Francia veta el 'burka' en la calle con un respaldo abrumador

El Senado franc¨¦s aprob¨® ayer casi por unanimidad la ley contra el velo integral, un texto que prev¨¦ sancionar con 150 euros a toda mujer que vista el velo integral, sea niqab o burka, en el espacio p¨²blico. En el caso de quien obligue a llevar la prenda, la legislaci¨®n prev¨¦ hasta un a?o de c¨¢rcel y 30.000 euros de multa. Pese al encendido debate que ha animado a la sociedad francesa desde que el presidente Nicolas Sarkozy anunciara hace algo m¨¢s de un a?o solemnemente en un discurso en el palacio de Versalles que el "burka no es bienvenido en Francia", la prohibici¨®n cuenta con un apoyo apabullante entre los franceses, defensores del modelo de integraci¨®n a trav¨¦s de la laicidad.

"La integraci¨®n se ha hecho por la laicidad", explica un experto

Al igual que ocurri¨® en la votaci¨®n en la Asamblea Nacional a principios del verano, el Senado ratific¨® ayer el texto de ley con los votos a favor del partido gubernamental Uni¨®n por un Movimiento Nacional, los centristas y alg¨²n pol¨ªtico de la oposici¨®n. Sin embargo, la gran mayor¨ªa de los senadores de izquierdas no asistieron al pleno, lo cual explica el resultado de 246 votos a favor y tan solo uno en contra. El texto todav¨ªa debe ser validado por el Consejo Constitucional. En cualquier caso, las sanciones no se aplicar¨¢n antes de la primavera del a?o que viene, dado que prev¨¦ un periodo transitorio de "pedagog¨ªa" de seis meses.

La medida cuenta ya con un amplio respaldo de la poblaci¨®n francesa, seg¨²n las diferentes encuestas publicadas hasta la fecha. La ¨²ltima, realizada por el instituto estadounidense Pew Research Center a principios del verano, se?ala que el 82% de ellos apoyan el veto, frente al 17% que se declara contrario, independientemente de la pertenencia pol¨ªtica o del g¨¦nero. El estudio muestra una tendencia similar, aunque con un apoyo algo menor, en el resto de los pa¨ªses estudiados, incluida Espa?a, donde el 59% de la poblaci¨®n se dice a favor de la prohibici¨®n y el 37%, contraria. Cifras similares -el 71% y el 62% a favor respectivamente- se aplican a los encuestados en Alemania y en Reino Unido.

Europa difiere en esto de Estados Unidos, con un modelo de asimilaci¨®n m¨¢s abierto a la diversidad, donde el 65% se declara contrario a la prohibici¨®n.

"Este apoyo se explica por la forma en la que los franceses consideran la cuesti¨®n de la laicidad", explica St¨¦phane Roz¨¨s, polit¨®logo y profesor en el Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs. Francia es, en efecto, uno de los pa¨ªses que m¨¢s extranjeros ha integrado a lo largo de su historia y que cuenta ahora con m¨¢s musulmanes en su poblaci¨®n: entre cinco y seis millones, seg¨²n las ¨²ltimas estimaciones. "Pero esta integraci¨®n se ha hecho por la laicidad que entiende que cada uno existe como individuo y no como integrante de una comunidad o etnia", a?ade el polit¨®logo.

Este es, de hecho, el principal argumento pol¨ªtico defendido por la ministra de Justicia, Michelle Alliot Marie, al inicio del debate celebrado en el Senado. "El velo integral disuelve la identidad de una persona en la de una comunidad, expresa la voluntad de poner en marcha una visi¨®n comunitaria de la sociedad", se?al¨® la encargada de defender el proyecto de ley ante el Parlamento. "Vivir juntos supone la aceptaci¨®n de la mirada de otro, no es simplemente una cuesti¨®n de seguridad o de religi¨®n", a?adi¨®.

En el caso del velo integral, que seg¨²n cifras del Gobierno visten algo menos de 2.000 mujeres en Francia, adem¨¢s de ser visto como signo externo de pertenencia religiosa est¨¢ asociado a una forma de sumisi¨®n de la mujer, lo cual choca todav¨ªa m¨¢s de pleno con los valores de la Rep¨²blica. As¨ª lo dej¨® claro el discurso del presidente Sarkozy, cuando habl¨® de signo de "servidumbre" de la mujer y lo han repetido numerosos detractores del velo integral, sean asociaciones o pol¨ªticos de todo el espectro ideol¨®gico.

Para la soci¨®loga Claire De Galembert, del Instituto de Ciencias Sociales de Nanterre, esta nueva ley no se entiende sin la puerta abierta por la prohibici¨®n del pa?uelo en las escuelas p¨²blicas, en vigor desde 2004. Fue entonces, se?ala, cuando se asimil¨® la laicidad a la cuesti¨®n del feminismo y se abri¨® el debate sobre las limitaciones de la tolerancia religiosa. "Desde entonces ha cristalizado el debate p¨²blico en torno a esta prenda, convertida en s¨ªmbolo de lo que es leg¨ªtimo en nuestra sociedad y lo que no lo es", dice.