Tom¨¢s y la militancia
A falta de datos que nos permitieran componer el mapa de la militancia pol¨ªtica en nuestro pa¨ªs, las primarias celebradas por el Partido Socialista de Madrid (PSM) han dejado al descubierto que el n¨²mero de afiliados est¨¢ en el entorno de los 18.000. Sab¨ªamos que las cifras de militantes hab¨ªan sido siempre muy manipuladas, entre otras cosas porque a cada una de las agrupaciones territoriales le conven¨ªa inflarla para ganar as¨ª cuota de representaci¨®n en los congresos nacionales correspondientes. Pero esta vez, los dos competidores del PSM, Tom¨¢s G¨®mez y Trinidad Jim¨¦nez, hab¨ªan convenido de antemano como el paciente aterrado con el odont¨®logo que empu?a el torno, no hacerse da?o. Por eso han respetado el n¨²mero exacto de los que se encontraban al corriente del pago de sus cuotas. Han preferido un ejercicio de transparencia con vigilancia intensiva, del que ha resultado la visibilidad de su extremada delgadez.
Los 'peperos' permanecen movilizados, en tanto los socialistas se han aclimatado al escepticismo
Hemos vivido estos d¨ªas pasados viendo como se hac¨ªan los reyes de la pista medi¨¢tica madrile?a y nacional los dos contendientes en pugna, Tom¨¢s y Trini, empe?ados en disputarse el favor de tan exiguo contingente, que equivale a uno de cada 333 de los habitantes censados en la regi¨®n de Madrid. El target, que dicen los soci¨®logos, estaba numerado pero los aspirantes a encabezar la candidatura socialista para las elecciones a la Comunidad de Madrid del 22 de mayo, adem¨¢s de visitar las Casas del Pueblo, donde recalan los militantes con voto, han lanzado sus mensajes a trav¨¦s de las p¨¢ginas y de las antenas de los medios de comunicaci¨®n que, como la bendici¨®n apost¨®lica urbi et orbi, se dirigen sin discriminaciones al conjunto de la poblaci¨®n.
El primer efecto colateral de exponerse al p¨²blico ha sido sacar de la oscuridad al secretario general del PSM, Tom¨¢s G¨®mez, quien, ausente de la Asamblea de Madrid, navegaba desde hace tres a?os en aguas profundas, suponemos que dedicado a las tareas internas del partido, sin visibilidad alguna para el com¨²n de los electores.
As¨ª que en adelante, una vez que Tom¨¢s se ha dado a conocer, podr¨ªamos pensar en la posibilidad de llegar a contar con un l¨ªder m¨¢s en pista de salida. Se nos dir¨¢ enseguida que est¨¢ falto de carisma, pero ya se sabe que el apetito viene comiendo y el carisma se sobrepone al ejercicio de la funci¨®n siempre que lo requiere. Baste recordar cu¨¢l era el carisma de ?nsar cuando asumi¨® la presidencia del PP o el de Zapatero cuando decidi¨® presentarse a la secretar¨ªa general del PSOE: ninguno.
El segundo efecto de las primarias del domingo es hacia adentro. Enseguida han llegado las brigadas de especialistas para evaluar los da?os que la victoria de Tom¨¢s pudiera haber causado en el liderazgo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Quieren saber si se trata de un caso aislado o si puede cundir la actitud de resistirse a ZP como si en adelante pasara a ser un activo para afianzar las posibilidades de cada uno. En definitiva, la cuesti¨®n es la de averiguar si contar con Zapatero a favor es un valor a?adido o empieza a ser considerado un lastre. La inminente campa?a de las catalanas y despu¨¦s la de las auton¨®micas y municipales aportar¨¢ las pruebas irrefutables. Bastar¨¢ con examinar d¨®nde es solicitada su presencia y d¨®nde prefieren mantenerle a distancia.
Cabr¨ªa seguir destilando otros efectos de las primarias del PSM, pero aporta mayores motivos para el asombro el contraste de las cifras de militantes que suman en Madrid las tres primeras formaciones pol¨ªticas. Los socialistas de carn¨¦ y al d¨ªa del pago de sus cuotas de 6 euros al mes, salvo los cargos p¨²blicos que cotizan en funci¨®n de sus ingresos oficiales (un diputado viene a salir por 20 euros mensuales), ya sabemos que son 18.000.
Mientras, los populares han llegado a 90.000. As¨ª lo proclam¨® la presidenta del PP regional, quien alarde¨® de esa cifra en la ¨²ltima entrega de carn¨¦s celebrada en el distrito de San Blas el pasado 28 de septiembre, mientras Tom¨¢s y Trini discut¨ªan sobre galgos y podencos. Si ampliamos el foco a todo el pa¨ªs, las cifras m¨¢s actuales ausentes de las p¨¢ginas web han sido obtenidas por v¨ªa telef¨®nica y arrojan 700.000 militantes del PP. Las del PSOE datan de hace dos a?os y estaban en 360.000 y las de Izquierda Unida en 55.000.
La sociolog¨ªa pol¨ªtica sosten¨ªa que la derecha formaba partidos de cuadros que solo se activaban en los procesos electorales y que la izquierda constitu¨ªa partidos de masas. Pero la observaci¨®n desmiente esos esquemas cuando en la Comunidad de Madrid la cifra de militantes del PP quintuplica la de los socialistas, adem¨¢s de que quienes permanecen movilizados al m¨¢ximo son los peperos, en tanto que los del PSOE se han aclimatado al escepticismo.
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