Toros para valientes

La afici¨®n despidi¨® a los matadores con palmas. La afici¨®n, tan denostada siempre por el taurinismo, no solo tuvo sensibilidad con Juan Mora hace un par de semanas como cantan los revisteros. La plaza tiene una m¨¢quina de la verdad dentro. Cuando detecta que lo que sucede en el ruedo es sincero, es la plaza m¨¢s f¨¢cil del mundo.

Por eso se entreg¨® nada m¨¢s ver a Morante en el callej¨®n, dando calor a su amigo El Conde. ?Qu¨¦ diferencia! Cuando los toreros espa?oles van a M¨¦xico matan las mejores divisas y alternan en los mejores carteles. Cuando los aztecas osan hacer campa?as en Espa?a sucede al contrario. Los peores carteles con lo que nadie quiere. Los tiran a la piscina y si flotan pueden aspirar a algo m¨¢s.

El Conde se sobrepuso y supo lidiar al fiero primer toro. No daba sensaci¨®n de graciliano, sino de cualquier cosa nacida de las manos de un doctor Frankenstein. Aun as¨ª, ense?¨® a embestir por bajo al toro. Tuvo valor para sacar dos tandas de naturales abrochadas con un farol y un pase de pecho. Se la jug¨® sin miramiento con el cuarto, un toro que se emple¨® en el caballo y lleg¨® con dudas y miradas a los muslos del toro durante la faena de muleta.

La verdadera emoci¨®n lleg¨® con el sexto, un buey con dos velas paran hacerse un perchero y dejar el abrigo, bast¨®n y sombrero. Las astas llegaban por encima de la barrera. Se par¨® bajo el 7 de salida como si supiera que esa era su pasarela. Eduardo Gall¨® record¨® a aquel novillero con sitio y temple. Estuvo valiente, t¨¦cnico, y muy valiente. Mejora este torero charro apeado del circuito. Se gust¨® en los naturales al tercero, un toro que dur¨® poco, pero supo dar distancia y tiempo entre tanda y tanda. El peor parado en el sorteo fue el sevillano Luis Vilches, pero no por ello fue infiel a su manera de entender el toreo. Mejorable con el estoque pero con gusto, cuidando las formas.

Hacen falta m¨¢s toreros que den la cara como la terna de ayer.