Suspenso a su ilustr¨ªsima
Manuel Arce, titular del Juzgado Central de lo Contencioso-administrativo n¨²mero 4 de Madrid, ha sido suspendido cautelarmente por
el Consejo General del Poder Judicial. Se trata de un caballero de grandes exigencias: obligaba, por ejemplo, a que los funcionarios bajo sus ¨®rdenes se dirigieran siempre a ¨¦l con el tratamiento de "se?or¨ªa ilustr¨ªsima". Luego resulta que no era particularmente eficaz. Hay 238 casos en los
que intervino como juez en los que a¨²n no ha dictado sentencia.
El retraso de la justicia en nuestro pa¨ªs, esa abstracci¨®n que se ilustra con pilas de documentos que no pueden ser atendidos, ten¨ªa en su caso una encarnadura real. Era el propio juez el que lo iba aplazando todo. Visto para sentencia, dec¨ªa, pero la sentencia de m¨¢s de dos centenares de procesos no ha llegado
a verse nunca. Por eso
el Consejo no ha tenido m¨¢s remedio que no hacer caso a la Audiencia Nacional, que hab¨ªa pedido simplemente que se le abriera expediente por falta muy grave.
Es muy grave, sin duda, que en su juzgado se detectaran m¨¢s de 500 resoluciones pendientes en junio. Pero el problema ven¨ªa de atr¨¢s: Arce ya fue sancionado con tres meses de suspensi¨®n cuando en marzo de 2009 se detect¨® la falta de agilidad del juzgado que gobernaba: 160 procedimientos pendientes y 137 juicios celebrados sin sentencia. Y en 2005 se le puso una multa de 8.000 euros
por entender que los horarios nada ten¨ªan que ver con su ilustr¨ªsima (as¨ª que los incumpl¨ªa sistem¨¢ticamente), y por abuso de autoridad.
Los ciudadanos llevan tiempo inquietos porque de los juzgados les llega un aroma apolillado. Las cosas van muy r¨¢pido en todas partes y demasiado despacio donde los hombres de la ley deben pronunciarse. Pero no vale generalizar: hay muchos profesionales que dedican largas jornadas a resolver toneladas de asuntos y procuran ser ejemplares.
Muchas mafias han ca¨ªdo, muchos terroristas est¨¢n ahora en prisi¨®n y hay corruptos que lo tienen muy crudo y otros que lo tendr¨¢n peor. Pero todav¨ªa quedan se?or¨ªas ilustr¨ªsimas. El juez Arce era amigo de gritar, dar golpes en la mesa y de dirigirse a sus subordinados con tratamientos muy poco engolados: "Feo", "gordo", "calvo". No son formas para la justicia de nuestro tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.