La agon¨ªa del carb¨®n
Carece de sentido mantener una pol¨ªtica de apoyos p¨²blicos a una industria inviable
El sector del carb¨®n vive en Espa?a una agon¨ªa que dura d¨¦cadas y que tiene una fecha l¨ªmite, 2014, si prospera la decisi¨®n de la Uni¨®n Europea de prohibir las ayudas p¨²blicas a las explotaciones carbon¨ªferas a partir de esa fecha. Los problemas del sector son de naturaleza econ¨®mica y tambi¨¦n medioambiental. Desde el punto de vista econ¨®mico, el carb¨®n nacional no es competitivo con el importado, no solo por la diferencia de salarios o condiciones de trabajo en los pa¨ªses emergentes, sino porque nuestros yacimientos no son comparables en calidad y facilidad de extracci¨®n con los de otros pa¨ªses. Las razones medioambientales son claras: el carb¨®n es el combustible f¨®sil m¨¢s contaminante y cualquier proyecto de disminuci¨®n de emisiones de CO2 a la atm¨®sfera debe incluir la disminuci¨®n de su presencia como fuente de energ¨ªa primaria.
Se alude al carb¨®n nacional como reserva estrat¨¦gica de energ¨ªa. Es cierto, pero el hecho es que en el momento actual el parque de generaci¨®n est¨¢ sobredimensionado en Espa?a, con una importante penetraci¨®n de renovables y plantas de ciclo combinado de gas natural, menos contaminantes y de mayor rendimiento, que funcionan un n¨²mero de horas muy inferior al que ser¨ªa aconsejable en funci¨®n de los contratos de suministro de gas. Hoy por hoy parece m¨¢s sensato conservar esa reserva estrat¨¦gica en los yacimientos que empe?arse en quemarla de forma inmediata.
Las subvenciones al sector alteran el funcionamiento del mercado energ¨¦tico, en particular las subvenciones a las renovables, pero estas son un sector de futuro, por razones medioambientales y de independencia energ¨¦tica, que debe ser apoyado para que pueda llegar a competir con las fuentes de energ¨ªa convencionales. No es el caso del carb¨®n.
Queda el problema social, agudizado estos d¨ªas, provocado por la p¨¦rdida de importancia del sector. Hay zonas de Espa?a que han vivido tradicionalmente de la miner¨ªa del carb¨®n y que se resentir¨¢n gravemente con su cierre. Es el factor que justifica una pol¨ªtica de apoyos p¨²blicos. Pero a la vista del conjunto de circunstancias ser¨ªa m¨¢s sensato, aunque m¨¢s dif¨ªcil, encarar directamente la dinamizaci¨®n de esas zonas con nuevas actividades econ¨®micas en lugar de persistir en una pol¨ªtica que se revelar¨¢ inviable m¨¢s pronto que tarde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Huelgas sectoriales
- Carb¨®n
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Miner¨ªa
- Presidencia Gobierno
- Huelgas
- Conflictos laborales
- Pol¨ªtica energ¨¦tica
- Combustibles f¨®siles
- Relaciones laborales
- Administraci¨®n Estado
- Combustibles
- Energ¨ªa no renovable
- Econom¨ªa
- Trabajo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Fuentes energ¨ªa
- Energ¨ªa
- Materias primas
- Industria