"A los hijos de inmigrantes les resulta dif¨ªcil mantener el equilibrio entre dos realidades"

Como una encrucijada. As¨ª define el psiquiatra Nabil Sayed-Ahmad Beirut¨ª la situaci¨®n que viven a menudo los hijos de inmigrantes que han logrado integrarse en la sociedad que les acoge, pero se sienten presionados por sus padres para que no se aparten de los valores de su cultura de origen. "Los hijos reciben mensajes contradictorios: sus padres les dicen que tienen que adaptarse al pa¨ªs, pero a la vez que no deben olvidarse de d¨®nde vienen. Les resulta muy dif¨ªcil mantener un equilibrio entre esas dos realidades", explica Sayed-Ahmad Beirut¨ª, coordinador de la secci¨®n Migraci¨®n y Cultura en Salud Mental de la Asociaci¨®n Andaluza de Profesionales de Salud Mental.

La sensaci¨®n de vivir en medio de dos sistemas de valores muy diferentes puede ser incluso mayor entre los hijos nacidos en el pa¨ªs al que emigraron los padres, los llamados inmigrantes de segunda generaci¨®n. Esta forma de definirlos supone ya de por s¨ª un "obst¨¢culo" para los j¨®venes, advierte advierte el experto: "Ellos no emigraron a ning¨²n sitio, lo hicieron sus padres. Pero se les llama igualmente inmigrantes y eso dificulta su adaptaci¨®n, se sienten rechazados por su propio pa¨ªs, lo que les dificulta la adquisici¨®n de una identidad fuerte y estable".

La confusi¨®n sigue al llegar a casa, donde muchos de estos j¨®venes se encuentran con unos padres que han "idealizado" todo lo que dejaron atr¨¢s. "Los inmigrantes tienden a congelar su cultura", explica. "Se quedan con los valores que ten¨ªan cuando llegaron. Su propia cultura de origen va evolucionando, pero ellos ni siquiera viven esa evoluci¨®n".

Tambi¨¦n es com¨²n entre las personas que emigraron que se genere una necesidad de autoafirmaci¨®n que funciona como "mecanismo de defensa". "Nos pasa a todos cuando salimos fuera. Cuando un musulm¨¢n vive en un pa¨ªs musulm¨¢n no tiene por qu¨¦ manifestar esta parte de su identidad. Sin embargo, cuando viaja o emigra esta parte tiende a resaltarse m¨¢s", explica Sayed-Ahmad Beirut¨ª, nacido en Siria hace 60 a?os y que, cuando lleg¨® a Espa?a, hace 41 a?os, vivi¨® en primera persona lo que los psiquiatras llaman "el duelo de la emigraci¨®n".

La sociedad que acoge al inmigrante tambi¨¦n desempe?a un papel importante que puede definir el ¨¦xito o el fracaso de la integraci¨®n. "La adaptaci¨®n es bidireccional. Los inmigrantes tienen que adaptarse a la nueva cultura, pero la sociedad tambi¨¦n debe adaptarse a una realidad de mestizaje y aceptar las diferencias", dice.