Los 5.000 esforzados 'brigadistas' del PSC
Militantes y simpatizantes del partido har¨¢n una campa?a puerta a puerta para intentar repescar a sus votantes
Las encuestas que llegan a la calle de Nicaragua, sede de los socialistas catalanes, no dejan de vaticinar malos augurios. No solo insisten en que una parte nada despreciable del electorado socialista prefiere el 28 de noviembre una victoria de Artur Mas, sino que los quesitos y las barras tambi¨¦n indican que, en el mejor de los casos, la mitad del electorado socialista de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas todav¨ªa no tiene decidido si va a ir a votar esta vez, y mucho menos a qui¨¦n. Ante una desmovilizaci¨®n de tal calibre, la direcci¨®n del PSC ha activado esta vez un dispositivo de 5.000 voluntarios para que, calle por calle y puerta por puerta, intenten lo que el equipo de campa?a de Obama en las ¨²ltimas elecciones americanas bautiz¨® como get the vote out, sacar el voto que se resiste.
Entre las generales y las auton¨®micas, el PSC perdi¨® 876.000 sufragios
El objetivo es que cada voluntario atraiga a las urnas entre 15 y 20 votos
El trabajo de estos voluntarios se antoja tit¨¢nico. Se trata, seg¨²n explica el jefe de campa?a del PSC, Jaume Collboni, de implicar a afiliados, simpatizantes y simples votantes en una espiral boca a boca para que estos 5.000 voluntarios atraigan hacia el partido entre 15 y 20 votantes cada uno. "Buscamos una forma muy llana de alcanzar a gente que en alguna ocasi¨®n nos ha votado y que en esta ocasi¨®n no lo tiene claro", dice Collboni. En total, pretenden llegar al menos a 100.000 personas.
Los voluntarios se organizan en lo que han llamado secciones electorales. Hace cerca de un a?o que ya trabajan a raz¨®n, m¨¢s o menos, de una secci¨®n por mesa electoral. Los jefes de esta secci¨®n, que a menudo coinciden con los interventores que el d¨ªa de la elecci¨®n estar¨¢n junto a la urna, son los encargados de movilizar a su entorno m¨¢s pr¨®ximo. "Yo ya tengo identificados a casi todos los vecinos de mi escalera", dice uno de ellos, residente en Sarri¨¤, barrio tradicionalmente dif¨ªcil para el PSC. "Puerta con puerta tengo a un matrimonio: ella vota al PP y seguro que no la convencemos, pero ¨¦l nos ha votado alguna vez; a ver si ahora lo convencemos", explica. Este ejemplo refleja la operaci¨®n de microcirug¨ªa electoral que est¨¢ intentando hacer el partido.
En primer lugar, antes de ir a por nuevos votantes, se trata de identificar las fugas. Aqu¨ª es inevitable comparar el mill¨®n y medio de votos largo que el PSC logra en unas elecciones generales (en 2008, fueron 1.672.777) con los menos de 800.000 (796.173) conseguidos en las ¨²ltimas auton¨®micas, en 2006. Se trata de ir a por estas 876.000 personas que le dijeron s¨ª a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y que no se molestaron en votar a Jos¨¦ Montilla o, directamente, se pasaron a otro partido.
Un ejemplo pr¨¢ctico: en Matar¨® 27.000 personas votaron por el PSC en las generales de 2008. Solo 14.000 lo hab¨ªan hecho en las auton¨®micas de dos a?os antes.
En este caso, una de las labores de los 5.000 voluntarios que ha reclutado el PSC ser¨ªa identificar las grandes bolsas de voto dormido e intentar movilizarlas. Como todos los grandes partidos, el PSC tiene perfectamente identificado, mesa por mesa, el potencial de votante socialista y es capaz, ya en las primeras horas de la jornada electoral, de vaticinar cu¨¢les ser¨¢n sus resultados partiendo del grado de participaci¨®n en algunas de estas urnas clave.
Sabiendo d¨®nde flojean m¨¢s, los voluntarios tienen ahora una labor concreta. "Les pedimos que antes de las elecciones contacten con estas 15 o 20 personas al menos dos veces, para explicarles el programa de t¨² a t¨², sin rigideces", explica Collboni. El formato es de lo m¨¢s variado: "Desde una charla en un bar hasta una reuni¨®n de Tupperware", dice el jefe de campa?a socialista.
La mayor de las batallas de estos voluntarios se centrar¨¢ en Barcelona. De los 5.000 hombres y mujeres a disposici¨®n del partido, 1.000 ejercen en la capital catalana. El trabajo de estos voluntarios, sobre todo en Barcelona, no se ha planificado solo con vistas a las auton¨®micas. Las municipales de mayo est¨¢n a la vuelta de la esquina y el PSC no puede permitirse el lujo de perder Barcelona, sobre todo si antes ha perdido ya la Generalitat. Por esta raz¨®n, la federaci¨®n local del partido afronta el 28-N como un banco de pruebas para mayo, sobre todo en los barrios donde la gesti¨®n del alcalde, Jordi Hereu, ha sido m¨¢s contestada. Todos recuerdan que las auton¨®micas de 2006 fueron ya un punto de inflexi¨®n importante, pues CiU gan¨® por primera vez incluso en la capital catalana. Es aqu¨ª donde las palabras que pronunci¨® Jos¨¦ Montilla el pasado s¨¢bado toman m¨¢s significado: "Si ganamos Barcelona, ganamos Catalu?a".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.