Casas que respiran sostenibilidad
El Hemiciclo Solar de M¨®stoles es un pionero 'laboratorio bioclim¨¢tico'
Antes del aire acondicionado las casas se cerraban por el d¨ªa y la gente sab¨ªa qu¨¦ ventanas abrir a qu¨¦ horas. "Ahora solo sabemos apretar un bot¨®n, hemos perdido el sentido com¨²n", dice C¨¦sar Ruiz-Larrea, autor del Hemiciclo Solar de M¨®stoles, un edificio curvo de vivienda protegida que propone un funcionamiento termodin¨¢mico tan novedoso como tradicional: las casas mantienen una temperatura agradable jugando con la radiaci¨®n solar y la ventilaci¨®n natural. Y respirar es gratis.
El estudio de Ruiz-Larrea, RLA, gan¨® el concurso del Instituto Municipal del Suelo diciendo que las bases eran "un disparate". El ¨®rdago sali¨® bien y el Ayuntamiento de M¨®stoles corrigi¨® el planteamiento inicial para edificar el Hemiciclo Solar orientado al sur y con viviendas pasantes por cuyas ventanas cruzadas corriese el aire: "Dos caracter¨ªsticas que deber¨ªan ser obligatorias en Madrid", seg¨²n el arquitecto. Luego se dot¨® al edificio con un pionero sistema de "geotermia aire-aire horizontal", palabro al que Ruiz-Larrea quita hierro describiendo como "una tontuna, puro sentido com¨²n". Alrededor del Hemiciclo una serie de tubos succionan aire hasta una galer¨ªa subterr¨¢nea a siete metros, donde la temperatura permanece estable a unos 17 grados. Con un sistema de ca?er¨ªas horizontales, ese aire se enfr¨ªa o calienta dependiendo del tiempo que haga fuera y se distribuye por los pisos a trav¨¦s de rejillas. Solo se necesitan dos unidades de tratamiento de aire para empujar esos 17 grados con un gasto m¨ªnimo de energ¨ªa y emisiones. En cada piso, una "galer¨ªa solar" (como una terraza acristalada) hace de colch¨®n t¨¦rmico en invierno calentando a¨²n m¨¢s el piso. Los radiadores solo se necesitan para dar el ¨²ltimo toque de confort y el aire acondicionado no hace falta. Los vecinos se ahorrar¨¢n un 40% en consumo y el planeta lo agradecer¨¢.
"Me cabrea que la sostenibilidad se haya puesto de moda, convertida en una etiqueta, banalizada para vender", dice el arquitecto. Frente a quienes se limitan a "verdear edificios", Ruiz-Larrea, vicepresidente de la Asociaci¨®n Sostenibilidad y Arquitectura, opina que "la sostenibilidad es un cambio de paradigma, un compromiso ¨¦tico con un cambio del modelo econ¨®mico y social puesto de relieve con la crisis". Su obsesi¨®n no es la sostenibilidad, sino la arquitectura como reflejo de su tiempo.
Desde una de las plazas en altura de su colorista edificio-ciudad (que asemeja una corrala pop) se contemplan unos anodinos bloques de viviendas sobre los que se han colocado paneles solares: "Ah¨ª lo tienes", dice el arquitecto, "la sostenibilidad como pegote, como pr¨®tesis". "Hay que ser sostenible intelectualmente", dice, "poner eso es como si hace 100 a?os los arquitectos comprometidos socialmente hubiesen colocado los ba?os de las casas baratas en el tejado".
En el Hemiciclo, las chimeneas solares marcan el ritmo de la obra y las placas forman parte de la marquesina que protege los locales comerciales. Todo est¨¢ pensado para que colabore con la climatizaci¨®n del edificio. Tambi¨¦n los vecinos, que deber¨¢n aprender (o m¨¢s bien, reaprender) a "usar" sus hogares bioclim¨¢ticos. Ruiz-Larrea se reunir¨¢ con "los chavales" cuando los pisos sean adjudicados en octubre: "Quiero que lo sientan suyo, que se impliquen". Repartir¨¢ unos folletos con el "protocolo de funcionamiento": "Cerrar las lamas de la galer¨ªa en verano, abrir las ventanas por la noche, no obstruir las rejillas...", explica Ruiz-Larrea. "Perogrulladas que incluso los arquitectos han olvidado, fascinados con la forma, con hacer edificios que son meros objetos hermosos sin importar el lugar, el entorno o el confort".
El arquitecto sue?a con que el Hemiciclo se convierta en uno de esos edificios de "Hamburgo o ?msterdam", donde los vecinos forman un entramado social y cultural (hay un plan de colaboraci¨®n con el Centro de Arte Contempor¨¢neo de M¨®stoles para que utilice sus plazas). Falta ver si el modelo funcionar¨¢ en Madrid. Tambi¨¦n c¨®mo se comporta la geotermia aire-aire horizontal una vez haya gente en los pisos. "Esto es un laboratorio cr¨ªtico", dice. Gracias a sensores conectados con la escuela, la temperatura y humedad de seis de las casas se monitorizar¨¢n una vez est¨¦n habitadas, para convertir "la intuici¨®n en ciencia".
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