo procede de un revelador documento elaborado por el denominado Centro Fayr para la producci¨®n informativa y que durante el ¨²ltimo trimestre del pasado a?o fue divulgado por Tauhid Press a trav¨¦s de varios portales de Internet significados por su contenido yihadista. Dicho documento, escrito en lengua ¨¢rabe por un cronista autorizado de Al Qaeda que utiliza su apodo de Abu Ubayda al Maqdisi, es parte de una serie sobre lo que en el mismo se da en denominar como m¨¢rtires del Magreb lejano en la tierra del Hindu Kush, en referencia a destacados militantes de esa estructura terrorista originarios de Marruecos que han muerto en Afganist¨¢n o en Pakist¨¢n.
Se trata del fasc¨ªculo quinto de la aludida serie, dedicado por entero a Amer Azizi, un marroqu¨ª que fue un destacado miembro de la c¨¦lula de Al Qaeda en Espa?a, dentro de la cual se desenvolv¨ªa como lugarteniente del propio Abu Dahdah. Ese individuo eludi¨® la operaci¨®n policial que desmantel¨® dicha c¨¦lula en noviembre de 2001 y huy¨® a Afganist¨¢n tras pasar por Ir¨¢n.
EL PA?S public¨® en exclusiva, el 17 de diciembre de 2009, que Amer Azizi muri¨® en la madrugada del 1 de diciembre de 2005 , a consecuencia de un misil lanzado desde una aeronave estadounidense no tripulada contra un enclave cercano a la capital administrativa de Wazirist¨¢n del Norte. Tambi¨¦n se?al¨® que entonces ejerc¨ªa como n¨²mero dos de Hamza Rabia, responsable de las actuaciones de Al Qaeda en Europa y Norteam¨¦rica, quien perdi¨® la vida en ese mismo ataque del que era el principal objetivo. Pues bien, el mencionado documento, de cuya existencia dio tambi¨¦n cuenta EL PA?S el 8 de mayo de 2010 , no solo confirmaba que Amer Azizi era adjunto de Hamza Rabia cuando ocurri¨® el 11-M. Tambi¨¦n narra lo que este antiguo integrante de la c¨¦lula de Al Qaeda en Espa?a hizo y pretend¨ªa antes del 11-S.
Aunque es una informaci¨®n que se halla en el sumario abierto en la Audiencia Nacional por el desmantelamiento de esa c¨¦lula, el texto firmado por Abu Ubayda al Maqdisi corrobora que, antes del 11-S, Amer Azizi estuvo en campos de entrenamiento de Afganist¨¢n. Pero lo que no figura en aquellos legajos judiciales y s¨ª en el eludido escrito yihadista es que, tras unos meses "reuni¨¦ndose con los que ten¨ªan a su cargo los campos de adiestramiento a los cuales se incorpor¨®", volvi¨® a Espa?a "con la esperanza de llevar a cabo una acci¨®n yihadista en esas tierras usurpadas", en alusi¨®n a Al Andalus, la Espa?a islamizada.
M¨¢s a¨²n: "Una vez en la Espa?a de la Cruz, se empez¨® a preparar, en compa?¨ªa de otros compa?eros de yihad, para atacar blancos de los cruzados". Pero, como relata el documento, "los servicios espa?oles de inteligencia detuvieron pronto a la mayor¨ªa de los miembros de la c¨¦lula yihadista, algo que coincidi¨® con los benditos ataques de Nueva York y Washington". Queda claro que Espa?a era blanco de Al Qaeda antes del 11-S. A inicios del verano de 2001, cuando Amer Azizi regres¨® a Espa?a desde Afganist¨¢n, la decisi¨®n de preparar un atentado en suelo espa?ol hab¨ªa sido tomada.
Fernando Reinares es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos e Ignacio Cembrero es periodista de EL PA?S.
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