Un viaje inquietante

En la presencia de Mahmud Ahmadineyad en Beirut, primera visita oficial de un presidente iran¨ª a L¨ªbano, confluyen dos elementos inquietantes. Uno es el creciente inter¨¦s del r¨¦gimen de los ayatol¨¢s por el peque?o pa¨ªs, te¨®ricamente soberano, que cataliza desde hace a?os la lucha ideol¨®gica en Oriente Pr¨®ximo. Otro, el poder tambi¨¦n creciente de Hezbol¨¢, la criatura chi¨ª de Teher¨¢n y aut¨¦ntico fact¨®tum de la situaci¨®n en el min¨²sculo pa¨ªs. Una alianza fundamentalista que alarma no solo en L¨ªbano, sino tambi¨¦n a muchos de sus vecinos ¨¢rabes y, por supuesto, a Israel y EE UU.

Ir¨¢n y Hezbol¨¢ no solo comparten la ideolog¨ªa islamista chi¨ª. El movimiento pol¨ªtico y armado -una organizaci¨®n terrorista para Washington- debe su existencia a Teher¨¢n, que en 1982 puso en pie al Partido de Dios para combatir la invasi¨®n israel¨ª de L¨ªbano. Su sociedad, con el apoyo sirio, nunca ha dejado de estrecharse. Con los arsenales suministrados por los ayatol¨¢s, la milicia libanesa -¨²nica armada en el pa¨ªs, pese a la prohibici¨®n del Consejo de Seguridad en 2004- fue capaz de resistir a los israel¨ªes en 2006, para estupor del Gobierno jud¨ªo. Y con el dinero de Teher¨¢n, m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares desde entonces, Hezbol¨¢ ha consolidado su abrazo asfixiante sobre L¨ªbano, especialmente tras la retirada siria, en 2005. Sus ministros en el Gobierno de coalici¨®n prooccidental tienen poder de veto y sus milicias, quiz¨¢ las m¨¢s eficaces de Oriente Pr¨®ximo, son la columna vertebral del pa¨ªs, mucho m¨¢s que el simb¨®lico Ej¨¦rcito, y herramienta fundamental del poder pol¨ªtico del partido.

El viaje de Ahmadineyad, en este contexto, es cualquier cosa menos rutinario y explica que haya sido recibido como un caudillo en las zonas chi¨ªes de Beirut. M¨¢s preocupante es que el exaltado presidente iran¨ª, que pregona la aniquilaci¨®n de Israel, tenga previsto visitar las poblaciones sure?as lindantes con el Estado jud¨ªo, que controla Hezbol¨¢. Haber hecho de Hezbol¨¢ una fuerza determinante en L¨ªbano y con la que es preciso contar en la confrontaci¨®n entre ¨¢rabes e israel¨ªes es el mayor ¨¦xito exterior del r¨¦gimen iran¨ª. Pero esa estrecha alianza chi¨ª es una pesadilla para muchos libaneses, que temen una progresiva islamizaci¨®n de su pa¨ªs y su conversi¨®n en una base mediterr¨¢nea del fanatismo; y para la mayor¨ªa de los Gobiernos ¨¢rabes de la regi¨®n, en manos de musulmanes sun¨ªes.