Barreda se aleja de Zapatero para ganar una batalla electoral apurada

El ¨¦xito o el fracaso de los dos grandes partidos en las elecciones auton¨®micas de mayo se medir¨¢, en gran parte, en Castilla-La Mancha. Por el car¨¢cter simb¨®lico que tendr¨ªa para el PP arrebatar al PSOE un feudo tradicional o el efecto psicol¨®gico que tendr¨ªa para los socialistas mantenerlo contra viento y marea y, tambi¨¦n, porque los candidatos que se lo disputan juegan en la liga de la pol¨ªtica nacional.

En el PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal re¨²ne la ins¨®lita condici¨®n de candidata auton¨®mica y n¨²mero dos del partido, como apuesta personal y arriesgada de Mariano Rajoy; y en el PSOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda se ha convertido en uno de los barones socialistas con mayor notoriedad y que reclama voz propia en la direcci¨®n del partido. Incluso a contracorriente de sus compa?eros de partido.

El l¨ªder manchego tiene mejor imagen que su rival, pero la 'marca PSOE' baja

Los datos socialistas dicen que pueden perder 74.075 votos en esta comunidad

Algunos dirigentes socialistas han atribuido en privado las declaraciones de Barreda a un doble intento de, por un lado, curarse en salud ante un mal resultado en mayo atribuyendo la responsabilidad a la gesti¨®n del Gobierno central y, por otro, de rentabilizar el "no a Zapatero" ante sus electores.

El presidente de Castilla-La Mancha dispone de varias encuestas, a las que ha tenido acceso este peri¨®dico, que explican esa estrategia, que dan ventaja al PSOE, pero que reflejan una reducci¨®n notable del margen electoral de los socialistas. Los sondeos, realizados en mayo y en agosto con muestras significativas, reflejan que Barreda tiene una valoraci¨®n mucho mejor que la de Cospedal, pero que hay un porcentaje notable de antiguos votantes del PSOE que optan por la abstenci¨®n.

El objetivo del PSOE de Castilla-La Mancha, con Barreda a la cabeza, es movilizar a los suyos, lo que explica gran parte de su estrategia. Y los sondeos concluyen que el desgaste es del PSOE, no de Barreda y, por eso intenta reforzar su perfil aut¨®nomo frente a Zapatero.

La encuesta de mayo de Celeste-Tel muestra que el PP est¨¢ en condiciones de reducir su ventaja de 9,7 puntos a solo 0,4, gracias a que mantiene una fidelidad de voto del 93,8%, mientras que la del PSOE es solo del 82,9%. De los votos del PSOE en las anteriores auton¨®micas, un 7,9% va a la abstenci¨®n; el 6,3% al PP; el 2% a Izquierda Unida y el 0,9% a UPyD.

La conclusi¨®n de ese sondeo que maneja Barreda es que el PSOE puede perder 74.075 votos y el PP ganar 27.531. Esos datos aconsejan movilizar a los electores, para captar abstencionistas y para "desinflar" el voto a IU y UPyD, que no se traducen en esca?os en ning¨²n caso, haciendo bandera del voto ¨²til. Por eso, tambi¨¦n aconseja la encuesta "una campa?a que alerte del peligro real de victoria del PP".

Esos datos se completan con otro sondeo de agosto, que indica que la valoraci¨®n de Barreda est¨¢ muy por encima de la de Cospedal. Es decir, que el desgaste del PSOE tendr¨ªa m¨¢s que ver con la gesti¨®n del Gobierno central que con la de la Junta. De hecho, un 53,5% valora bien o muy bien la gesti¨®n de Barreda, mientras que el porcentaje baja al 17,7% para Cospedal.

La nota al presidente de la Junta es de 6,1 y la de Cospedal del 4,8. Y sobre todos los asuntos sobre los que se pregunta a los ciudadanos, gana el candidato socialista a su oponente, con porcentajes muy llamativos, como que el 45,8% dice que Barreda defiende mejor sus intereses, frente a solo el 24,7% que dice que lo har¨ªa mejor la candidata del PP.

Y el 38,1% cree que ganar¨¢ Barreda, frente al 24,8% que considera que lo har¨¢ Cospedal. El porcentaje se va al 42% cuando se trata de ver qui¨¦nes quieren que gane Barreda, frente a solo el 28,3% que apuesta por la l¨ªder del PP. Estos datos llevan tambi¨¦n al presidente de Castilla-La Mancha a preferir una campa?a lo m¨¢s auton¨®mica posible y diferenciada del partido a nivel nacional. El PP siempre gana en Castilla-La Mancha en generales, y pierde en auton¨®micas. Por eso, es tradici¨®n desde los tiempos de Jos¨¦ Bono que las campa?as se planteen como confrontaci¨®n a la direcci¨®n federal del partido. As¨ª ocurri¨®, por ejemplo, con el campo de tiro de Caba?eros o las Hoces del Cabriel.