EE UU pide perd¨®n a Guatemala por experimentar con pacientes y presos
Unas 700 personas fueron infectadas con s¨ªfilis y gonorrea en los a?os cuarenta
La inminente publicaci¨®n de un estudio sobre c¨®mo cientos de presos, soldados y pacientes de hospitales psiqui¨¢tricos fueron utilizados como cobayas humanas ha provocado que el Gobierno de Estados Unidos pida perd¨®n a Guatemala, pa¨ªs en el que se realiz¨® el experimento entre 1946 y 1948. M¨¦dicos del servicio de salud p¨²blica estadounidense infectaron con s¨ªfilis y gonorrea a 696 guatemaltecos para estudiar los efectos de esas enfermedades ven¨¦reas y c¨®mo la penicilina pod¨ªa combatirlas, seg¨²n un estudio de Susan Reverby, profesora de la Universidad de Wellesley.
Ayer, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, ofrecieron una disculpa p¨²blica por aquellos experimentos. "El estudio llevado a cabo en Guatemala para inocular enfermedades de transmisi¨®n sexual carec¨ªa claramente de ¨¦tica", aseguraron Clinton y Sebelius en un comunicado conjunto. "A pesar de que estos actos ocurrieron hace m¨¢s de 64 a?os, estamos indignados por el simple hecho de que semejante proyecto fuera auspiciado por el sistema p¨²blico de salud de Estados Unidos". Tanto la secretaria de Estado como la de Salud concluyeron: "Lamentamos profundamente que esto sucediera y pedimos perd¨®n a todas las personas que fueron afectadas por tan horrendas pr¨¢cticas".
Prostitutas enfermas fueron utilizadas para provocar contagios
El objetivo del estudio de los a?os cuarenta en Guatemala -que nunca lleg¨® a publicarse- era buscar nuevas f¨®rmulas para prevenir las enfermedades de transmisi¨®n sexual -gonorrea, s¨ªfilis, cancroide o chancro blanco- y se produjo en los albores del uso de la penicilina y la necesidad del Gobierno norteamericano de saber si este antibi¨®tico era efectivo y, adem¨¢s de curar, pod¨ªa prevenir la s¨ªfilis.
En los experimentos realizados en Guatemala fueron utilizadas prostitutas con gonorrea o s¨ªfilis para contagiar a presos de c¨¢rceles o pacientes de manicomios. Pero cuando se comprob¨® que eran muy pocos los hombres que se hab¨ªan contagiado, se pas¨® a la inoculaci¨®n directa, inyectando la bacteria de la s¨ªfilis en el pene, el brazo o la cara de los conejillos de indias.
Los trabajadores de las instituciones m¨¦dicas y penitenciarias en las que se llevaban a cabo las pruebas ten¨ªan conocimiento del experimento, pero los sujetos del estudio nunca fueron informados del prop¨®sito del mismo ni tampoco dieron su consentimiento.
Seg¨²n el estudio de la profesora Reverby, a la mayor¨ªa de los inoculados se les dio penicilina tras contraer la enfermedad, aunque no se sabe si alguien lleg¨® a curarse o recibi¨® un tratamiento adecuado. Al menos un paciente falleci¨® durante las pruebas, pero no est¨¢ claro si la muerte se debi¨® a la enfermedad o a otros problemas m¨¦dicos. Uno de los m¨¦dicos norteamericanos que form¨® parte del experimento en Guatemala fue el doctor John Cutler, funcionario del Servicio de Salud P¨²blica de EE UU e investigador en un proyecto de triste fama conocido como Tuskegee. Este experimento, realizado en los a?os sesenta, consisti¨® en negar el tratamiento a cientos de ciudadanos negros de Alabama que ya estaban contagiados de s¨ªfilis para que los m¨¦dicos pudieran ver el desarrollo de la enfermedad y sacar conclusiones.
El experimento llevado a cabo en Guatemala fue descubierto hace unos meses por la profesora Reverby cuando analizaba un libro sobre Tuskegee y, en una pr¨¢ctica poco habitual en una investigadora, inform¨® al Gobierno estadounidense antes de publicar su descubrimiento.
El presidente de Guatemala, ?lvaro Colom, calific¨® ayer de "cr¨ªmenes de lesa humanidad" y anunci¨® que estudia exigir compensaciones para las v¨ªctimas.
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