Cada uno juega su papel
La detenci¨®n de la c¨²pula de Ekin, el comisariado pol¨ªtico de ETA en la izquierda abertzale, ha confirmado lo que el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, advirti¨® el 6 de septiembre, al d¨ªa siguiente de que la banda terrorista hiciera p¨²blico el comunicado en el que anunciaba su par¨®n t¨¦cnico: que las Fuerzas de Seguridad del Estado no estaban en tregua. Rubalcaba sab¨ªa que esa afirmaci¨®n se iba a corroborar pronto con una operaci¨®n policial que ya estaba en marcha y que culmin¨® ayer. Y tanto Rubalcaba como el ministro de Justicia, Francisco Caama?o, lo volvieron a subrayar ayer: "No ha cambiado nada".
El Gobierno, con el apoyo de la mayor¨ªa de los partidos democr¨¢ticos, est¨¢ jugando su papel ante un par¨®n de ETA que no le ofrece garant¨ªas y ha decidido mantener la pol¨ªtica antiterrorista. Esto es, mantener la presi¨®n sobre ETA y enviar a la izquierda abertzale el mensaje de que si quiere regresar a la legalidad tiene solo dos opciones: o convencer a la banda de que deje las armas o condenarla. Lo hace con las palabras y con los hechos. Pero en la medida en que el Ministerio del Interior ataca a los sectores activos de ETA provoca un efecto inducido favorable para la mayor¨ªa de la izquierda abertzale: despejar de obst¨¢culos el camino para avanzar por la v¨ªa de los medios pac¨ªficos por los que apost¨® masivamente en las asambleas celebradas de noviembre de 2009 a febrero de 2010.
Poca gente sabe que en dichas asambleas fueron miembros de Ekin -cuya c¨²pula fue detenida ayer- quienes se opusieron a las tesis del cambio de estrategia, del abandono de la violencia, recogido en el documento de Alsasua, de noviembre de 2009, impulsado por Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Rafael D¨ªez Usabiaga. E incluso, algunos de ellos fueron expulsados de las asambleas, por decisi¨®n mayoritaria, por su actitud, algo in¨¦dito en la historia de la izquierda abertzale, donde la voz de quienes se consideraban comisarios pol¨ªticos de ETA era incuestionable en el pasado.
Lo mismo puede decirse de la detenci¨®n en mayo de Mikel Carrera Ata, el ¨²ltimo jefe militar de ETA que permanec¨ªa en libertad de los que decidieron la ruptura de la tregua de 2006. Posteriormente, Carrera protagoniz¨® varios choques, que perdi¨®, con la c¨²pula de la izquierda abertzale a cuenta de la forma de encarar las elecciones vascas y las europeas de 2009. Tambi¨¦n trat¨® de mediatizar sin ¨¦xito el proceso de debate en la izquierda abertzale entre noviembre de 2009 y febrero de 2010. Cuando la polic¨ªa francesa le detuvo en mayo, preparaba un plan de refuerzo y legitimaci¨®n de la banda terrorista.
La detenci¨®n del grupo de abogados que hac¨ªa de enlace entre la c¨²pula de ETA y los presos, en abril, fue otro golpe policial en la misma direcci¨®n. Liber¨® a numerosos presos de ETA de la presi¨®n de la c¨²pula de la banda. Esta operaci¨®n facilit¨® que hoy, la mayor¨ªa de los presos de ETA, sin llegar a la disidencia, est¨¦n alineados con las posiciones de Otegi, partidario de arrastrar a la banda a su final.
Curiosamente, Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, uno de los principales responsables de la ruptura de la tregua de ETA en 2006, encarcelado en Francia, ha reconocido, en privado, que fue un error el atentado de la T-4 y que aquella oportunidad perdida no volver¨¢ a repetirse.
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