Los sindicatos pactan un ERE en las cajas con el 85% del salario bruto

Julio Fern¨¢ndez Gayoso, presidente de Caixanova, escribi¨® el gui¨®n del pacto laboral en las cajas cuando dijo aquello de que tarde o temprano se arreglar¨ªa "como se hizo siempre". De un plumazo, los distanciamientos y la amenaza de una movilizaci¨®n en la calle quedaron diluidos en apenas media hora de reuni¨®n entre las centrales sindicales y las cajas. CC OO, CIG y CSICA, que representan al 83% de la plantilla, han negociado un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) que se concretar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 23 y que contempla para los 1.200 trabajadores que se van el 85% la percepci¨®n del salario bruto, con aportaciones al plan de pensiones.

Aunque la f¨®rmula del ERE supone una carga para las arcas p¨²blicas de entre el 10% y el 25% del coste de la baja (entre 50 y 70 millones de euros, seg¨²n los c¨¢lculos de varias centrales), los delegados han admitido finalmente esta v¨ªa pese a aborrecerla (como hizo la CIG) en un principio. "Seguramente formar¨¢ parte del sacrificio de los sindicatos", apunt¨® ayer su responsable de Banca, Clodomiro Montero. Ese "peaje" ya lo pag¨® el erario p¨²blico en los pactos de otras fusiones, como la de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa o la de Caja Duero y Caja Espa?a. "?Pagan las cajas? No, pagamos todos", resume UGT, que se qued¨® fuera del preacuerdo y que siempre se manifest¨® contraria al ERE.

Las direcciones de Caixa Galicia y Caixanova se mostraron "muy satisfechas" porque consideran que el preacuerdo "homogeneiza" las condiciones de ambas cajas.El porcentaje del salario que las cajas estaban dispuestas a pagar era el "punto estrella" desde el minuto cero de la negociaci¨®n. Con el 85% de la retribuci¨®n bruta anual en el bolsillo de los pr¨®ximos prejubilados, las centrales calculan que apenas habr¨¢ reticencias en la plantilla para abrazar la medida. El peaje del ERE puede costarle caro a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria, pero a los empleados les aporta un buen pellizco (en algunos casos las exenciones fiscales llegan a los 100.000 euros).

El sacrificio del que hablaba CIG -una central que al inicio de este verano dec¨ªa: "Basta ya de cargar a las arcas p¨²blicas la mala situaci¨®n de las cajas"- significa la desvinculaci¨®n total con la empresa. Queda por ver qu¨¦ pasar¨¢ si, por ejemplo, se ampl¨ªa la edad de jubilaci¨®n en el futuro. "No podemos tener el huevo y la gallina", resum¨ªa ayer un delegado de CSICA para explicar esa renuncia. "Despu¨¦s de todo no se trata de un ERE al uso, las bajas ser¨¢n voluntarias".

Aunque cuesta encajar ese aplauso al ERE en el pensamiento sindical, porque las cajas no est¨¢n en p¨¦rdidas y han recibido ya cuantiosas ayudas p¨²blicas en los procesos de fusi¨®n. "Ten¨ªamos que hacerlo, quiz¨¢ este sea el ¨²ltimo tren que nos pasa por delante", sintetizaba ayer un delegado tras la reuni¨®n. Para Clodomiro Montero (CIG), no es lo mismo dar facilidades a un banco que a una caja que "no necesita emitir cuotas participativas", es decir, no piensa en dar entrada al capital privado.

Jubilaci¨®n de M¨¦ndez

La ma?ana dio de s¨ª para pactar otros caramelos: las entidades pagar¨¢n m¨¢s por kilometraje para quienes tengan que trasladarse, se mantienen los pluses por puesto de trabajo y se garantiza el salario m¨ªnimo para los nuevos contratos en el nivel 8 (las cajas tienen 20) con 21 pagas al a?o. Para terminar con lo que ahora pasa en Caixanova (que desde la anterior fusi¨®n emite cuatro tipos de n¨®mina), las cajas proponen homologar pagas, colectivos y d¨ªas de cobro.

"Entran en raz¨®n", titulaban CC OO , CSICA y CIG su comunicado conjunto. Pero falta la letra peque?a.

Por otra parte, ayer se oficializ¨® el abandono de Jos¨¦ Luis M¨¦ndez como director general de Caixa Galicia tras cumplir 65 a?os. Le sustituye Javier Garc¨ªa de Paredes, futuro director general adjunto de la caja fusionada. M¨¦ndez se queda como presidente de la Fundaci¨®n Caixa Galicia.