Nueva York vive por primera vez dividida la conmemoraci¨®n del 11-S
Dos manifestaciones en pro y en contra de la construcci¨®n de una mezquita recorren la ciudad
El sobrio homenaje ha dado paso a una guerra de proclamas por la construcci¨®n de una mezquita. Si a primera hora de hoy, los pol¨ªticos y los familiares de las 2.752 v¨ªctimas de los atentados contra las Torres Gemelas protagonizaban un contenido acto de recuerdo de los fallecidos, momentos despu¨¦s, concentraciones, rezos y manifestaciones a favor y en contra de la edificaci¨®n de un centro isl¨¢mico se adue?aban de la zona cero.
Junto a la zona de los atentados, en perenne fase de construcci¨®n, bajo sus gr¨²as coronadas con banderas norteamericanas, la polic¨ªa local de Nueva York ha sellado la calle donde se alza Park 51, el edificio en cuyo solar el im¨¢n Abdul Feisal Rauf quiere construir su centro musulm¨¢n. El gobierno local, liderado por el alcalde Michael Bloomberg, le ha dado permiso. La Casa Blanca ha defendido la libertad de cualquier fe de construir un lugar pac¨ªfico de rezo en cualquier solar privado.
La ultraderecha, sin embargo, disinti¨®. Una amalgama de banderas norteamericanas, biblias y crucifijos se han manifestado en las esquinas de la calle cortada por la polic¨ªa. Por doquier aparec¨ªa el emblema del movimiento radical del Tea Party: banderas amarillas con una serpiente estampada. El Islam conquistar¨¢ el mundo, dec¨ªa una pancarta. Mahoma, profeta de la intolerancia, rezaba otra.
La escena no reflejaba para nada la apesadumbrada unidad que han exhibido los neoyorquinos en pasados aniversarios del llamado 11S. La zona cero era un griter¨ªo. Un pastor de la organizaci¨®n evang¨¦lica Operation Save America, llegado de Tejas, arengaba a los viandantes con un altavoz: "Nos hemos alejado de Dios, el Islam ataca al mundo". "?Que dimita Obama!", gritaba una mujer. "El Islam no es una religi¨®n, es una guerra", a?ad¨ªa otra.
"Esta naci¨®n se fund¨® sobre principios cristianos. Los musulmanes mataron a miles de personas el 11S. Y ahora quieren burlarse de nosotros con esa mezquita", explicaba Becky Puckett, de 52 a?os, llegada de Dallas. "El Islam es la ideolog¨ªa del demonio". A esto a?ad¨ªa David Banham, de 34 a?os, de Charlotte: "El Cor¨¢n admite la mentira y la violencia para defender a su dios. No es una religi¨®n, es una afrenta".
Un grupo de defensores de la mezquita hab¨ªa organizado una vigilia pac¨ªfica, con rezos y velas, en la madrugada del viernes. Hoy, sin embargo, han asumido una actitud m¨¢s beligerante. A una manzana del lugar elegido para la mezquita, en el parque de City Hall, han organizado la contramanifestaci¨®n. Unas 300 personas cantaban y gritaban al un¨ªsono a favor de lo que defend¨ªan como tolerancia religiosa, con pancartas en las que se le¨ªa: "No al racismo, s¨ª a la mezquita", "Qu¨¦ os parecer¨ªa si quem¨¢ramos un crucifijo?" o "Los musulmanes llevan en Nueva York 400 a?os".
"Me ofende que me consideren igual que a aquellos musulmanes radicales que perpetraron los atentados", dec¨ªa Tahir Bett, musulm¨¢n neoyorquino de 30 a?os, nacido en Pakist¨¢n. "Entiendo el argumento de que el lugar puede ser pol¨¦mico. Pero para ellos lo es s¨®lo porque equiparan nuestra fe con los actos de unos pocos radicales. ?Qu¨¦ les parecer¨ªa si les dijera que, por el hecho de que George Bush invadiera Irak todos deber¨ªan pensar que el cristianismo es una fe violenta?".
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