Adi¨®s a Labordeta

Es un d¨ªa muy triste para cuantos amamos la libertad. Se nos ha ido el zaragozano m¨¢s universal de los ¨²ltimos 40 a?os, Jos¨¦ Antonio Labordeta.

Este hombre sencillo, entra?able, cuya bonhom¨ªa le brotaba naturalmente, nos deja un legado impagable de c¨®mo se pueden y deben hacer las cosas, en la vida y en la pol¨ªtica, y, por eso, ha sido querido por todo el mundo, obviamente m¨¢s por el pueblo llano que por los poderosos de los distintos ¨¢mbitos.

Su vida ha sido muy polifac¨¦tica, por orden cronol¨®gico fue profesor, poeta, escritor, cantautor, pol¨ªtico, conversador infatigable, diputado y viajero televisivo. Pero teniendo como norte y gu¨ªa la honradez, la integridad, la dignidad personal, defendi¨® "la causa" con gran coraje en una lucha muy desigual. Y en sus ¨²ltimos a?os nos descubri¨® el alma de la Espa?a profunda en Un pa¨ªs en la mochila, que le dio su popularidad definitiva, con su caminar machadiano.

Afortunadamente, estas personas no mueren nunca, y dada su extensa obra humana y cultural, se convertir¨¢ en un mito para las generaciones futuras. As¨ª como su legendario Canto a la libertad, la canci¨®n m¨¢s hermosa que empezamos a cantar en los dur¨ªsimos a?os setenta, en aquellos recitales y luego m¨ªtines, en los que estaba todo por hacer. ?l contribuy¨® en primera fila, pero su ejemplo nos debe servir para lo que a¨²n queda, que no es poco.- In¨¦s V¨¢zquez. Zaragoza.

Al fin lleg¨® el tan triste desenlace, y no por ello voy a dejar de estar apenada. De lo que s¨ª me alegro es de que hayan llegado a tiempo a darle el homenaje que se merec¨ªa (reconocimientos, premios, medallas...), pero hay algo que a muchos nos hubiera gustado: cambiar el himno auton¨®mico por su Canto a la libertad.

No puedo ser m¨¢s original ni decir m¨¢s cosas de las que estos d¨ªas se dicen y dir¨¢n de Jos¨¦ Antonio Labordeta, solo terminar diciendo lo que en su despedida pol¨ªtica, aqu¨ª se quedan los guapos, los buenos se van.- M? Jos¨¦ Izquierdo Borao. Teruel.

Ahora que ha muerto Jos¨¦ Antonio Labordeta, los medios de comunicaci¨®n han recordado el sonoro "?a la mierda!" que le solt¨® a la bancada del PP en el Congreso en una ocasi¨®n en la que los diputados populares no le dejaban hablar, emitiendo improperios alusivos a su trayectoria como cantautor comprometido en los estertores del franquismo. Desgraciadamente, aquel "?a la mierda!" qued¨®, en el mejor de los casos, como una simp¨¢tica an¨¦cdota del car¨¢cter espont¨¢neo del cantautor o, en el peor (en la opini¨®n de los destinatarios de la expresi¨®n), como un exabrupto intolerable. La realidad es que ese "?a la mierda!" era (y es) la inevitable y necesaria respuesta de un parlamentario dem¨®crata a una derecha que sigue sin ser plenamente democr¨¢tica.- F¨¦lix Caballero. Vigo, Pontevedra.