Sufrimiento necesario, olvido imposible

Scott Redding tiene 17 a?os. Decidi¨® ganarse la vida en el asfalto. Y en un circuito ha sufrido la peor experiencia de su corta vida. Alex de Angelis tiene 26 y su mayor alegr¨ªa era volver pasearse por el paddock del mundial de motociclismo. Tuvo su oportunidad dos fines de semana atr¨¢s, en el Gran Premio de San Marino. Pero nunca pens¨® en que el retorno resultar¨ªa tan amargo. Ambos, el italiano primero y el brit¨¢nico unas d¨¦cimas de segundo despu¨¦s, protagonizaron durante la carrera de Moto2 en Misano un atropello mortal que termin¨® con la vida de Shoya Tomizawa. Ambos volvieron a subirse ayer a una moto.

"Volver a pisar el trazado la tarde del jueves y pasearme con la scooter por ¨¦l no fue nada f¨¢cil, pero estoy bien", concede De Angelis. Tambi¨¦n est¨¢ en condiciones incluso de esbozar alguna sonrisa el joven Redding, "aunque esto no lo va a olvidar nunca, no podr¨¢ hacerlo", explica H¨¦ctor Faubel, su compa?ero de equipo. Son deportistas de ¨¦lite. Sus resultados sobre el asfalto lo demuestran. Ayer, en un circuito plagado de gui?os al simp¨¢tico Tomizawa -su n¨²mero, el 48, aparec¨ªa estampado en cascos, colines y chasis; su n¨²mero, el 48, ya no lo lucir¨¢ nadie m¨¢s, pues ha sido retirado del Mundial de Moto2-, De Angelis y Redding tuvieron no solo el valor de competir, sino tambi¨¦n las ganas de ser competitivos: marcaron el cuarto y el sexto mejor tiempo en una jornada aciaga, entre chaparr¨®n y chaparr¨®n.

"Vi la carrera y ahora s¨¦ que no pude hacer nada por evitarlo", dice el piloto brit¨¢nico

El n¨²mero 48 del piloto japon¨¦s ha sido retirado del Mundial de Moto2

El camino hasta llegar hasta aqu¨ª no ha sido f¨¢cil en absoluto. Scott Redding no pod¨ªa parar de llorar hace dos domingos, tras arrollar con su moto el cuerpo de un colega. No recordaba nada. Estaba en estado de shock: "Estaba tiritando y fuera de s¨ª", contaba Faubel, que el pasado lunes decidi¨® invitar a su compa?ero a una barbacoa en su pueblo, Ll¨ªria (Valencia), junto a unos amigos, despu¨¦s de los entrenamientos celebrados en el circuito de Cheste: "Quer¨ªa que pasara una velada distendida".

El brit¨¢nico hab¨ªa decidido, pese a la opini¨®n contraria de sus familiares y amigos m¨¢s cercanos, revisar la fat¨ªdica carrera. Lo hizo 48 horas despu¨¦s del accidente. Estaba sufriendo flashbacks -cortos golpes de memoria-, pero no estaba seguro de lo que hab¨ªa ocurrido: ve¨ªa manchas rojas, negras y blancas... Adem¨¢s, ten¨ªa la sensaci¨®n de que nadie se atrev¨ªa a contarle la verdad. "Vi la carrera a las dos de la ma?ana del martes porque no recordaba nada. Todos me dec¨ªan que no era culpa m¨ªa, pero estaba preocupado porque parec¨ªa que nadie quer¨ªa contarme nada malo. Solo quer¨ªa tener claro qu¨¦ ocurri¨®. Y ahora s¨¦ que no pude hacer nada por evitarlo. Todo ocurri¨® mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que yo pod¨ªa esperar", declar¨® a la revista digital Motorcyclenews.

Redding sufri¨® claros episodios de estr¨¦s post-traum¨¢tico. Y pese a la negativa de sus seres queridos, no hizo mal en revisar el accidente. Claro que hubiera sido mucho mejor que no lo hiciera en soledad. Pep Font, experto en Psicolog¨ªa del Deporte, explica que aunque los pilotos sepan que no fueron responsables del accidente fatal, deben pasar por un proceso de duelo y asimilar conscientemente los hechos. "Todos intentan no sufrir, olvidar r¨¢pidamente e incluso hacer ver que no ha pasado nada. Pero esa no es la salida. Los deportistas suelen tener una motivaci¨®n extra. Y se sienten forzados a conseguir que aquello que les ha pasado no les afecte en su trabajo. Por eso tienen prisa por borrar de su cabeza todo lo ocurrido. Son maniobras para no afrontar la realidad. Y eso puede acabar pasando factura a medio plazo. Para evitarlo, es necesario sufrir. Pero con la ayuda de un experto", afirma.

De Angelis sufri¨®. Y fue capaz de controlar sus reacciones, no como Redding. "Tras la carrera en Misano estuve un poco deprimido. Pas¨¦ tres d¨ªas encerrado en casa con mi familia. Y s¨ª, he visto el accidente. Lo he visto una y otra vez, porque sucedi¨® todo tan r¨¢pido que no me acordaba bien. Sab¨ªa que no hab¨ªa sido mi culpa. Y ahora, adem¨¢s, pienso en lo afortunado que fui. Desde el punto de vista psicol¨®gico me encuentro bien. Aunque todav¨ªa siento las marcas emocionales de aquel choque. He estado trabajando para recuperarme y por eso quer¨ªa competir. He salido a pista y el circuito me ha parecido muy divertido, he podido ir r¨¢pido, y he vuelto a sonre¨ªr".