El principal asesor econ¨®mico de la Casa Blanca anuncia su retirada
Larry Summers es el segundo miembro del equipo que abandona tras Peter Orzack
La Casa Blanca confirm¨® anoche el relevo, a finales de a?o, de Larry Summers, uno de los pesos pesados del equipo econ¨®mico del presidente, en lo que se puede interpretar como el comienzo de los cambios que se prev¨¦n en la Administraci¨®n de Barack Obama para afrontar su segunda mitad del mandato, tras las elecciones del pr¨®ximo noviembre.
La nota oficial sobre la dimisi¨®n de Summers, que actuaba como principal asesor econ¨®mico del presidente, se limita a agradecer la misi¨®n cumplida por este reconocido economista y anuncia que seguir¨¢ formando parte desde enero del consejo de asesores presidenciales en una posici¨®n m¨¢s informal. Summers, por su parte, comunic¨® su regreso a la Universidad de Harvard, de la que fue presidente, sin dar se?ales sobre los motivos de su dimisi¨®n.
La salida de Summers, una figura estelar que a punto estuvo de ser nombrado secretario del Tesoro -lo impidi¨® su dif¨ªcil car¨¢cter y una dura controversia con las mujeres durante sus a?os en Harvard- es el preludio de una nueva pol¨ªtica econ¨®mica a partir de noviembre.
Summers es un ortodoxo de la econom¨ªa, un guardi¨¢n de las reglas del libre mercado cuya presencia fue disputada por el sector de izquierda que apoya a Obama. Su papel fue ¨²til mientras se trataba de luchar contra la peor recesi¨®n sufrida por EE UU desde la Gran Depresi¨®n.
Si en noviembre se confirma en las urnas el desastre pronosticado en las encuestas, Obama necesitar¨¢ una pol¨ªtica econ¨®mica que conecte con las necesidades populares. Sin Summers -el segundo miembro del equipo econ¨®mico que abandona, tras Peter Orzack, ex director de la Oficina de Presupuesto- queda el camino m¨¢s libre para un giro en esa direcci¨®n.
La dimisi¨®n de Summers no supone una gran sorpresa; se conoc¨ªa desde hac¨ªa tiempo que su paso por la Administraci¨®n no ser¨ªa largo. Pero confirma que la hora de los relevos ha llegado.
Se da por hecha la sustituci¨®n, despu¨¦s de noviembre, del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, que no ha desmentido los rumores de que pelear¨¢ por la alcald¨ªa de Chicago. Emanuel es la figura m¨¢s influyente en torno a Obama -exceptuando al vicepresidente, Joe Biden- y el blanco m¨¢s frecuente de los ataques de la izquierda. Para que ese bando fuera completamente dichoso solo faltar¨ªa la destituci¨®n del secretario del Tesoro, Tim Geithner, lo que no se prev¨¦.
Estos movimientos son la confirmaci¨®n de que Obama da por inevitable la derrota de noviembre y se prepara para administrarla de la mejor manera posible. De eso depender¨¢ la suerte de su presidencia y sus posibilidades de reelecci¨®n. Obama puede ser un pato en cojo en enero o puede haber conseguido desprestigiar por completo a sus adversarios republicanos antes del verano. La diferencia entre una cosa y la otra radica en su capacidad para gestionar los dif¨ªciles d¨ªas que seguir¨¢n a las legislativas.
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