Ni?o legal de mam¨¢ ilegal
Los principios frente al pragmatismo: la gestaci¨®n en un 'vientre de alquiler' est¨¢ prohibida en Espa?a, pero los hijos nacidos en pa¨ªses que la admiten est¨¢n aqu¨ª - No pueden quedar desprotegidos
Cuando Jos¨¦ y Juan decidieron tener un hijo lo tuvieron claro: quer¨ªan que fuera lo m¨¢s "hijo suyo posible", con su carga gen¨¦tica. Como la naturaleza obliga, tuvieron que contar con la ayuda de una mujer. Pero ellos no quer¨ªan que ella -por muy estupenda que fuera- interfiriera en su familia. Por eso acudieron a una agencia californiana, que les facilit¨® una gestante subrogada (lo que coloquialmente se llama vientre o madre de alquiler, un t¨¦rmino que ellos rechazan tajantemente).
En 2008 nacieron sus gemelos. Suyos para todos, menos para la legislaci¨®n espa?ola, que no les permiti¨® inscribir a esos ni?os como suyos. O, al menos, que no lo permit¨ªa, porque se les exig¨ªa que dieran el nombre de la madre, algo a lo que se niegan. Adem¨¢s, los contratos de gestaci¨®n sustitutiva son nulos en Espa?a. Pero Jos¨¦ y Juan -nombres supuestos-, un matrimonio valenciano, no se rindieron. Llevaron adelante su exigencia de que sus hijos fueran inscritos, desde el principio, como hijos de ambos. Y por medio de una pol¨ªtica de hechos consumados han conseguido que la Direcci¨®n General de Registros y Notariados, dependiente del Ministerio de Justicia, promulgue una instrucci¨®n que permitir¨¢ -a ellos y a otras 26 familias por lo menos- normalizar la situaci¨®n de los ni?os.
Valc¨¢rcel: "Hay cosas que no pueden ser objeto de transacci¨®n econ¨®mica"
"No se pod¨ªa ignorar que los peque?os viven aqu¨ª", dice la directora de Registros
Una hist¨®rica del feminismo cree que esta pr¨¢ctica debe regularse
Las parejas de gais se niegan a recurrir a la adopci¨®n: "Son hijos de los dos"
Para ello han tenido que hacer un fuerte desembolso (el proceso puede costar unos 60.000 euros, entre lo que se paga a la mujer, los viajes, las pruebas m¨¦dicas, el hospital), y es aqu¨ª donde empiezan las pegas. La catedr¨¢tica de ?tica de la UNED Amelia Valc¨¢rcel lo tiene claro: "Hay cuestiones vinculadas al cuerpo que no pueden ser objeto de transacci¨®n econ¨®mica. Se pueden hacer de facto, pero eso no quiere decir que est¨¦n bien". Adem¨¢s, la catedr¨¢tica ve otro problema: "No existe voluntad humana que se mantenga firme para toda la vida. Es posible que dentro de 10 a?os la mujer no pueda soportar la idea de lo que hizo".
Por eso, a pesar de que todo se basa en el principio del inter¨¦s del menor, la decisi¨®n de regular a estos ni?os no ha sido f¨¢cil para las autoridades. "No pod¨ªamos ignorar que est¨¢n aqu¨ª, que tienen un padre espa?ol", dice la directora de Registros y Notariados, Mar¨ªa ?ngeles Alcal¨¢. Pero eso no quiere decir que les guste la idea. "No podemos meternos en la legislaci¨®n de otros pa¨ªses, pero no se puede aceptar todo", afirma. Aunque est¨¢ satisfecha con haber dado soluci¨®n a la situaci¨®n, no puede ocultar que en el fondo del proceso hay algo que le da miedo. "Cuando ves que hay agencias que ofrecen en el mismo paquete el viaje a Estados Unidos, el tratamiento m¨¦dico, el ¨²tero de alquiler y volver a Espa?a con un ni?o te planteas muchas cosas", admite.
Y eso que, seguramente, los procesos que se dan en Estados Unidos sean los que tienen m¨¢s garant¨ªas. Por eso Justicia exige a los padres de estos ni?os un documento -una resoluci¨®n judicial de paternidad- que es obligatoria en ese pa¨ªs para inscribir a los ni?os, pero que no se usa en otros que tambi¨¦n permiten la pr¨¢ctica, como India, Rusia y Ucrania (en la UE solo lo admiten Reino Unido y Grecia, aunque con muchas limitaciones, indica Alcal¨¢).
Para el Ministerio de Justicia -y para las Cortes espa?olas, que aprobaron un¨¢nimemente la parte de la ley de reproducci¨®n asistida que declara nulos los contratos de gestaci¨®n subrogada- hay un problema de fondo: que se use el cuerpo de la mujer como una mercanc¨ªa. "Y la resoluci¨®n judicial permite, por lo menos, salvaguardar sus derechos: la gestante tiene que declarar que no ha sido coaccionada, que ha actuado libremente", indica Alcal¨¢. "Lo menos que podemos pedir es que el pa¨ªs de origen garantice que se han respetado sus derechos", insiste.
La directora de Registros admite que en su departamento han tenido que actuar empujados por los hechos. "Aunque esos ni?os no estaban desprotegidos. Uno de los padres pod¨ªa haberlos inscrito como propios, y el otro adoptarlos", explica.
Pero esa soluci¨®n no es admisible por los afectados. "Son hijos de los dos por igual", insiste Jos¨¦, siempre combativo. Adem¨¢s, el proceso de adopci¨®n lleva su tiempo, y en el intervalo podr¨ªan haberse dado situaciones -separaci¨®n de los c¨®nyuges, muerte del padre inscrito como biol¨®gico- que amenazara la relaci¨®n del otro con los ni?os (por ejemplo, que los abuelos se negaran a facilitarle las visitas).
Adem¨¢s, hay una cuesti¨®n de igualdad, sostienen los afectados. La responsable del ?rea de Familia de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Luisa Notario, lo aclara: "La instrucci¨®n nos ha causado mucha alegr¨ªa, por supuest¨ªsimo, porque a estos ni?os y ni?as se les va a poder inscribir". "Pero no podemos dejar de se?alar que hay una situaci¨®n de agravio comparativo con las parejas heterosexuales. A ellas no se les cuestiona c¨®mo han tenido el hijo, no se les pide que presenten una resoluci¨®n judicial. Se da por hecho que la mujer es la madre, y se los inscribe sin m¨¢s", a?ade. Por eso la FELGTB -y padres como Jos¨¦- creen que deber¨ªa haberse pedido otro documento, como la transcripci¨®n literal de filiaci¨®n. Pero la soluci¨®n perge?ada por Justicia rechaza expresamente este tipo de documentos. "Solo con la resoluci¨®n judicial tenemos la garant¨ªa de que la mujer ha sido escuchada y sus derechos respetados", insiste Mar¨ªa ?ngeles Alcal¨¢.
Luisa Notario coincide en que la situaci¨®n de las mujeres que se prestan a gestar un ni?o que va a ser para otros en Estados Unidos es especial. "Son de renta per c¨¢pita media alta. En Rusia o India pertenecen a capas sociales bajas, y ah¨ª es m¨¢s f¨¢cil que lo hagan coaccionadas o como una opci¨®n m¨¢s para ganar dinero", lo que "en el fondo no es muy distinto de lo que sucede aqu¨ª con las j¨®venes que se someten a una hiperestimulaci¨®n ov¨¢rica para donar ¨®vulos", dice.
Pero mientras unos critican la soluci¨®n por tibia, otros creen que es un exceso. Nada m¨¢s saberse que iba a haber una instrucci¨®n, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, reclam¨® al ministro de Justicia, Francisco Caama?o, que explique c¨®mo piensa regular la inscripci¨®n en el Registro de los beb¨¦s nacidos en el extranjero mediante una pr¨¢ctica que en Espa?a es ilegal. "Antes se inscrib¨ªa a la madre biol¨®gica, y figuraba como madre
; ahora, sin cobertura legal" se podr¨¢ inscribir a la pareja que "alquila el vientre" como progenitora. "Esto debe explicarse", asegur¨®.
Alcal¨¢ cree que el debate no tiene sentido. "No enjuiciamos lo que se hace fuera; lo que no pod¨ªamos era tener a los ni?os sin inscribir", dice.
El hecho es que, desde 1988, la ley de reproducci¨®n asistida declara nulos los posibles contratos entre una persona -sea hombre o mujer, pareja o no- y una mujer para que esta lleve a cabo un embarazo a cambio de dinero y el compromiso de entregar el hijo. "Pero en las ¨²ltimas modificaciones de la ley [en 2003, con el PP, y 2004, con el PSOE] ese art¨ªculo no se debati¨®. La discusi¨®n estaba centrada en otros puntos", explica la diputada auton¨®mica en Madrid In¨¦s Saban¨¦s, de IU. Saban¨¦s, que se ha caracterizado por su apoyo a los movimientos de gais, lesbianas y transexuales, afirma que su coalici¨®n "no ha apostado claramente por la gestaci¨®n subrogada", pero cree que "los avances en las t¨¦cnicas de fecundaci¨®n asistida" pueden obligar a "volver sobre el debate". Eso s¨ª, siempre manifestando su apoyo "a una instrucci¨®n como esta, que soluciona la situaci¨®n de unos ni?os. Porque lo que est¨¢ claro es que en este tema la realidad va por delante de las leyes", apunta.
Notario, a t¨ªtulo personal, va m¨¢s all¨¢. "?Por qu¨¦ no se puede legalizar esto? La sociedad es muy paternalista hacia nosotras, las mujeres. Si es una decisi¨®n propia y libre, deber¨ªa ser legal". La representante de la FELGTB insiste en que esta no es una postura del colectivo. "A nosotros nos toca reivindicar que se solucione la situaci¨®n de los ni?os; en la regulaci¨®n de la subrogaci¨®n no entramos, no es un movimiento que debamos liderar nosotros", argumenta. Una postura, por cierto, que choca frontalmente con la minoritaria Colegas, otra asociaci¨®n de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, que apuesta claramente por la legalizaci¨®n de la gestaci¨®n subrogada para acabar con el contrasentido de que sea legal tener hijos as¨ª en el extranjero y no se pueda hacer en Espa?a.
Tambi¨¦n una hist¨®rica del movimiento feminista como Empar Pineda cree que es una pr¨¢ctica que "tiene que regularse aqu¨ª para acabar con situaciones de discriminaci¨®n". "No podemos cerrar los ojos a una realidad", dice. Se refiere Pineda cuando habla de discriminaci¨®n a que, de todas las parejas o individuos con problemas para tener hijos, de momento solo las m¨¢s pudientes pueden acudir a Estados Unidos a formalizar un contrato de gestaci¨®n sustitutoria. Por ejemplo, Ricardo e Iv¨¢n, una pareja de Sevilla que ha contado su caso, calcula que el proceso les cost¨® m¨¢s de 60.000 euros, incluyendo los viajes a Estados Unidos, la estancia y la atenci¨®n m¨¦dica de la gestante de su hijo.
Pineda recuerda que hace 30 a?os, cuando se empez¨® a hablar de t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida, fueron las feministas quienes m¨¢s se opusieron a ellas. "Hab¨ªa un rechazo frontal a que las nuevas tecnolog¨ªas participaran en algo tan propio de las mujeres como la gestaci¨®n y el parto". La situaci¨®n ha evolucionado "cuando aprendimos a que no existe la mujer ¨²nica, sino que somos muchas y muy distintas", dice Pineda. Por eso ella cree que lo que hay que hacer es "escuchar a las que se prestan a ser madres por sustituci¨®n".
Manuel y Marcos, una pareja de Sevilla que lleva 26 a?os junta, admite que hay debate, peor para ellos solo hay una prioridad: inscribir a su hijo de a?o y medio. Ellos han vivido el mismo proceso que el resto: viaje a Los ?ngeles, gestaci¨®n, nacimiento, intento de registrar al ni?o en el consulado, denegaci¨®n por parte de este, y recurso ante la Direcci¨®n General de Registros.
Los hombres -49 a?os Manuel, 42 Marcos- cuentan que en cuanto se enteraron de que hab¨ªa esta posibilidad para ser padres volaron a Los ?ngeles. "No quer¨ªamos pensar que hab¨ªamos explotado a una mujer". La vista les dej¨® tranquilos: "Son mujeres que ya han sido madres, que tienen trabajo, una estabilidad. Para ellas lo econ¨®mico no es un problema. Pod¨ªan ganar m¨¢s en cualquier trabajo", dicen. Por eso ahora tienen la conciencia tranquila. Vamos, que si duermen mal no es por remordimientos, sino porque su hijo est¨¢ siempre pidi¨¦ndoles atenci¨®n.
Un proceso garantista
La instrucci¨®n de la Direcci¨®n General de Registros y Notariado del 7 de octubre establece los requisitos para que la resoluci¨®n judicial del pa¨ªs donde se ha llevado a cabo la gestaci¨®n subrogada sea aceptada para inscribir a los ni?os en Espa?a. Entre ellos:
- "Que se hubiesen garantizado los derechos procesales de las partes, en particular, de la madre gestante".
- "Que no se haya producido una vulneraci¨®n del inter¨¦s superior del menor y de los derechos de la madre gestante". Sobre todo "que el consentimiento de esta ¨²ltima se haya obtenido de forma libre y voluntaria" y que tenga "capacidad natural suficiente".
- "Que la resoluci¨®n judicial es firme y que los consentimientos prestados son irrevocables, o bien, si estuvieran sujetos a un plazo de revocabilidad conforme a la legislaci¨®n extranjera aplicable, que este hubiera transcurrido".
- No se admitir¨¢ "como t¨ªtulo apto para la inscripci¨®n del nacimiento y filiaci¨®n del nacido una certificaci¨®n registral extranjera o la simple declaraci¨®n, acompa?ada de certificaci¨®n m¨¦dica [...] en la que no conste la identidad de la madre gestante".
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