El Valencia vence a los elementos

Mathieu tambaleante, a punto de desplomarse de puro cansancio, fue la imagen de los ¨²ltimos minutos de un Valencia agonizante que venci¨® en Alicante a los elementos. A un ¨¢rbitro muy casero, a un calor sofocante y a un rival que desaprovech¨® su superioridad en la segunda parte, la que jug¨® con uno m¨¢s por la expulsi¨®n de David Navarro. En ese periodo, el H¨¦rcules explor¨® la v¨ªa de los extremos, con Drenthe y Kiko Femen¨ªa, seg¨²n mandan los c¨¢nones, pero sin el premio del remate, lastrado por la falta de finura de Trezeguet. Al conjunto de Esteban Vigo tambi¨¦n le falt¨® un mediocentro con criterio en el reparto del juego. Le pesa la ausencia de Farin¨®s. Al Valencia le bast¨® un ratito espl¨¦ndido como media punta de Mata, bien acompa?ado por Joaqu¨ªn y Pablo, apuntalados ambos por Topal en el dique defensivo y el segur¨ªsimo C¨¦sar en la porter¨ªa.

La bronca de Tino Costa a Mathieu al filo del descanso evidenciaba dos realidades. La primera es que el mediocentro argentino, en su segundo partido de titular, ya se ha puesto los galones otorgados por un despliegue generoso y una participaci¨®n indiscutible; y la segunda es que, entre Mathieu y Pablo, la banda izquierda valencianista era la ¨²nica v¨ªa que hab¨ªa encontrado el H¨¦rcules para profundizar. Esa y la colaboraci¨®n de un ¨¢rbitro asistente, que vio un penalti en un rebote de un centro de Trezeguet en las manos de David Navarro.

El tanto de Trezeguet encendi¨® un partido muy pl¨¢cido hasta esos momentos para el Valencia, hegem¨®nico a partir de la inteligencia de Mata para actuar entre l¨ªneas. Esa es su nueva funci¨®n desde que se march¨® Silva al Manchester City. En dos minutos, Mata le dio un pase en profundidad a Soldado cuyo disparo frustr¨® la pierna de Calatayud; y, a continuaci¨®n, empalm¨® con la derecha un centro a pie cambiado desde la izquierda de Pablo. Casi el pleno.

El conjunto de Emery se sinti¨® tan c¨®modo que se dosific¨®. Y pens¨® que le bastar¨ªa con guardar la posici¨®n y lanzar alg¨²n contragolpe. El del segundo gol fue perfecto. La pureza tanto en la conducci¨®n como en los pases de Joaqu¨ªn, Soldado y Mata hasta que el bal¨®n se deposit¨® en los pies de Pablo. Lo coloc¨® en la escuadra m¨¢s alejada de Calatayud.

El H¨¦rcules, encantado con el ambiente de Primera, no desfalleci¨® sino que sigui¨® insistiendo sobre todo por su lado derecho, a trav¨¦s de Thiago y del lateral Cort¨¦s, al tiempo que Esteban Vigo mandaba calentar a Kiko Femen¨ªa. El joven canterano entr¨® tras la reanudaci¨®n puesto que a Esteban le sobraba uno de los tres mediocentros: Fritzler. Y s¨ª, hizo a?icos a Mathieu.

En una jugada dividida en el centro del campo, David Navarro y Abel Aguilar se atizaron en los tobillos. La falta era rec¨ªproca, pero el ¨¢rbitro castig¨® a Navarro con la segunda amarilla y la consiguiente expulsi¨®n. La soluci¨®n de Emery fue sustituir a Mata para que Dealbert ocupara el puesto dejado por Navarro. El H¨¦rcules abri¨® brechas por las bandas.

La entrada de Chori pareci¨® darle br¨ªos al Valencia, impulsado por la maestr¨ªa en el quiebro de Joaqu¨ªn y Pablo. El H¨¦rcules necesitaba algo m¨¢s en su ataque y Esteban opt¨® por el ¨ªdolo local Tote. La ¨²ltima bala era Portillo. Cuando el Valencia empez¨® a desfallecer f¨ªsicamente, el H¨¦rcules hall¨® las puertas completamente abiertas por las orillas. Pero resisti¨® C¨¦sar y a Trezeguet le falt¨® finura en el remate.