La tormentosa sucesi¨®n de Fabra

La existencia de familias, sectores y bandos ha sido una caracter¨ªstica arraigada entre los socialistas castellonenses. Nacionalistas, alartistas, los de la soca, los ticos... han sido algunos de los grup¨²sculos que han conformado y peleado por un hueco en la ejecutiva local y provincial. Mientras, entre los populares, la norma extendida ha sido la de la unidad inquebrantable, siempre tras su presidente provincial, Carlos Fabra.

Sin embargo, los dos principales partidos, aparentemente, han cambiado los papeles. El PSPV se presenta unido, con un objetivo com¨²n y con comparecencias participadas por el secretario general provincial, Francesc Colomer, el municipal, Josep Llu¨ªs Grau, y el portavoz y candidato en la capital de La Plana, Juan Mar¨ªa Calles. Todos exponen, p¨²blicamente, un mismo discurso colectivo. Y, de puertas adentro, las familias est¨¢n pr¨¢cticamente disueltas y las peque?as divergencias nada tienen que ver con las viejas rencillas.

El PP celebra el d¨ªa 16 un acto de exaltaci¨®n de su jefe en Castell¨®n

Sin embargo, en el PP, la que se esperaba como la sucesi¨®n tranquila de Carlos Fabra ha sacado a la luz disputas y recelos. La designaci¨®n directa que el presidente provincial realiz¨® en el congreso de Pe?¨ªscola, en 2008, se?alando al actual vicealcalde de la capital de La Plana, Javier Moliner, como su heredero fue recibida con calma. Pero la provisional retirada de Fabra de la pol¨ªtica, por su baja por enfermedad, ha desatado temores y rencores. La pugna m¨¢s evidente es la que libran el vicepresidente de la Diputaci¨®n, Vicent Aparici, y el propio Moliner, con estrategias completamente diferentes. Aparici juega con el conocimiento del funcionamiento de la Diputaci¨®n, desde donde se fraguan la mayor¨ªa de los movimientos del partido. Y la autoridad que da el ocupar un puesto de vicepresidente, muy cerca de Fabra. Moliner, por el contrario, parte con el ¨²nico dominio de la capital pero con la ventaja de personalizar la renovaci¨®n y de estar m¨¢s cerca, tanto institucional como org¨¢nicamente, de Valencia.

Carlos Fabra quiso dar carpetazo a una lucha interna asegurando, el pasado mes de febrero: "Los vicepresidentes me apoyan a m¨ª y yo apoyo a Moliner, con lo que el caso est¨¢ cerrado". Sin embargo, la hostilidad se ha mantenido e incluso ha provocado incursiones de uno en las competencias de otro, tal como ocurri¨® con el problema de las basuras, del que es responsable provincial Aparici, y para el que Moliner se present¨® como el salvador.

Por otro lado, ha reaparecido Juan Costa para reprochar de nuevo al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el no haber dado las explicaciones oportunas sobre el caso G¨¹rtel. Hay quien ha interpretado esta intervenci¨®n como una se?al con la que mostrar su disponibilidad para ponerse al frente del PP en el caso de que Mariano Rajoy decidiera prescindir de Camps. El mayor de los hermanos Costa, con la ambig¨¹edad que le caracteriza, tambi¨¦n ha echado su cuarto a espadas en la provincia de Castell¨®n. "Los liderazgos no se adquieren por designaci¨®n sino que se ganan d¨ªa a d¨ªa", dijo cuando se le pregunt¨® por la designaci¨®n de Moliner como sustituto de Fabra.

Mientras tanto, la organizaci¨®n castellonense de los populares tiene ahora otra prioridad: preparar el regreso de Carlos Fabra despu¨¦s de seis meses de baja como consecuencia de la intervenci¨®n de transplante de h¨ªgado al que fue sometido. El PP le dar¨¢ la bienvenida con un acto multitudinario el d¨ªa 16.

"Es una exaltaci¨®n a la impunidad", dijo Francesc Colomer, en alusi¨®n al proceso judicial al que est¨¢ sometido Fabra, por el que se le acusa de los presuntos delitos de tr¨¢fico de influencias, cohecho y cinco fraudes fiscales. "Lo que se va a celebrar el pr¨®ximo 16 de octubre va a ser la exaltaci¨®n al trabajo bien hecho y el homenaje al regreso a la vida pol¨ªtica de la persona que m¨¢s ha hecho por la provincia de Castell¨®n", le contest¨® la secretaria de los populares castellonenses, Marisol Linares.