Choque sangriento de valores
Un crimen entre paquistan¨ªes por una boda forzada alarma a Italia - El abismo entre generaciones inmigradas sale a la luz - ?Un delito cultural, religioso, machista?
El suceso ocurri¨® el domingo en Novi, un peque?o pueblo cercano a M¨®dena, en el norte de Italia. Un hombre de origen paquistan¨ª, Ahmad Kahn Butt, obrero, de 53 a?os, ayudado por su hijo de 19 a?os, asesin¨® a su esposa, Begum Shnez, de 46 a?os, golpe¨¢ndola con un ladrillo en la cabeza cuando esta intentaba defender a la hija de ambos durante una violenta discusi¨®n familiar, provocada al parecer por el rechazo de la joven, llamada Nosheen, a aceptar un matrimonio concertado. La chica se encuentra en coma por las heridas sufridas. Los agresores fueron detenidos.
La cuesti¨®n ha planteado a los soci¨®logos, pol¨ªticos y especialistas en inmigraci¨®n varios problemas distintos y relacionados entre s¨ª. El diferente rasero de tolerancia hacia la cultura machista seg¨²n sea esta propia o ajena; la forma en que Occidente acepta que los musulmanes traigan con ellos sus valores y h¨¢bitos cuando emigran a Europa, y viceversa; el distinto grado de integraci¨®n que alcanzan hombres y mujeres, y especialmente, las abismales diferencias entre la primera y la segunda generaci¨®n de inmigrados. Sin olvidar la eficacia (escasa, en este caso) de los servicios sociales y las pol¨ªticas de integraci¨®n.
Madre e hija fueron agredidas por padre y hermano por negarse a la boda
Nosheen viv¨ªa con amigas, hablaba buen italiano y no usaba velo
La Liga Norte atiza el fuego xen¨®fobo y ataca "la f¨¢bula multicultural"
Emma Bonino: "Tenemos cientos de asesinos con pasaporte italiano"
En Novi, todas esas contradicciones de las modernas sociedades multiculturales, que Italia vive con especial aprensi¨®n por las tensiones xen¨®fobas de la Liga del Norte, han aparecido juntas. Las mujeres atacadas se rebelaron, se?ala la derecha, contra una tradici¨®n integrista que en Pakist¨¢n obliga a las hijas y mujeres a cumplir sin rechistar el destino elegido para ellas por la familia o el clan. En la di¨¢spora, los hombres, joven y viejo, segu¨ªan creyendo en los "valores del pa¨ªs de los puros"; Nosheen y su madre aceptaban y defend¨ªan los valores vividos y aprendidos en Occidente. Los cuatro se encontraban en el mismo pa¨ªs. Pero eran ya dos mundos distintos.
Nosheen es una estudiante aplicada. Quiere trabajar en el sector de la moda y estudiaba en el Instituto T¨¦cnico Profesional de Carpi hasta hace algunos meses, cuando el padre, han dicho sus compa?eras, le oblig¨® a dejarlo. La joven viv¨ªa con amigas, y no llevaba casi nunca el velo en la cabeza, ni siquiera cuando estaba en casa con sus padres. Habla un italiano fluido y, seg¨²n sus amigas, nunca contaba nada de su familia. La madre de Nosheen hab¨ªa avisado a los servicios sociales y a los Carabineros de las continuas disputas entre su hija y su marido, pero no hab¨ªa presentado denuncia. El director del instituto ha afirmado en la cadena Sky24 que conoci¨® al padre: "Parec¨ªa un hombre normal. Machista, pero aparentemente normal", ha recordado.
Seg¨²n contaron los vecinos, el agresor y su hijo Uamir, obrero como su padre, increparon a la joven, de 20 a?os, porque esta se negaba a casarse con el hombre designado por su padre. Durante la ri?a, Uamir golpe¨® a su hermana con un palo en repetidas ocasiones. La madre intent¨® proteger a Nosheen y su marido reaccion¨® asest¨¢ndole un golpe mortal con el ladrillo en la sien. Seg¨²n la autopsia, Begm Shnez recibi¨® seis golpes "propinados con enorme violencia" y falleci¨® al poco de llegar al hospital.
Su hija se encuentra en coma farmacol¨®gico y, seg¨²n los m¨¦dicos, su vida no corre peligro pese a la gravedad de las heridas, aunque se teme que pierda un brazo. El padre y el hermano est¨¢n en la c¨¢rcel, acusados de homicidio y de intento de homicidio, respectivamente. Ambos se han negado a declarar ante el juez.
La brutal pelea sucedi¨® en el peque?o huerto de la casa familiar, ante los ojos de otros dos hijos, de cuatro y seis a?os. La quinta hija del matrimonio, de 14 a?os, se encontraba fuera de la casa en ese momento. Numerosos vecinos paquistan¨ªes (hay muchos inmigrantes de ese pa¨ªs en la zona agr¨ªcola e industrial del norte de M¨®dena) rodearon enseguida el lugar invitando a los italianos a no acercarse, diciendo: "Es solo una pelea familiar".
El salvaje ataque ha suscitado un encendido debate pol¨ªtico en Italia, un pa¨ªs en el que la violencia machista alcanza cifras dram¨¢ticas aunque rara vez se habla de ello. 6,7 millones de mujeres de entre 16 a?os y 70 a?os, es decir el 31,9% de esa franja de edad, han sufrido violencia f¨ªsica o sexual en Italia durante sus vidas, seg¨²n revel¨® en 2009 un exhaustivo estudio del Instituto Nacional de Estad¨ªstica.
Tras conocer los hechos, la ministra para la Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna, ha solicitado personarse como parte civil en el proceso contra el padre y el hermano de la joven y ha afirmado: "Italia no acepta tradiciones que violan el derecho de las mujeres".
Los medios nacionales han recordado las similitudes entre el caso de Nosheen y el de Hina Saleem, otra joven de origen paquistan¨ª que fue asesinada por su padre en 2006, con la ayuda de su madre. Saleem sal¨ªa con un joven italiano y su familia consider¨® que no respetaba las normas de su cultura.
?Un delito cultural, religioso, dom¨¦stico o educacional, por tanto? Para algunos paquistan¨ªes, es una cuesti¨®n de honor (izzat) la forma de vestir y el comportamiento de sus hijas ante los matrimonios convenidos. Ahmad Ejaz, director de la revista Azad (Libertad) que se edita en Roma en lengua urdu, ha explicado: "Los conflictos que acaban en violencia abierta est¨¢n destinados a aumentar con la creciente escolarizaci¨®n de los j¨®venes paquistan¨ªes que viven en Italia y adquieren nuevas costumbres". Pero matiza: "No tiene nada que ver el islam. Estos comportamientos del jefe de familia tienen sus ra¨ªces en el sistema de castas cerradas de la India, en un mundo rural en el que casar a la hija con el primer primo significa preservar la propiedad de la tierra".
Falsamente asombrada por el en¨¦simo fracaso de sus pol¨ªticas xen¨®fobas, la derecha italiana ha hablado de "lapidaci¨®n en plena Europa". Ayer, un consejero del Pueblo de la Libertad en la regi¨®n de Emilia Roma?a (gobernada por el centro izquierda) achac¨® el crimen de Novi al "fanatismo religioso y el integrismo isl¨¢mico que, gracias a la ideolog¨ªa multicultural, ha podido difundirse todav¨ªa mejor".
La Liga del Norte y otros especuladores de la imposible convivencia entre la cultura occidental y la de "ciertos grupos ¨¦tnicos y religiosos" aprovechan para atizar el fuego del integrismo occidental contra el integrismo de fuera. La soluci¨®n, afirman, es m¨¢s separaci¨®n, m¨¢s muros, m¨¢s exclusi¨®n. Sabiendo que eso condena sobre todo a los eslabones m¨¢s d¨¦biles, es decir, a las mujeres y a los ni?os.
No falta la demagogia. "No podemos permitirnos no conocer a quienes alojamos en nuestra casa", ha tronado el concejal municipal de la Liga Norte en M¨®dena, Nicola Rossi. "Es necesario un control serio, al detalle, para comprobar la voluntad de integrarse a todos los efectos de los ciudadanos extracomunitarios que residen regularmente en la ciudad. El que no convenza, el que tenga dudas, el que maltrata a sus hijos por comportarse 'a lo occidental' debe dejar nuestra comunidad". Y a?ade Rossi: "La f¨¢bula de la M¨®dena multi¨¦tnica y multicultural ha acabado, y las palabras bonitas han dejado paso a los hechos tr¨¢gicos".
El presidente de la regi¨®n, Vasco Errani, del Partido Democr¨¢tico, envi¨® su solidaridad a Nosheen Butt y ha prometido: "No la dejaremos sola. Conocemos las dificultades que se encuentran cuando se vive a caballo de diversos h¨¢bitos y culturas. Pero los derechos y la libertad de nuestra Constituci¨®n son de todos".
Como dice Emma Bonino, vicepresidenta del Senado italiano, "nuestros xen¨®fobos olvidan que la violencia dom¨¦stica no es exclusiva de las comunidades isl¨¢micas m¨¢s reaccionarias, y que en nuestros pa¨ªses tenemos cientos de asesinos de mujeres que lucen pasaporte italiano, o espa?ol. La investigaci¨®n 'Morosos y asesinos' cuenta que en 2006 hubo 4.000 denuncias de mujeres italianas y 112 asesinadas por sus parejas. Mejor procuremos no demonizar a una entera comunidad. La responsabilidad es individual. Y obviamente, los muros y la exclusi¨®n no ayudan, y menos que nadie a las mujeres que intentan liberarse".
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