"Lorca me llev¨® a la poes¨ªa cuando era semianalfabeto"
Lisboa era una asignatura pendiente para el maestro del flamenco. No se sabe por qu¨¦, Enrique Morente, 68 a?os, nunca hab¨ªa cantado en Portugal. Ni ¨¦l mismo encuentra explicaci¨®n a su ausencia de esa "ciudad de m¨²sica, con el fado, un g¨¦nero mundial y maravilloso". Morente ha cantado por fin en Lisboa y lo ha hecho por todo lo alto, ante un p¨²blico entregado que llenaba el teatro Nacional San Carlos en la tercera edici¨®n del Festival de Flamenco de Lisboa. "No hay muchos teatros en el mundo como este. La calidad de la arquitectura te pone las pilas", dice el d¨ªa despu¨¦s del concierto mientras toma un desayuno ligero antes de partir hacia el aeropuerto. La noche lisboeta fue larga tras la actuaci¨®n, arropado hasta altas horas por m¨²sicos y amigos en la taberna espa?ola que regenta el promotor del festival, Francisco Carvajal.
El cantaor no se considera un artista. "Morente va de obrero", dice
En su repertorio siempre tiene cabida alg¨²n poema de Federico Garc¨ªa Lorca. "?l me llev¨® hacia la poes¨ªa y el arte. No me ha dejado y me ha ayudado much¨ªsimo desde que lo conoc¨ª a trav¨¦s de un libro, Do?a Rosita la soltera, que le¨ª cuando era semianalfabeto". Fue en su etapa de emigrante en Madrid, con 20 a?os, y muy pocos de escuela. "Hab¨ªa aprendido a leer con las novelas del Oeste. La fuerza de Federico es que pod¨ªa atrapar a universitarios y a quienes apenas hab¨ªamos pisado las aulas".
Si Lorca le acerc¨® a la poes¨ªa, la conciencia pol¨ªtica le vino a trav¨¦s de otro poeta de la misma generaci¨®n, Miguel Hern¨¢ndez. "Me di cuenta de muchas cosas que hab¨ªan pasado en los a?os anteriores". Le interesa la pol¨ªtica, aunque procura que no le ocupe tiempo, y, sobre todo, le preocupa "la justicia social y la cultura", o mejor dicho, "la forma descabellada, fr¨ªa y burocr¨¢tica" de invertir en cultura. "En cuanto a lo primero, los que pertenecemos al mundo millonario tenemos que mirar hacia atr¨¢s y ver c¨®mo est¨¢n ?frica, el mundo ¨¢rabe y Latinoam¨¦rica".
Quiz¨¢ toca que hablemos un poco de flamenco, sugiero, mientras apura el caf¨¦. Apenas ha probado la fruta. De quienes aplauden o detestan su forma de entender una hipot¨¦tica renovaci¨®n del flamenco. "Creo que el cante es recrear, poner tu personalidad, tu expresi¨®n. Me gusta la recreaci¨®n de lo ya hecho, hacerlo de otra manera. Poner el sonido m¨¢s antiguo y que no se te olvide la afici¨®n y el enamoramiento hacia los grandes". Entonces, ?qu¨¦ es innovar en el flamenco? "Es bueno tener esp¨ªritu creativo, lo dif¨ªcil es dar con el punto. Muchas veces es quedarte quieto, no hacer nada".
La conversaci¨®n fluye con una actitud c¨®mplice, sin atisbos de divismo. Es un tipo normal, que habla claro. No puedo evitar la pregunta: ?De qu¨¦ va Morente? "Morente va de obrero. Vengo del mundo del curro, del trabajo. No me considero un artista, me considero un trabajador". Un trabajador, cuya aportaci¨®n resume en una palabra: libertad. "Represento la libertad en el mundo del flamenco".
Sus tres hijos siguen sus pasos. Estrella, 30 a?os, vuela sola desde hace tiempo. Enrique Morente es su productor art¨ªstico. Sole¨¢, 25 a?os, "ha terminado Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y quiere cantar (siempre lo ha hecho y lo hace)", y el peque?o Enrique, 20 a?os, en un asiduo acompa?ante del padre. "No tiene soluci¨®n, es cantaor. Puede ser muy bueno". Para el maestro, "los hijos siempre son motivo de preocupaci¨®n, de que les vaya bien y que respeten al vecino de la izquierda y de la derecha". De momento, puede dormir tranquilo.
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