Un puente a ninguna parte
La paralizaci¨®n del enlace de la AP-7 con la autov¨ªa A-2 provoca colas diarias
Un puente a medio hacer destaca en el paisaje de las carreteras del norte del Baix Llobregat. Es un proyecto encallado que trae de cabeza a administraciones, a partidos y, especialmente, a miles de conductores del Baix Llobregat y Vall¨¨s. Las obras de construcci¨®n del enlace de la autopista AP-7 con la autov¨ªa A2 a la altura de Castellbisbal (Vall¨¨s Occidental) est¨¢n paralizadas por el recorte presupuestario del Ministerio de Fomento.
El puente es una obra estrat¨¦gica para descongestionar los accesos al ¨¢rea metropolitana, ya que conecta con la B-30 y la A-2, y forma parte del corredor del Mediterr¨¢neo, que recorre toda Catalu?a por el litoral.
Con las obras congeladas, la autov¨ªa A-2 sufre las consecuencias de la falta de un enlace directo con la AP-7. Cada d¨ªa, largas colas de veh¨ªculos se forman en esta v¨ªa para evitar pagar el peaje de Martorell.
Rafael S¨¢nchez, comercial que pasa a diario por esta ruta, es uno de los conductores damnificados. "Tengo que ir hasta Molins de Rei o Sant Vicen? dels Horts y conducir media hora para coger el enlace con la AP-2 para ir a Girona. Si estuviera el puente hecho, podr¨ªa llegar a la autopista en cinco minutos".
Los colapsos se intensifican especialmente en tramos como los de Sant Andreu de la Barca y Rub¨ª, utilizados por los conductores que quieren evitar pagar el peaje. Entre ellos, Juli¨¢n Martos, un transportista que trabaja en Rub¨ª. "Tardo 25 minutos en coger la autopista porque me tengo que ir hasta Martorell. Con el enlace me ahorrar¨ªa mucho m¨¢s tiempo y horas de cola", critica.
Seg¨²n el Ministerio de Fomento, cuando el ministro Jos¨¦ Blanco anunci¨® el pasado julio la paralizaci¨®n de las obras, presupuestadas en 46 millones de euros, estaba ejecutado m¨¢s del 65% de la infraestructura.
Los alcaldes de los municipios afectados por el par¨®n no comprenden que se hayan detenido unas obras que est¨¢n "casi acabadas". "Es peor no seguir con la obra que pararla en el momento avanzado en el que se encuentra", defiende Dolors Conde, alcaldesa de Castellbisbal.
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