Rumbas para sortear la crisis
Tenemos a Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Sanfeliu, este sevillano de Girona que casi llenaba anoche los Teatros del Canal, un poco refunfu?¨®n de un tiempo a esta parte. Que si anda muy achuchado el tenderete musical, que si un tipo con su trayectoria merecer¨ªa menos apuros para satisfacer las facturas a fin de mes, que si no hay manera de alumbrar un disco en menos de cinco a?os, y as¨ª una larga lista de agravios. Pero el mejor ant¨ªdoto que se nos ocurre contra los pensamientos sombr¨ªos de L¨®pez es un disco enterito de su propia autor¨ªa. Por ejemplo el ¨²ltimo, Dice la gente, una docena de canciones luminosas y repletas de ingenio, surrealismo y mordacidad de las que el amigo Veneno, don Kiko, deber¨ªa sentirse razonablemente orgulloso.
Kiko Veneno es uno de los tipos grandes, muy grandes, de nuestra m¨²sica popular, con independencia de que 58 a?os sean una edad lo bastante importante como para haber tenido alg¨²n traspi¨¦ a lo largo del camino. Olvidemos el discurso desencantado del veterano al que le han hinchado las narices o las contradicciones de quien tan pronto abraza la autogesti¨®n como recala de nuevo en las convencionales escuder¨ªas de la industria discogr¨¢fica. Y centr¨¦monos en la felicidad que transmite ese sabio flequillo de blancura solo comparable al traje indiano, o similar, con que se nos present¨® anoche Sanfeliu. "Es que me acaban de dar el Nobel de la Paz", se guase¨®.
El autor de Volando voy, padre de Veneno (el mejor disco en la historia del pop espa?ol, seg¨²n varias clasificaciones) e inventor de la primera Martirio se niega a vivir de las rentas. Apenas hubo margen para la nostalgia, m¨¢s all¨¢ de Respeto y Me siento en la cama, bot¨®n de muestra de aquel ?chate un cantecito (1992) con el que nuestro Lobo L¨®pez acarici¨® la estratosfera.
Las tres cuartas partes del recital se centraron en Dice la gente, disco fresco, radiante, mediterr¨¢neo, pre?ado de inteligencia. Y con un excelso tema central que sortear¨¢ el paso de los quinquenios porque tiene una introducci¨®n africana a lo Ali Farka Tour¨¦ e incluye dos de los mejores versos de la temporada: "Dice la gente que de algo hay que vivir / que solo se muere una vez".
El Veneno de 2010 sigue abonado a su arrolladora f¨®rmula de "un poquito de rumba y rock and roll", pero ahora ha a?adido un componente tribal que se traslada incluso a los atuendos: la cinta en el pelo de la cantante y teclista mulata Anabel P¨¦rez, el porte a lo hare krishna de ese excelente guitarrista llamado Charlie Cepeda. Cadena de oro son¨® un punto congole?a y para El duende nos desenfundaron todo el arsenal de percusiones morunas. Cu¨¢nto arte sigue gastando, caramba, nuestro medio flamenco de Figueres.
Sugiri¨® Veneno que la gente se comprara su disco, "suponiendo que tengamos econom¨ªa". Las penurias lo emponzo?an todo, sin duda, pero tambi¨¦n dan pie a cerrar un concierto con un tema como La rumba de la crisis. Y nada como un ventilador rumbero y las letras m¨¢s l¨²cidas que se estilan en este pa¨ªs para darle esquinazo a los sinsabores de los malos tiempos.
![Kiko Veneno junto a la cantante y teclista Anabel P¨¦rez.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VLGPMQZJHPN4P4BMMKPOW5S6QI.jpg?auth=cb1ea6730f28d79d9cdc3e4fb57fff2e8552e8e5d0e685370aa02150fc9478a6&width=414)
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