Hacia una ciudad con tres centros
Los autores de las principales obras que est¨¢n transformando Madrid, que hoy se re¨²nen por la Semana de la Arquitectura, explican sus proyectos para EL PA?S
En los ¨²ltimos a?os se est¨¢n construyendo en Madrid, a base de muchas dosis de audacia, los tres grandes proyectos que est¨¢n transformando el presente y, sobre todo, el futuro de la capital: la prolongaci¨®n de la Castellana, que ya inici¨® su primera ampliaci¨®n a finales del XVIII en el periodo borb¨®nico; la segunda gran obra, el eje Prado-Recoletos, un espacio que regresa a su esencia, eliminando parte del tr¨¢fico para convertirlo en espacio de encuentro como era hist¨®ricamente; y, por ¨²ltimo, el proyecto Madrid-R¨ªo, que devuelve a los ciudadanos un lugar antes deprimido al lado del Manzanares.
Estas grandes obras que definir¨¢n el nuevo Madrid son las protagonistas hoy de un taller abierto, Transforming Madrid, en la nave 8 de Matadero. De 11.00 a 14.00, algunos de sus autores (los arquitectos Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n, Gin¨¦s Garrido y Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga) explicar¨¢n los entresijos de estas complejas intervenciones, acompa?ados del director de Planeamiento urban¨ªstico del Ayuntamiento de Madrid, Joaqu¨ªn Ma?oso y Agust¨ªn Arroyo.
"Lo tres proyectos tienen en com¨²n dos aspectos: dan el protagonismo a los peatones y, por primera vez, hablan de reconciliar el tr¨¢fico peatonal y el de los veh¨ªculos", explica Miguel G¨®mez, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid (UEM), organizadora del taller, junto a Ariadna Cant¨ªs, dentro de la Semana de la Arquitectura. El mejor ejemplo de esa nueva movilidad urbana, apunta G¨®mez, es Madrid-R¨ªo, con el soterramiento de la M-30, "una operaci¨®n apasionante" que crea un espacio nuevo en la superficie en un lugar no apto antes para los ciudadanos. "Ha creado una nueva sensaci¨®n de ciudad en un entorno antes deprimido y con vistas al tr¨¢fico. Es un poco la operaci¨®n Haussmann, en Par¨ªs, donde primero cre¨® fachadas sin importar lo que hab¨ªa detr¨¢s, pero al rev¨¦s", compara G¨®mez; "aqu¨ª, ahora la ciudad mira al r¨ªo y aprovecha las fachadas que hab¨ªa rehabilit¨¢ndolas".
El otro aspecto vital de estos proyectos, sobre todo el de Madrid-R¨ªo y la extensi¨®n de la Castellana, es que buscan crear otros centros en la ciudad. "No tiene sentido concentrar toda la inversi¨®n en Serrano, por ejemplo. Hay que llevar el urbanismo de calidad a otros barrios", reclama el director de la Escuela de Arquitectura de la UEM.
La arquitecta Ariadna Cant¨ªs pone el punto econ¨®mico a esta operaci¨®n, que apuesta por convertir a Madrid en una de las capitales europeas importantes. "El crecimiento desbordante de la ciudad ha reflejado el dinamismo de la econom¨ªa del pa¨ªs, aunque hoy se haya paralizado, pero la velocidad del cambio es vertiginosa. Con este taller proponemos una mirada en profundidad a dichos cambios, a sus edificios, y a los proyectos que dar¨¢n finalmente forma a la ciudad del futuro".
Algunos de los miembros de los equipos que firman las obras explican para EL PA?S la filosof¨ªa de sus proyectos, que hoy se tratar¨¢n en Transforming Madrid.
Eje Prado-Recoletos Vuelta al reposo
Este eje ha supuesto hist¨®ricamente un espacio de transici¨®n entre la ciudad hist¨®rica y el campo, que paulatinamente se convirti¨® en un espacio de encuentro, explica Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n, autor de la remodelaci¨®n junto al portugu¨¦s ?lvaro Siza. Hasta avanzar el siglo XX, cuando ese espacio estancial se convierte en un recorrido de transporte r¨¢pido y tr¨¢fico denso. "Nuestra propuesta es que ya que la movilidad ha ido variando de norte a sur hacia el anillo de la M-30, la M-40 y la M-50, hay que recuperar ese espacio con sus funciones tradicionales, de ocio y de encuentro". No es casual que all¨ª se concentren los tres grandes museos, de ah¨ª que Hern¨¢ndez de Le¨®n hable de convertir ese espacio en una especie de atrio que conecte los tres museos, favorecido por el hecho de que su desplazamiento a pie es posible. "Se trata de convertir una ciudad dura y tensa en una ciudad m¨¢s amable para la convivencia", reflexiona.
Este proyecto, como el resto, est¨¢ inconcluso y la crisis tendr¨¢ la ¨²ltima palabra en su futuro desarrollo. De momento, se ha intervenido en el tramo entre Col¨®n y Cibeles; la carrera de San jer¨®nimo, la cuesta de Moyano y una reforma parcial en la glorieta de Carlos V, en Atocha. Falta lo que el arquitecto califica de "elemento central", donde se reduce el tr¨¢fico y el cambio va a ser m¨¢s notorio (ahora pendiente de resoluci¨®n tras las alegaciones al estudio de impacto medioambiental, que se espera antes de fin de a?o): el tramo denominado Sal¨®n del Prado (entre Cibeles y Neptuno) y el Paseo del Prado (entre Neptuno y Atocha).
Madrid-R¨ªo Un s¨ªmil de Manhattan
Este macroproyecto es un ejemplo de colaboraci¨®n multidisciplinar, por donde discurre la arquitectura del futuro. Adem¨¢s de arquitectos (los estudios de Gin¨¦s & Garrido, Borr¨¢s & Lacasta, Carlos Rubio y ?lvarez Sala) incluye una consultor¨ªa de paisajismo, el equipo holand¨¦s West 8.
El trabajo previo comenz¨® entre 2004 y 2005 con el soterramiento de la M-30, que finaliza en 2007. En medio, comienzan los trabajos previos de recuperaci¨®n del tejido urbano en las m¨¢rgenes del r¨ªo Manzanares, "una operaci¨®n de cosido y rehabilitaci¨®n de todas las aceras y calles en el exterior de la M-30 que se hab¨ªa comido parte de la ciudad", explica Garrido. Despu¨¦s vino el acondicionamiento de ese vac¨ªo que surgi¨® tras el soterramiento que liber¨® 150 hect¨¢reas. O c¨®mo la ciudad se vuelca al r¨ªo. O se volcar¨¢. Porque el plan especial es de 880 hect¨¢reas que est¨¢ previsto culminar en los 15 o 20 pr¨®ximos a?os. "Ser¨¢ un nuevo centro de la ciudad, donde se plantar¨¢n 10.000 ¨¢rboles y donde el margen del r¨ªo se conecta con el parque del Manzanares, y en medio tres grandes puentes".
Ah¨ª subyace la idea de que Madrid puede estar conectada con el exterior, que se puede salir por el cauce del r¨ªo, una intervenci¨®n que el arquitecto califica de "paisajismo ecologista": lo que ocurre en el interior de la ciudad crea v¨ªnculos con lo que pasa en el exterior. Garrido apela a las ventajas de Madrid para que se convierta en una ciudad de futuro, "realizada de una forma muy densa y por lo tanto sostenible, con menos emisiones y una riqueza racial inmensa soportada por unas infraestructuras potentes". ?El modelo de Madrid-R¨ªo? "Quiz¨¢s Manhattan, salvando las distancias, con una superficie y poblaci¨®n similares, alrededor de mill¨®n y medio de habitantes, tambi¨¦n muy densa, lo que permite muchas relaciones entre sus habitantes, al rev¨¦s que el suburbio, y que permite tejer una red de transporte p¨²blico muy eficaz".
Ampliaci¨®n de la Castellana Regreso a la ciudad
En un momento de crisis como el actual, cuando est¨¢ en cuesti¨®n la expansi¨®n ilimitada de las ciudades y su periferia, es particularmente interesante que surja un proyecto enfocado a construir "una ciudad dentro de la ciudad", valora su autor, Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga. "En lugar de proyectar en lugares alejados colonizando lugares remotos, este vuelve a la ciudad y recupera un espacio que se hab¨ªa quedado detenido al final de la Castellana y sobre los suelos ferroviarios de Fuencarral", explica el urbanista, que a?ade una ventaja imbatible: est¨¢ pr¨¢cticamente a la misma distancia del aeropuerto (a 9,7 kil¨®metros) y de la estaci¨®n de Atocha (8,6 kil¨®metros), lo que se traduce en 12 minutos en transporte p¨²blico.
Esta prolongaci¨®n aumenta la biograf¨ªa de la Castellana con id¨¦nticas ideas, enumera Ezquiaga: mantiene su car¨¢cter emblem¨¢tico, y por lo tanto la misma dimensi¨®n, 83 metros de ancho; no es una operaci¨®n inmobiliaria convencional, sino que a?ade equipamientos en cuatro futuros ¨¢mbitos; contin¨²a la idea tradicional de combinar oficinas y viviendas, con un nuevo ingrediente: ya no se basa en el autom¨®vil, sino el en transporte p¨²blico; la ciudad contempor¨¢nea es tridimensional, el subsuelo tiene mucha importancia, es por donde va a discurrir el ferrocarril, soterrado, as¨ª como la conexi¨®n entre la avenida de la Ilustraci¨®n y la carretera de Burgos; y adem¨¢s habr¨¢ t¨²neles para conectar distintos puntos, "aprendiendo de los errores de Azca", observa el urbanista, sin crear laberintos ingobernables, donde la superficie sea lo m¨¢s parecido a las plazas, calles y parques de siempre y donde el carril bici no sea una mera an¨¦cdota y las calles adyacentes est¨¦n liberadas de tr¨¢fico. Y un principio: "Ninguna vivienda ni ning¨²n puesto de trabajo a m¨¢s de 300 metros de una parada de metro ni a 400 metros de una estaci¨®n de Cercan¨ªas". Vamos, como en Holanda, donde se puede vivir de transporte p¨²blico en transporte p¨²blico.
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