"No somos una comarca basura"
Una manifestaci¨®n reclama en Valencia que el ATC no se instale en Zarra
Despu¨¦s de extender su protesta por el Valle de Cofrentes (incluida la central nuclear) y Madrid, ayer le lleg¨® el turno a Valencia. Medio millar de personas, entre miembros de asociaciones ecologistas, colectivos ciudadanos y vecinos del Valle de Ayora y La Manchuela, recorrieron las calles de Valencia para mostrar su rechazo contra la instalaci¨®n en Zarra del Almac¨¦n Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares.
Entre ellos, se encontraban la coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz; la diputada de Comprom¨ªs M¨°nica Oltra; el ex diputado verde Carles Arnal, o el concejal socialista Juan Soto. Tambi¨¦n Jos¨¦ Escrib¨¢, de 70 a?os, uno de los vecinos llegados de Ayora en los dos autobuses fletados para la ocasi¨®n. "Ya me manifest¨¦ en contra de la central nuclear y ahora lo hago contra el cementerio de residuos".
Los manifestantes se concentraron en la calle de Col¨®n, frente a la sede de la Delegaci¨®n del Gobierno, y recorrieron el centro de la ciudad hasta llegar al Palau de la Generalitat coreando lemas como Ya tenemos la central, no queremos m¨¢s, No somos una comarca basura, o No nos enga?¨¦is, trabajo no dar¨¦is. El portavoz de la plataforma Tanquem Cofrents, Jos¨¦ Juan Sanchis, indic¨® que la protesta ten¨ªa la intenci¨®n de "quemar el ¨²ltimo cartucho" ante la posibilidad de que el Consejo de Ministros decida hoy el municipio en el que se instalar¨¢ el ATC.
Mientras la C¨¢mara de Comercio de Valencia ha apostado por la inversi¨®n que supondr¨¢ la llegada del ATC a Zarra y las patronales catalanas defienden la candidatura de Asc¨®, la Fiscal¨ªa de Valencia estudia la apertura de diligencias de investigaci¨®n penal tras recibir una denuncia por supuestos delitos de negociaci¨®n y actividades prohibidas a los funcionarios y tr¨¢fico de influencias. La denuncia relata los intereses de una empresa vinculada familiarmente con el vicepresidente Juan Cotino y relacionada con la compra y recalificaci¨®n de los terrenos donde ir¨ªa el almac¨¦n, un proceso que los denunciantes tildan de poco transparente.
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