La imaginaci¨®n pop y el huevo Kinder de Elvira Lindo
Todo empez¨® por un huevo Kinder, en Madrid, en los a?os ochenta, en un cine de la Gran V¨ªa, mi¨¦rcoles, sesi¨®n de noche, una mujer que huye y un ni?o a deshoras para un ni?o. As¨ª, como un cuento, empez¨® Lo que me queda por vivir (Seix Barral), la nueva novela de Elvira Lindo (C¨¢diz, 1962), que narra la vida de una madre hu¨¦rfana que tiene que criar a su hijo sola despu¨¦s de separarse de su marido. Aquel arranque, El huevo k¨ªnder, termin¨® convirti¨¦ndose en un cap¨ªtulo de la novela. Ese fue adem¨¢s el fragmento que ley¨® ayer la actriz Mar¨ªa Pujalte durante la presentaci¨®n del libro en el Ateneo de Madrid.
La escritora y la actriz estuvieron acompa?adas por Antonio Mu?oz Molina, esposo de Lindo. Ambos conversaron sobre el origen de Lo que me queda por vivir -una novela cuyos cap¨ªtulos nacieron con la intensidad de los cuentos- y se plantearon una pregunta: ?por qu¨¦ en Espa?a est¨¢ tan mal visto ser sencillo en el estilo y ser sentimental? Y aventuraron una respuesta: por miedo. Miedo a no parecer lo suficientemente complejo, miedo a que te llamen costumbrista.
"A lo que en Espa?a se llama costumbrista, en Estados Unidos lo llaman realista", afirm¨® Elvira Lindo, que record¨® tambi¨¦n a tres de los escritores que la ayudaron a sacudirse la famosa pregunta: Gald¨®s -"un maestro del di¨¢logo"-, Ch¨¦jov -"un maestro de la sencillez"- y Alice Munro -"un ama de casa que escrib¨ªa casi en secreto"-, alguien que le contagi¨® la valent¨ªa para enfrentarse a su propia intimidad.
"Yo tengo una imaginaci¨®n muy pop", dijo tambi¨¦n la escritora para explicar que el Madrid de su novela es menos el de la movida que el Madrid claroscuro que lleva Antonia, la protagonista, en los ojos. "Meto en las novelas cosas de la vida cotidiana sin pensar si ser¨¢n muy o poco literarias, sino pensando en lo que significan para la gente". El huevo Kinder, por ejemplo, algo que es el s¨ªmbolo de la felicidad para muchos ni?os. Y para muchos padres.
Dice la escritora que se encontr¨® con el t¨ªtulo de su novela "comprando canciones" en Internet. "Soy mucho de ordenador", cont¨® antes de que una pantalla mostrara la colecci¨®n de fotograf¨ªas que los lectores se han hecho con el libro y que se han ido recibiendo en su p¨¢gina de Facebook. Aquel d¨ªa compr¨® una de Omara Portuondo y all¨ª estaba: Lo que me queda por vivir. Ayer la interpret¨® en el Ateneo madrile?o el cantaor Miguel Poveda acompa?ado por el piano de Joan Albert Amarg¨®s. Poveda termin¨® con el verso de Gil de Biedma que dice que la vida iba en serio. A veces, las novelas tambi¨¦n.
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