Cuidado, caen pu?aladas por Facebook
Una agria pel¨ªcula sobre la gestaci¨®n de la red social obliga a su creador a dar la cara
La visita a Madrid, en octubre de 2008, de Mark Zuckerberg, creador de Facebook, la red social m¨¢s exitosa de Internet, pas¨® casi inadvertida. Los medios de comunicaci¨®n apenas se fijaron en el chico, vestido con sudadera de la Universidad de Harvard, que llen¨® a rebosar el teatro Lara de la capital, donde se celebraron unas jornadas dedicadas a la red social. "Facebook no era todav¨ªa un fen¨®meno medi¨¢tico. Era un enano al lado de MySpace", cuenta Mart¨ªn Varsavsky, fundador de Jazztel y creador de la red wifi FON, que organiz¨® el evento. Para empezar, la plataforma no estaba en espa?ol. "Facebook no dio el salto brutal hasta 2009", dice Juan D¨ªaz, que trabaj¨® nueve meses como directivo de esta compa?¨ªa en Espa?a y conoci¨® al l¨ªder en la sede de Palo Alto (California).
La pel¨ªcula describe a Zuckerberg como un tipo desleal y sin escr¨²pulos, pero est¨¢ por ver que da?e a Facebook
"Le vi antes de las elecciones. A Zuckerberg no le interesaba ni Bush ni Obama", dice el empresario Varsavsky
Hoy no ocurrir¨ªa lo mismo. De ser un nombre conocido solo en los c¨ªrculos de enterados, Mark Zuckerberg se ha convertido en toda una celebridad, y su invento, en una prodigiosa maquinaria de comunicaci¨®n, donde m¨¢s de 500 millones de usuarios intercambian opiniones, fotograf¨ªas, noticias. Todo un salto en la corta carrera de este ni?o prodigio, nacido en Nueva York en mayo de 1984, hijo de una psiquiatra y un dentista apasionado de los ordenadores, que supo potenciar las cualidades innatas del ni?o. Mark, que tiene tres hermanas, empez¨® tan pronto su carrera que el profesor del centro especializado al que le llev¨® su padre le dijo al verlo aparecer con el peque?o: "No puede traerse el ni?o a clase".
Aquel alumno aventajado que estudi¨® en las mejores escuelas e ingres¨® en la Universidad de Harvard sigue estando ah¨ª, bajo la apariencia discreta del joven empresario entregado en cuerpo y alma a su negocio.
Pero en el plazo de unas semanas, su nombre ha acaparado titulares en todo el mundo. Elegido por la revista Vanity Fair como el personaje m¨¢s influyente del nuevo establishment de Estados Unidos, acaba de desbancar a Steve Jobs, creador de Apple, y a Rupert Murdoch, magnate de los medios, en la lista de los m¨¢s ricos que publica todos los a?os la revista Forbes. Zuckerberg, con su rostro ani?ado, su ropa informal y su sencillez, ha triplicado su fortuna en un a?o, hasta alcanzar los 6.900 millones de d¨®lares (5.000 millones de euros). Y, aunque ocupa de momento el puesto 35? de la lista, la progresi¨®n de sus ganancias es tal que todo apunta a que ser¨¢ pronto el m¨¢s joven en encabezarla.
Como todo multimillonario que se precie, acaba de dar el salto a la filantrop¨ªa. Anunci¨® que financiar¨¢ con 100 millones de d¨®lares (73 millones de euros), en acciones de Facebook, un programa para mejorar la calidad de la ense?anza en Newark (Nueva Jersey). "En el mundo anglosaj¨®n est¨¢ totalmente establecido que el que m¨¢s gana tiene que ser el que m¨¢s da. Aparte de que est¨¢ en la tradici¨®n jud¨ªa", dice Varsavsky, jud¨ªo como Zuckerberg.
Pero hay otros motivos detr¨¢s de esa generosidad. Como los hay en su repentina apertura a los medios de comunicaci¨®n. Zuckerberg se ha dejado ver en el programa de Oprah Winfrey, y concedi¨® una entrevista a la revista The New Yorker, para explicar c¨®mo vive. Un evidente intento de contrarrestar el impacto negativo de una pel¨ªcula que se estrena ahora en Estados Unidos sobre la gestaci¨®n de Facebook, en 2004. The Social Network (la red social) es un retrato devastador, dicen, del joven creador de la mayor red social en Internet. La pel¨ªcula narra episodios escogidos de las relaciones de Zuckerberg con el grupo de amigos de la Universidad de Harvard que contribuyeron a poner en marcha el invento m¨¢s exitoso en Internet desde la aparici¨®n de Microsoft. Hay sexo, drogas, amistades rotas y traiciones. Y Zuckerberg es retratado en ella como un trepa obsesionado por el sexo. Un tipo sin escr¨²pulos, desleal y traicionero. El filme recoge sobre todo la versi¨®n de Eduardo Saverin, en aquella etapa amigo ¨ªntimo de Zuckerberg y apartado despu¨¦s del invento. Y la de los hermanos Cameron y Tyler Winklevoss, que denunciaron a Zuckerberg por haberles robado supuestamente la idea de Facebook.
Saverin consigui¨® despu¨¦s que se le asignara el 5% de las acciones de la red social, y los hermanos Winklevoss, tras a?os de pleitear, obtuvieron hace poco una indemnizaci¨®n de unos 50 millones de euros, que ahora les parece escasa.
El litigio sac¨® a la luz una serie de correos electr¨®nicos que Zuckerberg hab¨ªa intercambiado con antiguos compa?eros de Harvard. En uno de ellos se jacta de contar con datos y fotograf¨ªas de 4.000 alumnos. Cuando el amigo le pregunta c¨®mo los ha conseguido, Zuckerberg responde: "Conf¨ªan en m¨ª. Qu¨¦ gilipollas".
La pel¨ªcula The Social Network apuntala esa visi¨®n de Zuckerberg. Dirigida por David Fincher y con gui¨®n de Aar¨®n Sorkin, autor de la serie El ala oeste de la Casa Blanca, se basa en un libro, The accidental billioners (Los multimillonarios accidentales), de Ben Mezrich, un relato donde se mezclan ficci¨®n y realidad. "No he querido ser injusto con este chico, al que no conozco, que no me ha hecho nada y que no merece un pu?etazo en la cara", ha declarado Sorkin a la revista The New Yorker. En su opini¨®n, bastante demoledora, los creadores de la mayor red social en Internet eran, parad¨®jicamente, "un grupo de gente disfuncional en el plano social".
Mart¨ªn Varsavsky, que no sabe nada de la pel¨ªcula, defiende a Zuckerberg. "Como todas las personas exitosas, es una especie de gestor-dise?ador y vive obsesionado con Facebook. Solo piensa en c¨®mo mejorar su producto. Y es capaz de asumir riesgos. Cuando vino era justo antes de las elecciones en Estados Unidos, y sent¨ª que no le interesaban ni Bush ni Obama lo m¨¢s m¨ªnimo". Juan D¨ªaz, que fich¨® por Vivanki, una empresa de comunicaci¨®n, lo describe tambi¨¦n como un obseso del trabajo. "Vive entregado a la empresa, y tiene verdadera devoci¨®n por el equipo y por los usuarios".
Ni D¨ªaz ni Varsavsky creen que la pel¨ªcula pueda erosionar a Facebook. Y eso es lo ¨²nico importante para su creador.
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