El independentismo se disgrega en su d¨ªa grande

Un solo grito, independencia. Pero cantado por hasta 16 plataformas y partidos, algunos de irreconciliables intereses, que mantienen el soberanismo disgregado en diferentes opciones. As¨ª fue la manifestaci¨®n de ayer de la Diada, una prueba para los independentistas despu¨¦s de la exhibici¨®n de m¨²sculo que supuso la marcha del pasado 10 de julio, contra el recorte del Estatuto. El clima que marc¨® esa cita, en el que triunf¨® la protesta ciudadana m¨¢s all¨¢ de los pol¨ªticos, se diluy¨® como azucarillo en agua tras un verano en el que los intentos de lograr unirse de cara a los comicios de oto?o han acabado en fracaso.

Muriel Casals, presidenta de ?mnium Cultural, pidi¨® el mantenimiento del esp¨ªritu del 10-J.

Sin embargo, no se logr¨®. Con unas encuestas que sit¨²an el soberanismo en su cota m¨¢s alta, con el 24% de catalanes que se declararan independentistas, los partidos y plataformas no supieron aglutinar m¨¢s all¨¢ de los fieles. Incluso baj¨® la participaci¨®n respecto al a?o pasado: asistieron, seg¨²n la Guardia Urbana, 9.000 personas frente a las 15.000 de 2009, con un clima en el que qued¨® claramente marcada la divisi¨®n soberanista.El baj¨®n participativo se ejemplific¨® en Joan Laporta, el ex presidente del Bar?a que lidera el partido Solidaritat Catalana per la Independ¨¨ncia. El a?o pasado se dio un triunfal ba?o de masas como invitado especial a la fiesta soberanista; este a?o, obligado a participar como un pol¨ªtico m¨¢s, prefiri¨® el f¨²tbol a la manifestaci¨®n. La marcha fue un pulso entre las opciones pol¨ªticas con m¨¢s puntos para entrar al Parlament tras las pr¨®ximas elecciones. B¨¢sicamente, entre el partido de Laporta y Reagrupament, liderada por Joan Carretero.

Ambas formaciones plantearon una batalla de merchandising y visibilidad en la que sali¨® ganando el ex consejero de ERC. La pancarta de Reagrupament fue la que agrup¨® a m¨¢s gente; la de Solidaritat, pese a poner en primera fila a todas las caras conocidas de las que se nutre el partido -a excepci¨®n de Laporta, que tras hacerse unas fotos abandon¨®-, no aglutin¨® a tantos manifestantes.

Cerrando la marcha, Esquerra Republicana, inmersa en su propia batalla para evitar la fuga de votos que le pronostican los sondeos. Los republicanos lo intentaron con su cara m¨¢s festiva, con un s¨¦quito que inclu¨ªa un escenario m¨®vil y una batucada, pero que se qued¨® corto frente a la movilizaci¨®n de Reagrupament.

Los grupos radicales tambi¨¦n tuvieron su protagonismo. Tras la manifestaci¨®n, que encabezaron plataformas de la izquierda independentista, dos encapuchados quemaron una foto del Rey en el paseo del Born. En el mismo escenario deb¨ªa celebrarse por la ma?ana una manifestaci¨®n en apoyo a presos de ETA que prohibi¨® el viernes el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Moreno argument¨® que el acto, en el que se agasajaba a Marina Bernad¨®, colaboradora de la banda terrorista, y a Lola L¨®pez, integrante del comando Barcelona, supon¨ªa un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Los manifestantes consiguieron burlar la prohibici¨®n y celebrar su protesta. Los Mossos d'Esquadra desplegaron un gran dispositivo de antidisturbios frente al paseo. A 10 metros, en el Fossar de les Moreres -lleno hasta los topes en la Diada-, una cuarentena de j¨®venes reclamaron la libertad de las presas, frente a la pasividad de los agentes antidisturbios, que no hicieron nada para evitar el homenaje. Un portavoz de la polic¨ªa auton¨®mica explic¨® que la acci¨®n a favor de los presos que se celebr¨® no era la misma que la vetada por el juez Moreno.