Escena final de Luis Bu?uel
Conversaci¨®n de Eliseo Subiela con el doctor que atendi¨® a Bu?uel en su ¨²ltimo suspiro en San Miguel de Allende
El doctor Roberto Maxwell se sent¨® en mi cama y me dijo: "?Sabes que no eres el ¨²nico cineasta que he atendido?".
Sorprendido le pregunt¨¦ qui¨¦n era el otro.
-Luis Bu?uel, me respondi¨®.
Yo llevaba 4 d¨ªas internado en el Hospital de la Fe, en el bell¨ªsimo San Miguel de Allende, Estado de Guanajuato, M¨¦xico.
Hab¨ªa concurrido al Festival Expresi¨®n en Corto, como jurado y homenajeado en una edici¨®n del festival dedicada a la Argentina, compartiendo bicentenario patrio junto a M¨¦xico. En el vuelo de ida una lesi¨®n en una pierna se complic¨® derivando en una tromboflebitis.
Cuando en el hotel en el que yo estaba alojado me revis¨® el Dr. Maxwell, me mir¨® y me dijo:
-?Sabes que te puedes morir de esto, verdad?
-No pienso morirme por ahora doctor. ?Qu¨¦ tengo que hacer?
-Junta tus cosas imprescindibles. Te voy a internar.
Lo mir¨¦ y pens¨¦: "...?Y este cretino de d¨®nde sali¨®?".
"De d¨®nde sali¨®":
En julio de 1984 el Dr. Maxwell era el Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital ABC de la ciudad de M¨¦xico. Ten¨ªa 28 a?os.
Hac¨ªa unos d¨ªas que el hospital estaba alborotado por la presencia de un paciente ilustre: el director de cine Luis Bu?uel. Todos en el hospital deseaban encontrar alg¨²n pretexto que les permitiera entrar a la habitaci¨®n de don Luis, de 83 a?os, internado con un coma hep¨¢tico.
El doctor Maxwell comienza el relato.
A tantos a?os de distancia, su emoci¨®n confirma al m¨¦dico excepcional que es:
-Bu?uel llevaba un par de d¨ªas internado.
Yo sab¨ªa qui¨¦n era, conoc¨ªa algunas de sus pel¨ªculas.
Ciertamente era una persona a quien admiraba...
La aclaraci¨®n del Dr. Maxwell dimensiona con m¨¢s precisi¨®n la actitud que asumir¨¢ un poco despu¨¦s.
Estando de guardia ese d¨ªa de finales de julio, la enfermera avisa a gritos: "...El Sr. Bu?uel ha ca¨ªdo en paro cardiorrespiratorio...".
De inmediato el Dr. Maxwell responde grit¨¢ndole a todo mundo que deben correr al cuarto de Bu?uel para hacerle maniobras de reanimaci¨®n cardiopulmonar.
26 a?os despu¨¦s, en la semipenumbra de mi cuarto del Hospital de la Fe, en San Miguel de Allende, el doctor Maxwell me conmueve con una confesi¨®n:
-Voy a contarte una parte sagrada de mi vida, que me ha marcado en lo personal y profesional...
Lo he platicado con muy poca gente. Por alguna raz¨®n quiero cont¨¢rtelo a ti.
Llegamos con el carro rojo, desfibrilador y todos listos para empezar las maniobras de reanimaci¨®n, y de repente tom¨¦ una decisi¨®n que desconcert¨® a todos mis colaboradores:
-No le vamos a hacer nada, dije.
Vamos a dejarlo morir en paz. Est¨¢ muy grave y si lo sacamos del paro lo tenemos que meter a la unidad de cuidados intensivos, intubado, con un respirador...
Mis compa?eros doctores y las enfermeras se me echaron encima:
"?C¨®mo que no le va a hacer nada? Es Luis Bu?uel, el famoso director de cine mundialmente conocido".
Trato de imaginar la escena y me estremezco. El doctor Maxwell, con sus 28 a?os, frente al cuerpo de Luis Bu?uel cuyo coraz¨®n se ha detenido hace instantes.
El joven doctor siente la mirada de sus colaboradores que lo "perforan" pero no logran hacerle cambiar la decisi¨®n.
La continuaci¨®n de su relato me saca de un pensamiento que a partir de all¨ª me perseguir¨ªa durante el resto del viaje: todo lo que me hab¨ªa pasado, empezando por mi ca¨ªda en una calle de Buenos Aires, hab¨ªa ocurrido para "conducirme" a ese momento, a esa "escena" que el Dr. Maxwell continu¨® relatando:
-No s¨¦ de d¨®nde me lleg¨® la idea de no hacer nada.
Siempre he querido saber de d¨®nde salen este tipo de ideas o de decisiones que tomo, y la ¨²nica explicaci¨®n que puedo dar es que es mi gu¨ªa interior la que me dice qu¨¦ es lo que tengo que hacer.
Hay veces en que la gu¨ªa interior dice que tengo que hacer algo y mi mente me dice: "No lo hagas".
En este caso creo que lo que pas¨® fue que mi gu¨ªa interior me dijo que no hiciera nada y mi raz¨®n pens¨® de igual manera.
No me sent¨ª bien por haber dejado morir a alguien a quien yo admiraba mucho por su trabajo en el cine...
Perplejo comento, quiz¨¢s para "tranquilizarme", que "dejar morir" en ese caso no signific¨® abandono, sino "permitir morir".
El hecho es que el joven doctor Maxwell convivi¨® con esa secreta "culpa" dentro suyo, hasta que un a?o y medio despu¨¦s lee en las p¨¢ginas finales de Mi ¨²ltimo suspiro, el libro de memorias de Luis Bu?uel, un p¨¢rrafo donde el cineasta dice que cuando llegue al final de su vida ojal¨¢ se encuentre con un m¨¦dico que se compadezca de ¨¦l y lo deje morir en paz, en lugar de pasarlo a una unidad de cuidados intensivos donde lo iban a llenar de cat¨¦teres y tubos...
-Sent¨ª un gran alivio cuando le¨ª eso...
-Doctor..., yo me imagino su trabajo en la "¨²ltima frontera", peleando con la muerte a brazo partido para arrebatarle a quienes ella quiere llevarse...
-Muchas veces me he preguntado de qu¨¦ ha dependido a qui¨¦n le ofrezco maniobras de RCP y a qui¨¦n no, y no puedo dar una respuesta.
Es un instinto, puede ser un ser superior, no lo s¨¦...
-?La muerte es su enemigo principal?
-No, la muerte es parte del proceso de la vida, es algo natural, es algo que le va a suceder a todos.
Es lo ¨²nico seguro que tenemos en esta vida.
Pero no es un enemigo.
Una vez en el hospital una ni?a, cuando su madre muri¨®, le pregunt¨® a su pap¨¢ que cu¨¢ndo su mam¨¢ iba a despertar, y el pap¨¢ le contest¨® que "la que despert¨® fue la mam¨¢... Nosotros somos los que estamos so?ando".
-?Qu¨¦ lo lleva a "darle la raz¨®n" en algunos casos?
-Yo no creo que haya que "darle la raz¨®n" a la muerte. Simplemente hay que aceptar que la muerte es parte de esta vida.
En el tipo de medicina en la que me entren¨¦, generalmente los que se mueren est¨¢n muy graves, y los pacientes que est¨¢n graves mueren porque sus procesos internos dejan de funcionar.
Lo que s¨ª est¨¢ en nuestras manos es tratar de evitarles sufrimiento a quienes sabemos van a morir por su diagn¨®stico.
Debemos tratar de que vivan lo mejor que se pueda hasta que mueran.
La muerte era una visita que llegaba con mucha frecuencia en las guardias.
Era parte de la vida del residente.
Muchas veces era dif¨ªcil perder a pacientes, y mientras m¨¢s d¨ªas duraban en la unidad m¨¢s dif¨ªcil era por los sentimientos que se generaban.
La relaci¨®n con la muerte ten¨ªa que ser fr¨ªa porque si no emocionalmente uno ten¨ªa problemas.
-?Se ha imaginado la muerte con alguna forma "concreta" alguna vez?
-No, nunca me he imaginado a la muerte como un ente o como con alguna forma.
No estoy seguro de que el aura sea la forma y/o el color de la muerte.
Nunca lo hab¨ªa pensado as¨ª.
-?C¨®mo es eso del aura?
-Voy a hacerte otra confesi¨®n:
En parte de mi vida profesional yo sol¨ªa ver "sombras" alrededor de algunos de los pacientes cuando llegaban al hospital.
Esas sombras eran oscuras, negras. Luego me enter¨¦ de que las llamaban "auras".
Desafortunadamente cuando un paciente llegaba al hospital y en especial a la unidad de cuidados intensivos y lo ve¨ªa con su "aura" negra invariablemente mor¨ªa.
Lo que yo no sab¨ªa era cu¨¢nto tiempo despu¨¦s iba a morir.
Despu¨¦s de un tiempo esto me causaba mucho conflicto, ya que estaba entrenado para salvar vidas.
A pesar de todo lo que hac¨ªamos, los pacientes mor¨ªan.
El conflicto de alguna manera bloque¨® esta posibilidad.
-?Quiere decir que perdi¨® la capacidad de ver los "auras"?
-No s¨¦ si perd¨ª esa capacidad pero la he "bloqueado".
Tambi¨¦n he bloqueado otras cosas que me suced¨ªan...
-?Volvi¨® a vivir un episodio como el de Bu?uel?
-No. Me pas¨® lo contrario.
Tiempo despu¨¦s, cuando termin¨¦ la especialidad y estaba trabajando en urgencias, un d¨ªa lleg¨® un querido amigo m¨ªo, un conocido anestesi¨®logo del hospital y me dijo: Max f¨ªjate que tengo dolor precordial. Por favor, t¨®mame un electrocardiograma.
Lo pase a un cub¨ªculo y lo conect¨¦ al electrocardi¨®grafo.
Al estarle tomando su ECG vi que en efecto ten¨ªa un infarto en evoluci¨®n y un segundo m¨¢s tarde present¨® fibrilaci¨®n ventricular o paro cardiaco.
Grit¨¦ y solicit¨¦ ayuda.
Empezamos las maniobras de RCP.
Necesito decirte que a este tipo de pacientes que est¨¢n en paro, normalmente les doy 30 a 40 minutos de maniobras de reanimaci¨®n cardiopulmonar porque si les damos m¨¢s tiempo se corre el peligro de sacar al paciente vivo pero con lesi¨®n neurol¨®gica importante.
A mi amigo le di... 1 hora con 35 minutos !!!!! y finalmente qued¨® estable como para subir a la Unidad de Terapia Intermedia.
Al subirlo todos los residentes me dijeron que no pod¨ªan creer lo que hab¨ªa hecho, darle maniobras m¨¢s de una hora y media...
Me dec¨ªan: ?sabes cu¨¢les son las posibilidades de que el paciente salga vivo pero con da?o neurol¨®gico? Muchas en fin...
Al cuarto o quinto d¨ªa el paciente abri¨® sus ojos.
Al octavo d¨ªa se pudo retirar del respirador.
Cuando se pudo extubar, todo iba de maravilla, el problema fue que no hablaba...
Claro, pensamos todos, culpa del Dr. Maxwell...
Llevaba unos doce d¨ªas en el hospital y ya en un cuarto normal.
Desde all¨ª una voz me llam¨®.
Al abrir la puerta escuch¨¦ su voz ... y me dijo:
-Dr. Maxwell... ?Qui¨¦n se cree que es?...
A lo que yo contest¨¦: ...?Maestro!... Ud. habla... ?Por qu¨¦ no lo hab¨ªa hecho hasta ahora...?
Y me contest¨®:
-Porque estaba muy enojado...
-?Enojado por qu¨¦?, le pregunt¨¦... Est¨¢ vivo y sin secuelas neurol¨®gicas despu¨¦s de un paro cardiaco de una hora y 35 minutos...
Me dijo:
-En efecto... ?Y qui¨¦n le dijo que yo quer¨ªa regresar?
Yo me qued¨¦ fr¨ªo y no supe qu¨¦ decir.
Volv¨ª mi cabeza para ver a su esposa que estaba igual de incr¨¦dula. No pod¨ªamos creer lo que o¨ªamos.
Luego me cont¨® que pod¨ªa ver todo lo que yo le estaba haciendo, pero que no hab¨ªa manera de comunicarse conmigo para decirme que lo dejara en paz.
Con don Luis me sent¨ª mal hasta que le¨ª su libro.
Con el doctor "reanimado" tambi¨¦n me sent¨ª confundido...
Sin embargo, si volviera a pasar, har¨ªa lo mismo en los dos casos.
Agosto de 2010.
Eliseo Subiela (Buenos Aires, 1944) es director de cine. Su ¨²ltima pel¨ªcula, Reh¨¦n de ilusiones, se estrenar¨¢ en Argentina en 2011. www.eliseosubiela.com.
![Luis Bu?uel (Calanda, Teruel, 1900-Ciudad de M¨¦xico, 1983).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JZVAKJJQQBW5LQ4K7SBNQNTXFE.jpg?auth=b0e921b4f41e9d286d8122323232b2a48da3b168c5443fde75bcec8c8333f1ae&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.