Patrimonio inmaterial de la humanidad
La Consejer¨ªa de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa est¨¢, desde hace tiempo, promoviendo una campa?a dirigida a la Unesco que se titula Flamenco soy y cuyo objetivo es declarar a este arte Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Con tal fin se organizan conciertos y otros actos diversos, en distintos lugares de nuestra geograf¨ªa, principalmente en Andaluc¨ªa. Algunos en el exterior, tambi¨¦n.
El pasado lunes y en este contexto actu¨® en el Teatro Real de Madrid Paco de Luc¨ªa, quien por cierto hac¨ªa a?os que no tocaba en la capital de Espa?a. Fue un concierto importante. Lo son todos los que protagoniza este genio que es, sin duda, el primer guitarrista del mundo, en este caso engrandecido por la finalidad que lo guiaba.
FLAMENCO SOY
Guitarra: Paco de Luc¨ªa. Segunda guitarra: Antonio S¨¢nchez. Cante: Duquende y David de la Jacoba. Baile: El Farru. Arm¨®nica y piano: Antonio Serrano. Bajo: Alain P¨¦rez. Percusiones: Pira?a. Madrid, 4 de octubre.
Paco de Luc¨ªa hace cosas incre¨ªbles con su guitarra, pero sin descomponerse
Ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es hoy d¨ªa un m¨¦rito que pocas entidades ostentan, y que supone un aumento del valor en s¨ª de las mismas, a las que se da una consideraci¨®n bien dispar a la que ten¨ªan hasta entonces. Los lugares y las artes comienzan a tener otra apreciaci¨®n en todo el mundo, lo cual sin duda redunda en su beneficio de manera muy relevante.
Paco de Luc¨ªa dio un concierto de primer orden. Como siempre por otra parte, o casi siempre. Lo hizo acompa?ado por un grupo excelente, que solo le dej¨® en solitario al comenzar. Lamentablemente, porque la guitarra sola es algo muy especial, solamente comparable a ocasiones verdaderamente excepcionales. Paco de Luc¨ªa hizo ese tema transido de emoci¨®n, que disimulaba con la aparente serenidad con que ¨¦l toca siempre. Porque el de la Luc¨ªa hace cosas incre¨ªbles con su guitarra, de una complejidad que nos deja perplejos, pero lo hace sin descomponerse, con una tranquilidad y una falta de alardes sensacional.
El resto del concierto lo hizo Paco acompa?ado por el grupo, acoplado en distintas formaciones seg¨²n el tema que hubiera de interpretar. Con una duraci¨®n cercana a las dos horas y media, todos tuvieron tiempo de explayarse a placer. Hubo mucho cante. Duquende y David de la Jacoba fueron en muchas ocasiones aut¨¦nticos solistas, cantando con esplendidez y con nervio.
P¨¢rrafo aparte merece Antonio Serrano, quien con su arm¨®nica dio una genial lecci¨®n de maestr¨ªa. Toc¨® mucho, adem¨¢s, pues Paco le dio sitio en varios de sus temas, y lo hizo con una brillantez realmente inigualable. Fue una arm¨®nica que tuvo registros inolvidables, una arm¨®nica que no se puede situar aparte de este concierto.
El bajo de Alain P¨¦rez son¨® donde y cuando ten¨ªa que sonar, con sobriedad, casi dir¨ªa con austeridad. Es un instrumento de sonido no brillante, pero que convence por la verdad de su eco y la nobleza de su sonido. En cuanto a Pira?a, ya sabemos que es un verdadero maestro de las percusiones, y esta noche fue tambi¨¦n brillante para ¨¦l.
Por ¨²ltimo, el baile. El Farru -hermano menor de Farruquito- hizo dos temas muy movidos, casi, casi, el¨¦ctricos. Es un bailaor con la marca de la casa, que ¨¦l cultiva con la misma solvencia que los otros miembros de la misma. El segundo tema quiz¨¢ lo prolong¨® demasiado, repiti¨¦ndose en ocasiones, pero en cualquier caso estuvo sobresaliente.
Pero, repit¨¢moslo una vez m¨¢s, como compendio de todo qued¨® la sabidur¨ªa, la sensibilidad, el saber estar, el infatigable esfuerzo de un Paco de Luc¨ªa en plena madurez, al que dif¨ªcilmente podremos olvidar en mucho tiempo. Nos descubrimos ante el genio.
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