La ¨²ltima piedra en el zapato
No es la primera vez que Belgrado escenifica la persecuci¨®n de su criminal de guerra m¨¢s notorio, el general serbobosnio Ratko Mladic, acusado de genocidio, cr¨ªmenes de guerra y cr¨ªmenes contra la humanidad en Bosnia-Herzegovina.
Son muchas las noticias que se publican estos d¨ªas sobre el paradero de Mladic. El diario Blic inform¨® de la incautaci¨®n de un ordenador en la casa de Branislav Puhalo, guardaespaldas del general, que conten¨ªa correos electr¨®nicos de Mladic que abren v¨ªas de investigaci¨®n. La polic¨ªa busca a Puhalo y a otras tres personas relacionadas con la protecci¨®n del pr¨®fugo. Ya sucedi¨® en septiembre de 2006, cuando se celebr¨® un juicio contra 11 personas vinculadas a la red de apoyo. Parec¨ªa que su detenci¨®n era el primer paso para la ca¨ªda de Mladic. No fue as¨ª.
El gran cambio se produjo en mayo de 2007 con la rocambolesca captura de Zravko Tolimir, general, criminal en Bosnia y el hombre que le organiz¨® la vida en la clandestinidad a partir de 2002. La detenci¨®n de Tolimir se produjo tras unas supuestas negociaciones en las que Mladic exigi¨® una fuerte suma de dinero y garant¨ªas para su familia. No hubo acuerdo.
Un sector de los servicios secretos serbios protege a Mladic. El presidente Bor¨ªs Tadic nunca ha tenido poder para capturarle. El Gobierno de Serbia estuvo en manos de Vojislav Kostunica, un nacionalista que acab¨® en el bando antieuropeo. Las elecciones de 2007 alumbraron una coalici¨®n en la que participa el Partido Socialista Serbio, de Milosevic, reconvertido. Esta alianza, impulsada por Bruselas, permiti¨® a Tadic tener por primera vez un Gobierno dem¨®crata aunque ha visto mermada su capacidad de digesti¨®n tragando la independencia de Kosovo.
Aun sin asumir la p¨¦rdida de lo que considera la cuna de la naci¨®n serbia, y tras el fallo de la Corte Internacional que no consider¨® ilegal la declaraci¨®n de independencia de esta antigua provincia serbia violentada por las tropas de Milosevic en los noventa, Serbia se siente en el camino correcto hacia la UE. La supresi¨®n de la exigencia de los visados para viajar a Europa ha liberado a miles de ciudadanos de la humillaci¨®n de las largas colas ante las embajadas.
Mladic es la ¨²ltima piedra en el zapato y la oportunidad de poner en marcha una catarsis. La captura de Karadzic en julio de 2008 no debi¨® ser tan casual como se present¨® sino parte de un pacto del Gobierno serbio con sus servicios secretos: entregamos al psiquiatra pero no al general que una parte importante de los serbios considera un h¨¦roe.
La UE, que impuso la captura como condici¨®n para la adhesi¨®n, ha comprendido (falta Holanda, traumatizada a¨²n por su papel en Srebrenica) que lo importante es alejar a Serbia de su pasado criminal. Mladic caer¨¢ solo. Dos principios que no hay que olvidar en los Balcanes: es m¨¢s realista ser pesimista y nada es imposible.
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