Milagro en el Vaticano
Hace unos d¨ªas la Fiscal¨ªa de Roma orden¨® bloquear las cuentas del Instituto para las Obras Religiosas (IOR), la banca vaticana, por supuesto blanqueo de dinero. Resulta que las autoridades de la instituci¨®n no hab¨ªan informado de dos operaciones: las transferencias de 20 millones de euros a JP Morgan, en Francfort, y de tres millones al Banco de Fucino. Se inmoviliz¨®, por tanto, el dinero y se puso la lupa en las actividades de su director general, Paolo Cipriani, y de su presidente, Ettore Gotti Tedeschi, un economista pr¨®ximo al Opus Dei. El Vaticano se apresur¨® a manifestar su "perplejidad y asombro".
Las autoridades italianas intervinieron en las actividades de la instituci¨®n vaticana para cumplir con las exigencias de una normativa europea, creada para evitar la financiaci¨®n de grupos terroristas y el blanqueo de dinero negro, que obliga a todos los bancos a dar una detallada informaci¨®n sobre el origen de los fondos que manejan. El IOR nada dijo de la identidad
de los clientes que ingresaron esas abultadas cifras el 6 de septiembre. Con lo que podr¨ªa producirse una vez m¨¢s el viejo roce entre lo humano y lo divino, sobre todo si resulta que ese dinero es fruto de un milagro. La investigaci¨®n est¨¢ abierta y no hay que adelantar ninguna hip¨®tesis.
El ¨²nico problema es que cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil creer en milagros. M¨¢s a¨²n si se tienen en cuenta las revelaciones que en 2009 hizo Gianluigi Nuzzi en su libro Vaticano S. A., donde mostraba c¨®mo el IOR hab¨ªa borrado el turbio pasado de ingentes cantidades de dinero procedentes de la mafia y abri¨® cuentas secretas a nombre de empresarios, banqueros y pol¨ªticos como Giulio Andreotti.
Tampoco queda lejos la quiebra, en 1982, del Ambrosiano, muy pr¨®ximo al IOR, gobernado entonces por el arzobispo Marcinkus, y que dej¨® algunos cad¨¢veres en el camino: el de Roberto Calvi, presidente de aquel banco (y de la logia mas¨®nica P2), que se suicid¨®, y el de Michele Sindona, al que liquidaron en prisi¨®n y que llevaba las cuentas de la mafia y orden¨® el asesinato del inspector del Banco de Italia que, en esos d¨ªas, investigaba esos embrollos.
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