Voracidad y desenfreno
El nuevo escenario global debilita al trabajo frente al capital
En Capitalismo desatado, Glyn, economista marxista que ha ejercido la docencia en la Universidad de Oxford y en el Corpus Christi College, explica los cambios m¨¢s relevantes acaecidos en la econom¨ªa mundial en los ¨²ltimos treinta a?os. La obra abarca el periodo que va desde los a?os setenta hasta la actualidad y de su examen el autor concluye que el conflicto distributivo entre el capital y el trabajo ha dejado de ser hoy el elemento m¨¢s problem¨¢tico del funcionamiento de las econom¨ªas ricas. ?Cu¨¢les son los nuevos temas que, mezclados con las omnipresentes tensiones distributivas del capitalismo, adquieren una importancia relevante en la actualidad? Desde la perspectiva que le ofrece la econom¨ªa pol¨ªtica, el profesor Glyn muestra c¨®mo la creciente influencia y complejidad que adquieren las finanzas, la globalizaci¨®n productiva y las nuevas tecnolog¨ªas impactan sobre la clase trabajadora, debilitando especialmente a los trabajadores menos cualificados.
CAPITALISMO DESATADO. FINANZAS, GLOBALIZACI?N Y BIENESTAR
Andrew Glyn
CPI-Ecosocial y La Catara
ISBN 978-84-8319-493-5
Entre los a?os sesenta y los a?os ochenta, el problema principal de la clase capitalista, en opini¨®n de Andrew Glyn y de otros autores, era la fuerza del factor trabajo. Hoy esta amenaza se ha esfumado y en esta obra se trata de analizar por qu¨¦ ha ocurrido tal cosa y d¨®nde se hallan los problemas fundamentales a los que se enfrenta actualmente la econom¨ªa mundial.
En el libro se analiza el auge de las privatizaciones y de las desregulaciones, la explosi¨®n del sector financiero, el fen¨®meno de la globalizaci¨®n y el crecimiento econ¨®mico de China. Tambi¨¦n se aborda la cuesti¨®n de las condiciones de trabajo y de las remuneraciones de los trabajadores, as¨ª como el declive de la fuerza de las centrales sindicales y, en definitiva, las contradicciones del crecimiento econ¨®mico durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX, los sindicatos negociaron con ¨¦xito salarios m¨¢s elevados y elevar el gasto p¨²blico en materia de bienestar social. Incluso en aquellos lugares donde los sindicatos eran m¨¢s d¨¦biles, la intensidad del auge econ¨®mico que se viv¨ªa hizo que los salarios subieran significativamente. Junto a ello, la creciente competencia a escala internacional impidi¨® que las compa?¨ªas elevaran sus precios como respuesta a este mayor coste del factor trabajo. Y como colof¨®n de todo ello, la fuerza de los trabajadores propici¨® un incremento de los salarios reales a expensas de los beneficios.
Y como dice el refr¨¢n, de aquellos barros vinieron estos lodos. La necesidad por parte de la clase capitalista de debilitar el factor trabajo para recuperar sus niveles de beneficios explica, a juicio del autor, por qu¨¦ presionaron a favor de las pol¨ªticas que, en determinados pa¨ªses -recu¨¦rdese la pol¨ªtica de privatizaciones y recortes de Margaret Thatcher en el Reino Unido- se impusieron durante la d¨¦cada de 1980. Un monetarismo que fuese capaz de sustituir al keynesianismo estableciendo la primac¨ªa del poder del mercado sobre el poder sindical como referencia para determinar los salarios y consagrando el desempleo masivo como el precio a pagar para restaurar la rentabilidad de los capitales.
En la introducci¨®n a la edici¨®n en espa?ol del libro de Andrew Glyn, el profesor ?ngel Mart¨ªnez Gonz¨¢lez-Tablas resalta las ense?anzas de esta obra para la comprensi¨®n de algunos de los aspectos m¨¢s sustantivos de la presente crisis econ¨®mica, y se?ala que el autor no pretende en esta obra: "Hablar de todo, ni busca respuestas absolutas para las cuestiones que trata, delimitando con nitidez lo que aborda y lo que excluye, de modo que tanto autor como obra resaltan por su honestidad y coherencia".
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