Agua gratis que acaba saliendo cara

La carta, escrita a mano y sin remitente, empezaba m¨¢s o menos as¨ª: "Mire usted, tengo complejo de gilipollas. Uno de mis vecinos tiene un jard¨ªn magn¨ªfico, todo verde, mientras que en el m¨ªo hay cuatro plantas secas. ?Y eso por qu¨¦? Porque yo pago el agua y ¨¦l, no". Pedro Ancillo, jefe del departamento de Fraude del Canal de Isabel II, a¨²n se acuerda de esa carta. El se?or acomplejado les indicaba, con esa campechan¨ªa, calle y n¨²mero del vecino del vergel. Y all¨ª que fueron. Los an¨®nimos de ciudadanos agraviados son una de las principales fuentes de informaci¨®n de este departamento del Canal, dedicado en exclusiva a pillar a los que roban agua.

Porque enchufar una tuber¨ªa a una acometida y empezar a consumir agua sin mediar contrato ni recibos es un robo, un delito, por m¨¢s que algunos de los pillados no sean del todo conscientes de ello. Por si acaso, el C¨®digo Penal lo deja bien claro en su art¨ªculo 255: se llama defraudaci¨®n de fluidos y se castiga con una pena de multa de tres a 12 meses. La mayor¨ªa de los enganches ilegales que investiga el Canal no llegan tan lejos, pero la v¨ªa judicial existe y se utiliza. De las 10.000 inspecciones relacionadas con fraudes de agua de los ¨²ltimos cinco a?os, el Canal ha denunciado ante la justicia unos 400, por los que reclama m¨¢s de 8,5 millones de euros.

"?Cu¨¢nto cuesta el agua? Nada. Lo que cuesta es que salga cuando se abre el grifo". Fue la primera ense?anza que recibi¨® Ancillo cuando entr¨® a trabajar al Canal. Las infraestructuras, el tratamiento del agua... Todo cuesta. Por eso defiende las inspecciones: "Es nuestra obligaci¨®n denunciar. Est¨¢n defraudando a una empresa p¨²blica". En lo que va de a?o, su departamento ha hecho 3.500 inspecciones por sospecha de enganches ilegales a la red. Entre un 60% y un 70% se confirmaron como fraudes. La mayor¨ªa de las veces, fue suficiente con invitar al defraudador a contratar el servicio. En otros casos, se les abri¨® expediente sancionador (unos 300 euros de multa). Y en unos pocos, 62 en concreto, la cosa lleg¨® a la v¨ªa penal.

El n¨²mero 62 se produjo ayer mismo. Once de la ma?ana. Calle de Londres de la capital. Una patrulla del Seprona aparca junto a un edificio de viviendas en construcci¨®n. Les esperan trabajadores del Canal de Isabel II, que les entregan un dossier con reportaje fotogr¨¢fico incluido y la denuncia para el juzgado. Son las pruebas del delito. Un inspector de la Unidad de Fraude del Canal ha estado investigando de d¨®nde sale el agua con la que la constructora fabrica el cemento y abastece toda la obra. Muy sencillo. Enganchando una tuber¨ªa negra a una acometida del Canal que hay en la acera, que el anterior propietario pidi¨® condenar (bloquear con una pieza parecida a un capuch¨®n) cuando abandon¨® el edificio.

Comprobarlo es f¨¢cil. Los agentes del Seprona piden a dos operarios que cierren la conexi¨®n. El agua no llega al resto del edificio, as¨ª que ese tiene que ser el punto de suministro. Adem¨¢s, no hay contador a la vista y al Canal no le consta que esa llave est¨¦ dada de alta. "Mire, esta es la denuncia del Canal de Isabel II de que han hecho una conexi¨®n ilegal de agua", informa uno de los agentes al responsable. "Ahora llamo al due?o", contesta este, que empieza a ponerse nervioso. Sobre todo cuando ve las fotos que ha hecho de extranjis el inspector: "Este se?or se ha metido en una obra sin permiso. Esta foto est¨¢ hecha desde arriba. Como no hay obras en Madrid, tienen que venir a la nuestra", va subiendo el tono de voz.

Los agentes hacen sus propias fotos, levantan acta y se marchan. Dos operarios del Canal cortan el agua. "Es que si no venimos y hacemos esto, pueden estar as¨ª otro a?o", dice Francisco Javier D¨ªaz, jefe de la Divisi¨®n de Fraude. "A veces se cabrean", a?ade para constatar que la reacci¨®n del responsable de esta obra, de la que sospechan que est¨¢ robando agua desde noviembre de 2008, fecha de la licencia, no es algo aislado.

Los responsables de vigilar los robos de agua en el Canal hablan de todo tipo de defraudadores: obras en construcci¨®n como esta, viviendas residenciales, industrias, explotaciones agrarias y ganaderas... Han llegado a encontrar lavander¨ªas industriales, cuya materia prima b¨¢sica es el agua, que no la pagaban. O pol¨ªgonos industriales enteros con enganches ilegales. Gasolineras que hab¨ªan tirado dos kil¨®metros de tuber¨ªa para alejarse del punto de suministro y no levantar sospechas. O zonas de urbanizaciones de chal¨¦s que se conectaban a la red de manera fraudulenta. "Se producen bolsas de siete u ocho chal¨¦s juntos. Es el boca oreja. Uno comenta que no paga el agua y no le han pillado, y el resto se suma", explica Ancillo.

Pero que no se conf¨ªen, previene Ancillo, que presume de dirigir el mayor departamento de la empresa: "Todo el personal del Canal es de Fraude. Los trabajadores est¨¢n obligados a comunicar cualquier irregularidad". Ahora en serio, ?cu¨¢ntos empleados tiene la Divisi¨®n de Fraude? Ancillo mira de soslayo: "Eso es informaci¨®n reservada", dice, misterioso. "Estamos un d¨ªa en Aranjuez y al siguiente en Buitrago de Lozoya", empieza a explicarse. "Queremos que d¨¦ la sensaci¨®n de que somos un mont¨®n, aunque en realidad no somos tantos".

La obra de la calle de Londres tiene que pagar los 7.500 euros que el Canal ha calculado que llevan gastados en agua. Adem¨¢s, el caso ir¨¢ por la v¨ªa penal. "Ha habido un error. Tenemos otra acometida legal, que estamos pagando, pero un alba?il, sin darse cuenta, enganch¨® a la otra", explicaba ayer un responsable despu¨¦s de que se marchara el Seprona y el Canal. "Y podemos probarlo. Lo que hemos consumido lo pagaremos. No ha sido mala fe".